Un virus similar al H1N1 actual debió de circular en la población humana a finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta, porque muchas personas mayores de 60 años tienen ahora anticuerpos que reaccionan contra el nuevo agente.
Otros factores que afectan a la virulencia son predisposiciones genéticas, la presencia de otras enfermedades y las características del sistema inmune del paciente. Pero la principal causa de la distribución de edad de las víctimas de este virus -que es la inversa de la que suele mostrar la gripe estacional- es la fecha de nacimiento. Los nacidos después de los primeros años cincuenta no tienen los anticuerpos.