La obesidad duplica el peligro de fallecer de forma anticipada

(PD).- El peso corporal, por exceso o por escasez, influye de forma decisiva en la longevidad de los individuos. Las personas que sufren obesidad y las que, sin ser obesas, tienen un excesivo perímetro de cintura por la grasa acumulada presentan un riesgo de morir a medio plazo hasta un 100% superior que aquellas que mantienen unas moderadas proporciones antropométricas.

Los muy delgados tienen el mismo riesgo que los muy obesos, aunque las causas de su fallecimiento serán distintas. Estas son las conclusiones del mayor estudio realizado en el mundo para establecer la relación entre obesidad y muerte.

Han participado 360.000 personas de 35 a 65 años, reclutadas en 10 países europeos. Entre ellas, 40.000 españoles de Asturias, Guipúzcoa, Navarra, Granada y Murcia.

El estudio se publica en la revista The New England Journal of Medicine. El trabajo se inició hace 10 años y forma parte del European Prospective Investigation into Cáncer (EPIC), un proyecto que se puso en marcha en 1993, en el que han participado ya más de 500.000 personas y cuyo final se fija hacia el 2050.

El EPIC busca establecer la relación de la nutrición humana con el cáncer, la diabetes y las enfermeades cardiovasculares.

Los datos comparados en la investigación fueron el índice de masa corporal (IMC) y el perímetro de la cintura. Los participantes eran personas sanas, entendiendo por esto a quienes no habían sufrido cáncer, enfermedad coronaria o infarto cerebral.

El IMC se establece dividiendo el peso por la altura, en centímetros, al cuadrado, y se considera óptimo si se acerca a 24 en las mujeres y 25 en los hombres.

PESADOS Y MEDIDOS
Los voluntarios que participaron fueron pesados y medidos, y accedieron a una entrevista sobre su dieta, consumo de tabaco, costumbres y fármacos habituales.

También se les analizó la sangre. Obtenidos estos datos, se inició un control anual de los 360.000 individuos, que detectó la muerte de 14.723. El perfil de los fallecidos permitió concluir que los hombres con un IMC superior a 35 tienen el 94% más de riesgo de morir a medio plazo que quienes mantienen un peso moderado.

Las mujeres con IMC mayor de 35 tienen el 65% más de peligro mortal. Los hombres con un perímetro de cintura superior a los 102 centímetros presentan un riesgo de muerte anticipada el 105% superior a quienes conservan una cintura de menos de 86 centímetros. En las mujeres, la cintura peligrosa se inicia en los 89 centímetros.

El motivo que aceleró esas muertes fue, con gran frecuencia en el caso de los obesos, un cáncer de mama, colorectal, de páncreas, de riñón o de esófago. La segunda causa de muerte fueron las enfermedades cardiovasculares.

«Existe abundante evidencia científica que indica que un excesivo IMC aumenta el riesgo de sufrir esas formas de cáncer», afirmó ayer el doctor Carlos González, coautor del estudio y responsable de la Unidad de Nutrición, Ambiente y Cáncer del ICO.

En las personas muy delgadas y desnutridas la aceleración de la muerte se debió a obstrucción pulmonar y otras enfermedades respiratorias, un dato que era desconocido hasta ahora, aseguró González.

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