El escándalo por la leche contaminada vuelve a sembrar el temor en China

(PD).- Tras un año de ausencia de escándalos en torno a los productos «made in China», regresó el temor de los consumidores chinos, esta vez por un caso de leche para bebés contaminada que produjo cálculos renales en más de 400 niños y causó la muerte de uno de ellos.

Un portavoz del Ministerio de Sanidad chino, Gao Qiang, confirmó ayer que al menos 432 bebés en diferentes provincias del país fueron hospitalizados con piedras en el riñón, una dolencia extremadamente rara en niños.

En la investigación nacional lanzada por la leche en polvo contaminada, conducida por tres ministerios chinos (Salud, Seguridad Pública y Agricultura) se detuvo a 19 sospechosos y 78 fueron interrogados.

El escándalo se produce después de que en 2007 Pekín prometiera tolerancia cero y controles de seguridad máximos en sus productos, a raíz de la oleada de casos de alimentos y medicinas contaminados tanto en el mercado nacional como en exportaciones al extranjero.

Pero en esta ocasión el escándalo no afecta a pequeños fabricantes ni a subcontratas de multinacionales, sino a la marca de leche Sanlu, una de las más importantes del sector lácteo y calificada como «modelo de producción» por autoridades y medios de comunicación.

La leche fue contaminada con melamina, una sustancia utilizada habitualmente en plásticos y que ya estuvo «implicada» en un escándalo el año pasado (comida de mascotas exportada a EEUU que causó la muerte de algunos animales domésticos).

La investigación todavía no ató todos los cabos, ya que aún se ignora por qué Sanlu no hizo pública la contaminación de sus productos en agosto, cuando al parecer ya identificó problemas en algunos lotes de la leche en polvo.

Tampoco está claro si la melamina fue añadida en las fábricas de Sanlu (con sede en Shijiazhuang, capital de la provincia septentrional china de Hebei) o anteriormente, en alguna de las 60.000 granjas lecheras -la mayoría negocios familiares- que la abastecen.

La melamina pudo ser añadida a leche aguada en alguna de esas granjas con el fin de engañar a los compradores de la marca, ya que da mayor consistencia a los líquidos.

Además, al ser una sustancia rica en nitrógeno, puede «engañar» a los detectores del nivel de proteínas de esa leche (para medir ese nivel muchas veces se calculan los niveles de nitrógeno, elemento presente en las proteínas).

Se ignora cómo pudo superar esta leche los más de 1.100 controles que, según un reportaje aparecido en la televisión nacional china, tienen que superar los productos que salen de la factoría Sanlu.

Hace tan sólo 12 días la marca láctea fue la protagonista de un programa televisivo del segundo canal de CCTV, donde se presentó como modelo de fabricante de productos «seguros y de alta calidad».

Sanlu protagonizó el primer capítulo de la serie «Made In China», un grupo de reportajes con los que la televisión nacional intenta devolver a los consumidores chinos la confianza en los productos de su propio país y hacer olvidar los escándalos pasados.

Pero todavía se recuerda otro caso de leche contaminada que en 2004 causó la muerte de 13 niños y afectó a otros 171, un escándalo en el que entonces se vieron involucradas 40 pequeñas compañías lácteas.

O el caso de un fármaco inyectable que causó 10 muertes en China, escándalo que desembocó en la ejecución, en julio de 2007, de quien dirigió la Administración Estatal de Alimentación y Medicamentos de China durante casi una década, Zheng Xiaoyu.

A estos sucesos se deben añadir los que el año pasado afectaron a múltiples exportaciones chinas al extranjero, desde juguetes y pasta de dientes a caramelos o neumáticos.

Aunque lo más grave fue la venta a Panamá de dietilenglicol que fue usado por error en fármacos y causó la muerte de más de un centenar de personas en el país americano.

El actual caso de la leche contaminada no parece tener ramificaciones internacionales, pues la marca aseguró que no exportó a otros países, aunque sí a la isla de Taiwán, donde también se lleva a cabo una investigación.

Las operaciones de Sanlu se suspendieron y la marca retiró 8.210 toneladas de su leche en polvo para bebés del mercado (toda la producida antes del 6 de agosto).

Se teme que otras 700 toneladas podrían seguir en circulación, por lo que se ordenó una inspección masiva en las tiendas de todo el país, y también la supervisión de 175 marcas chinas que fabrican leche para bebés.

La mayoría de los niños afectados eran alimentados con biberón debido a que sus madres, por razones de salud, no podían amamantarlos, y pertenecen a familias rurales y pobres (el caso estalló en la provincia noroccidental de Gansu, una de las menos desarrolladas del país).

Agencia EFE

La selección de las mejores marcas de termómetros

TERMÓMETROS CLÍNICOS

Aquí encontrarás la oferta actualizada de estos dispositivos de salud

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído