Mitos y realidades de la epilepsia

(PD).- Actualmente, entre las suposiciones más extendidas, destaca la creencia de que durante una crisis epiléptica es necesario sujetar fuertemente a la persona y poner una cuchara en su boca para evitar que se muerda o trague la lengua.

Sin embargo, es imposible que durante una crisis, un paciente pueda tragarse su propia lengua y, paradójicamente, restringir sus movimientos en plena crisis, así como forzar la apertura de su boca pueden ocasionar daños mucho más graves.

La actitud adecuada será la de vigilar que no se haga daño con ningún elemento externo, colocar algo blando o acolchado bajo su cabeza, poner a la persona suavemente de costado, permanecer a su lado mientras dura la crisis y ofrecerle ayuda una vez que finaliza el episodio.

En la sociedad también existe un cierto recelo al creer que los pacientes con epilepsia pueden llegar a ser muy violentos, por lo que muchos transeúntes temen cualquier reacción del paciente si se encuentran ante una de sus crisis.

Si se intenta inmovilizar a una persona que está teniendo una crisis, es probable que el paciente pueda tener un reflejo natural, pero involuntario, de protegerse, que puede interpretarse como un gesto violento.

Por esta razón, en lugar de sostener a la persona, lo idóneo es hablarle con suavidad y protegerle de situaciones en las que pueda hacerse daño a sí mismo.

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