(PD).- Una enfermedad rara es aquella que tan sólo afecta a cinco personas por cada 10.000 habitantes, de ahí que la investigación de estas dolencias no sea rentable para la industria farmacéutica. Y ese dato, nada nimio, está siendo utilizado por Farmaindustria -la patronal española de los laboratorios- para «chantajear» al Gobierno ZP.
En el sector, que tiene la piel muy delicada, habrá muchos que opinen que la cosa no es tan fuerte y que usar palabras como «chantaje» sea exagerar, pero resulta innegable que Farmaindustria ha intentado -en más de una ocasión- poner al Ministerio de Sanidad entre la espada y la pared.
Hace justo un año y de forma sorpresiva, la poderosa patronal de los laboratorios anunció a bombo y platillo que una semana antes habia propuesto al Ejecutivo socialista crear «una comisión de alto nivel» para la investigación de enfermedades raras e invertir en la tarea la friolera de 300 millones de euros en los próximos cinco años.
Como «modesta contrapartida«, lo único que solicita Farmaindustria es que el Ministerio de Sanidad asuma como propias las reivindicaciones sobre patentes que hace el sector.
En la presentación no faltó nadie. Allí se hallaban el presidente de la patronal, Antoni Esteve, el director general, Humberto Arnés, y tres vicepresidentes, Belén Garijo, Emilio Moraleda y Joan Puig.
Humberto Arnés explicó que la oferta para abordar la iniciativa estratégica en el ámbito de las enfermedades raras “sólo será posible si se crea el marco adecuado para la I+D y la armonización de las patentes con el resto de países de la Unión Europea”:
“Así se ganaría un clima adecuado para el sector farmacéutico, que destinaría recursos para la investigación y por ello un esfuerzo para las enfermedades raras”
“Hemos elegido este sector porque existen iniciativas a nivel gubernamental y es nuestro deber sumarnos a las mismas”.
Antoni Esteve justificó las condiciones que trata de imponer Farmaindustria argumentando que no se sienten «arropados» para afrontar el futuro con confianza:
«Y por ello estamos inquietos; nos cuesta ganar sensibilidades y por ello pedimos al Gobierno que actúe”.
20 GRANDES COMPAÑÍAS Y UNA COMISIÓN
La creación de la «comisión de alto nivel» no era respaldada por todas las grandes empresas.
Aunque desde fuera es complicado adivinar lo que ocurre a puerta cerrada, da la impresión de que en el seno de Farmaindustria ha habido disensiones.
Tan sólo 20 compañías están siendo afectadas por el desajuste en los tiempos de duración de patentes con respecto al resto de Europa, lo que provoca que los medicamentos genéricos comiencen a comercializarse antes en España.
Belén Garijo -directora General de Sanofi-Aventis España- enfatizó que las farmacéuticas no están “contra la industria de genéricos”, argumentando que ellos “también están en ese mercado”.
FARMAINDUSTRIA SUAVIZA EL TONO
Quizá tenga algo que ver lo ocurrido en las últimas elecciones y que la victoria del PSOE garantice que Zapatero estará en el poder hasta 2012, con la súbita y reciente moderación del discurso de Farmaindustria.
La patronal, tan beligerante cuando el resultado electoral parecía en el aire, ha relajado sobremanera su discurso. En la lucha por la armonización de patentes y en casi todo.
Bernat Soria, que considera las patentes farmacéuticas algo a extinguir y está empeñado en hacer bajar el precio del medicamento, espera y con el mazo levantado.
