Voz del sur

Julio Frank Salgado

El periodismo se nos está yendo (II)

Estudiantes de periodismo chilenos consideraron el debilitamiento de la ética, la censura y autocensura, y la lógica mercantil imperante en los medios como las mayores amenazas para el ejercicio de esta profesión. Así respondieron mayoritariamente al ser consultados en una investigación interuniversitaria realizada en 2015. Casi una década atrás, otro estudio había advertido que la “devastadora” experiencia laboral de jóvenes periodistas titulados estimula la desilusión “y hasta cierto cinismo” para sobrevivir.

Aunque prima un sentido cívico, educativo y vigilante, el interés estudiantil por el periodismo decae a medida que avanzan en la carrera -agrega el último informe- en favor de las relaciones públicas y la comunicación estratégica.

(Inicio)

La dictadura amplió el acceso a la enseñanza superior durante la década de 1980 impulsando la creación de más planteles privados, lo que aumentó significativamente la oferta educacional. Desde entonces y entrando luego a una transición política, el nuevo sistema ha sumado cuerpos académicos, acogido a gran cantidad de estudiantes, aplicado las correspondientes mallas curriculares, concedido grados académicos y títulos profesionales… y saturado el campo de trabajo. Más aún, no todos sus integrantes han logrado consolidarse institucionalmente y salvar el antiguo prestigio universitario, y al indagar sus investigadores sobre la primera experiencia profesional de sus alumnos, los resultados, especialmente en periodismo, han sido con frecuencia deprimentes.

No es raro. La educación superior moderna en Chile ha operado, pese a los indispensables aportes estatales, dentro del régimen de mercado liberal y lucrativo implantado por los asesores de Pinochet (sólo en 2016 se inició un proceso de gratuidad gradual para los estudios), asumiendo así una lógica ajena a su espíritu original e inmersa en un curioso enclaustramiento, abierto a la demanda estudiantil pero distanciado de la laboral.

Desilusión y “cierto cinismo”

Hace doce años, en 2007, un informe de académicos de la universidad privada Adolfo Ibáñez -Manuel Délano, Karin Niklander y Paula Susacasa- para el Consejo Superior de Educación expuso desalentadores datos y conclusiones sobre “La enseñanza del periodismo y el mercado laboral”. Advertía, por ejemplo, el “devastador” choque de jóvenes titulados contra la realidad en los medios y las empresas de comunicaciones, caracterizada por baja consideración de parte de los empleadores, remuneraciones acordes con eso, subempleo y alta cesantía. Y agregaba:

La situación estimula en estas generaciones de periodistas conductas de desilusión y hasta cierto cinismo, en las dosis necesarias para sobrevivir y enfrentar la cotidianeidad.

Al comentar sus entrevistas cualitativas a ejecutivos y directores de medios y empresas de comunicación, dicho trabajo abordaba el “menor reconocimiento” profesional hacia el periodismo, atribuido por algunos a una “confusión” entre noticia y entrenimiento, reflejado en la intromisión de la farándula y la decadencia de contenidos de la televisión y ciertos medios escritos. Otro afirmó simplemente que el periodismo era un “oficio”, no una profesión liberal.

Como posibles vías de salida, uno de los entrevistados planteó entonces la necesidad de lograr “mayor sintonía” de las carreras de periodismo con el mercado laboral, “para que éstas sepan qué perfil de periodista se requiere y dónde”. Varios apuntaron a otros sectores como alternativas para el ejercicio de esta profesión, mencionando las comunicaciones en general, “emprendimientos personales” –como talleres de periodismo en colegios- y, directamente, el empleo en agencias de publicidad, “algo que las universidades todavía no han advertido”, señala el informe.

Asumiendo dicho diagnóstico, los autores de la investigación recomendaron que la carrera de Periodismo se transformara en un posgrado (magíster), con el fin de lograr en sus alumnos mayor especialización “y comprensión de la realidad” para interpretarla mejor e informar sobre ella, proceso en el cual, añadieron, los periodistas tenían un papel protagónico y “debieran ser los principales interesados en que mejore la empleabilidad propia y de sus colegas”.

Percepción de los estudiantes

Otro estudio académico, esta vez interuniversitario, fue más a fondo en 2015 y preguntó a los estudiantes de periodismo sobre la profesión y el desempeño de los medios. Casi dos tercios (66%) de los consultados manifestó que el periodismo y los medios de comunicación tradicionales, encabezados por la televisión, las revistas, los periódicos impresos y la radio, eran los campos laborales más deseables. Sólo el 3 por ciento eligió la publicidad.

Respecto del desempeño mediático, los noticiarios radiales se situaron en el primer lugar con un 61,7 por ciento de respuestas “muy bueno” o “extremadamente bueno”, seguidos por los portales de noticias online con un 50,6 por ciento. Los noticiarios de televisión alcanzaron apenas el 12,5 por ciento… y un 47,4% de “muy pobre” o “extremadamente pobre”, a pesar de ser este medio el preferido mayoritariamente (23,4%) como campo laboral.

La mayoría calificó como una “gran o extrema amenaza” para el ejercicio periodístico no solamente las restricciones a la difusión de información, la (comprometedora) relación mediática con el poder político y la lógica economicista al interior del sistema de medios, sino también el desempeño ético de los propios periodistas, indica el informe:

En relación a la actuación de los propios periodistas, la principal amenaza que perciben los encuestados es la debilidad de la ética profesional (…).

“Complicidad entre los medios de comunicación y los políticos” obtuvo el 75 por ciento de dichas menciones; “debilidad en la ética profesional”, 70,4%; “periodismo orientado al mercado”, 69,1%; “concentración de la propiedad (de los medios)”, 66,3%; “censura”, 63,5%, y “autocensura”, 58,1%.

No a dinero cuestionable

El trabajo, titulado “Estudiantes de Periodismo en Chile: Percepción sobre la profesión, su futuro laboral y el desempeño de los medios”, fue desarrollado por Claudia Mellado, Andrés Scherman y otros investigadores, e involucró a las universidades Católica de Valparaíso, Diego Portales, Universidad de Chile, Mayor, de Santiago, Central, Alberto Hurtado, Uniacc, Del Pacífico, Santo Tomás, Católica del Norte, de Concepción, Finis Terrae y de los Andes. Corresponde al proyecto internacional “Journalism Students Across the Globe”, realizado simultáneamente en más de 30 países.

Entre las prácticas objetables consultadas (no incluye la doble tarea informativo-publicitaria), la gran mayoría de sus participantes (83,4% y 82,5%, respectivamente) no justificaría “bajo ninguna circunstancia” la publicación de historias sin verificar el contenido y “aceptar dinero de fuentes informativas”.

En cuanto a las motivaciones personales, la mayoría dio “mucha o extrema importancia” a “lo variado y animado del trabajo” periodístico (80,2%), la “capacidad de ser creativo”, “un estilo de vida dinámico”, “la posibilidad de conocer a diferentes personas” y “la oportunidad de viajar”, pero también a “la posibilidad de ayudar a la gente en su vida diaria” (65,4%), “la posibilidad de influir en el público”, “luchar contra las injusticias”, “el placer de escribir” y “trabajar por la libertad y la democracia”, entre otras. En cambio, “el prestigio de la profesión” recibió el 33,2 por ciento de las menciones y “la cantidad de dinero que se puede ganar”, sólo el 13,2 por ciento.

Sobre el papel profesional que cabe al periodista en la sociedad, los estudiantes valoraron principalmente la promoción y vigilancia cívicas, considerando “muy o extremadamente importante” la tolerancia y la diversidad cultural (88,2%), proporcionar a las personas la información que necesitan para tomar decisiones políticas, “reportar las cosas como son”, apoyar el desarrollo nacional, promover el análisis de actualidad, educar a la audiencia y dejar que la gente exprese sus puntos de vista. Manifestaron también la intención de influir en la opinión pública, “monitorear y vigilar a los líderes políticos” y promover el cambio social, entre las principales respuestas.

Respecto de la preparación académica que reciben los futuros periodistas del país, el 43,5 por ciento la consideró “aceptable” y el 26 por ciento, “pobre” o “muy pobre”.

La investigación encabezada por Mellado y Scherman precisa que el interés de los alumnos de periodismo por ejercer en los medios disminuye a medida que avanzan en la carrera y aumenta el de trabajar en relaciones públicas y comunicación estratégica.

Altruismo versus mercantilismo

Ante tales estímulos, percepciones, conductas y realidades, ¿sigue siendo de provecho insistir en la vocación y el entusiasmo juveniles por el altruista periodismo, teniendo enfrente un despliegue mercantil y publicitario tan a sus anchas? Si las universidades formadoras, tanto en técnica como en ética, no han logrado hacer valer sus términos, dentro del gremio en ejercicio, lo mismo.

(Continúa)

Julio Frank Salgado

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Julio Frank Salgado

Periodista y bloguero chileno. Reportero y editor en medios de comunicación escritos, radiales, televisivos y digitales. Activista digital por una Constitución democrática para Chile desde 2007. Autor de "Médicos en la Historia de Chile" (2005) e "Idolos de blanco" (2011). Año XIX en la blogosfera de PD.

Julio Frank Salgado

Periodista y bloguero chileno. Reportero y editor en medios de comunicación escritos, radiales, televisivos y digitales. Activista digital independiente por una Constitución democrática para Chile desde 2007. Autor de "Médicos en la Historia de Chile" (2005) e "Idolos de blanco" (2011). Año XIX en la blogosfera de PD.

Lo más leído