Museo anatómico de la Universidad de Valladolid

Por José María Arévalo

( Exposición en el Anfiteatro Anatómico “Ramón López Prieto”) (*)

En la red he visto buena información sobre este museo, pero para mí, y creo que para muchos vallisoletanos, era totalmente desconocido. La asociación de jubilados a la que pertenezco, Amsafa, programó el mes pasado una visita guiada que así resultó del mayor interés. El museo se localiza en la Facultad de Medicina de Valladolid, aunque llegar a él puede ser un poco complicado pues hay que recorrer los pasillos que llevan por todo el edificio hasta el museo en la segunda planta del departamento.

Creo que la mejor información es la que ha proporcionado la reseña de esta visita en El Mirador, la revista de nuestra asociación, así que tomo los detalles de ella, completados con los de varias webs que, ya digo, tratan del museo en la red. La vista al MUVa, en esta sección concreta de Colecciones de Ciencias Biomédicas, fue guiada por el profesor Pastor Vázquez, del que hay en el museo varias aportaciones como ahora veremos. Ofreció una larga y muy interesante historia de los estudios de Medicina y de este museo en la capital vallisoletana, como no podía ser de otra manera ya que nuestra Universidad fue fundada en el año 1241, lo que la convierte en la segunda universidad más antigua de España.

Así que El Mirador comienza la reseña con un apartado que titula “Algo de historia”: “Los estudios de medicina en la Universidad de Valladolid se remontan al año 1404, aunque no se estructuraron completamente hasta el siglo XVI, instaurándose en 1550, por privilegio de Carlos I, la cátedra de anatomía, tan sólo precedida en el tiempo por la de Valencia. Fue regentada por el insigne Alonso Rodríguez de Guevara y del esplendor que alcanzaron sus estudios dio fe el anatomista y cirujano Bernardino Montaña de Monserrat, quien en su obra “Anatomía del Hombre” (1551) recomienda acudir, al que deseara aprender anatomía, a Montpellier, Bolonia o Valladolid.

Hasta los años ochenta del siglo XIX, la Facultad de Medicina se ubicó en el Hospital de la Resurrección (Acera de Recoletos), lo que hoy día es la Casa Mantilla, pero el deterioro del inmueble, la necesidad de nuevas instalaciones docentes y de una apropiada atención hospitalaria condicionaron la construcción de nuevos espacios para solucionar todas las carencias en 1883. El proyecto se encargó al arquitecto Teodosio de Torres, que ideó un edificio inaugurado en 1889 en la calle Ramón y Cajal, formado por cuatro octógonos comunicados entre sí, de los que sólo subsisten dos, uno de los cuales alberga parcialmente la colección de anatomía.

Este Museo es fruto de la dilatada labor docente del Departamento Anatómico vallisoletano que a lo largo de los años ha ido coleccionando modelos y preparaciones anatómicas para la enseñanza. Desde finales del siglo XIX hasta nuestros días están recogidas todas las formas y tendencias representativas del cuerpo humano. Fue fundado por el ilustre anatómico palentino Salvino Sierra y Val, quien a la vuelta de sus viajes por los principales departamentos anatómicos europeos quiso que nuestra ciudad no tuviese nada que envidiarlos.

( Anfiteatro Anatómico “Ramón López Prieto”) (*)

El Museo, hoy denominado Colecciones de Ciencias Biomédicas, se encuentra actualmente situado en el pabellón anatómico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid. Consta de dos amplias salas, una de ellas en el segundo piso del bloque central del Departamento de Anatomía y ocupa las galerías del Anfiteatro Anatómico “Ramón López Prieto”. En ellas podemos admirar piezas en cera, escayola, cartón, plástico, piezas naturales en distintas técnicas de conservación y preparaciones esqueléticas. También existe una amplia colección de instrumental, tanto para la práctica como para la docencia de la disciplina anatómica.

PIEZAS ANATÓMICAS

La colección de Anatomía de la Universidad de Valladolid se halla formada por piezas naturales y artificiales y tiene su origen en la normativa dictada en 1857 por la Ley de Educación del ministro Claudio Moyano, que prescribía la existencia de gabinetes de anatomía en las Facultades de Medicina. En la colección están presentes todas las formas y tendencias con las que, desde la segunda mitad del siglo XIX hasta hoy, se representa el cuerpo humano con piezas modeladas en diferentes materiales.

Modelos en cera

Son disecciones hechas por anatómicos franceses. La mayoría proceden de la casa parisina Tramont, fundada a mediados del siglo XIX, de donde salieron magníficas reproducciones fruto de la colaboración de ceroplastas (artista que da forma a la cera) y anatomistas. Ascienden a 122 y pertenecen al último tercio del XIX. La más antigua, fechada en 1868, corresponde a un torso yacente masculino que muestra la mitad derecha de su organismo. El estado de conservación de los modelos es muy variado dado que se utilizaron para la docencia hasta 1986.

( Farmacia de Valladolid -1930- en el Museo anatómico de la Universidad de Valladolid) (*)

Modelos de escayola y arcilla

En este material están fabricados los magníficos ejemplares de los doctores Losada y Velasco, que reproducen diferentes regiones anatómicas, operaciones urológicas y abordajes para ligaduras de arterias. Realizados en Madrid hacia 1860, se conservan 175, la mayoría en altorrelieve.

También hay piezas de Nicolás Augier, adquiridas en París a principios del siglo XX, así como modelos de pelvis patológicas de la casa Guy Ainé, hechos en escayola sobre una base de alambre, que aparecen en el catálogo de 1852 de esta casa.

Modelos de papier mâché (cartón piedra)

Pertenecen a la colección Auzoux de París, sus prototipos fueron fabricados en el primer tercio del siglo XIX. Más manejables, desmontables en múltiples partes y baratos que las piezas de cera, acabaron imponiéndose progresivamente en facultades y escuelas. Sobresale un maniquí masculino, de tamaño natural, formado por 129 piezas, así como grandes reproducciones de oído, ojo, lengua, fosas nasales y cerebros.

Modelos de plástico

Colección de 214 ejemplares que actualmente se utiliza en la docencia. Tienen su origen en los realizados en 1876 por Marcos Somer, fundador de la casa alemana Somso. Este material revolucionó las representaciones anatómicas por su manejabilidad y resistencia.

Modelos de madera

Material poco utilizado en anatomía, aún así pueden verse piezas articuladas de Zimmerman de Berna que constan de siete tipos de ejemplos para estudiar la mecánica articular. También se conserva una caja de modelos dentarios desmontables e intercambiables para reproducir diferentes patologías.

Preparaciones naturales

Los métodos utilizados para conservar piezas anatómicas diseccionadas han sido múltiples, desde las simples desecaciones hasta las modernas infiltraciones plásticas. Las más antiguas son las mantenidas por desecación pero su aspecto es poco agradable debido al oscurecimiento y a la reducción progresiva del volumen. También se guardan preparaciones de extremidades con el método del glicerinado hechas entre 1900 y 1902.

Aunque la parafinación se desarrolló en el siglo XIX, las existentes en la colección son recientes (1986-1990), destacando una colección de fetos de diferentes edades así como el cuerpo de un recién nacido. La aparición de nuevos materiales originó otras perspectivas para las representaciones anatómicas: inclusiones en resina y plastinaciones, técnica científica que permite la conservación de los órganos y cuerpos completos expuestos al público, son algunas de las últimas técnicas incorporadas.

( Exposición de esqueletos en el museo) (*)

La sección de Osteología, de gran valor antropológico, reúne más de ocho mil huesos, encontrándose representado el cráneo en todas las formas imaginables (huesos separados, coloreados, secciones craneales, preparaciones dentarias…) y en ejemplares de diferentes edades. En cuanto a esqueletos, los hay de niños, adultos y fetos, así como una serie de 224 con datación de edad, sexo y procedencia. También es de un gran interés la sección de anatomía comparada creada por el profesor Pastor Vázquez, nuestro guía, con 6.130 esqueletos de 1.440 especies diferentes de peces, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Entre éstos últimos destaca un león adulto procedente del Zoo de Barcelona y montado por el citado Dr. Pastor en 1990.

( Instrumental en el Museo anatómico de la Universidad de Valladolid) (*)

INSTRUMENTOS Y APARATOS

También se conserva una buena colección de instrumentos, aparatos y útiles que se han empleado en la práctica e investigación, como el veráscopo, ideado para ver imágenes en tres dimensiones, aparatos portátiles de rayos X y alta frecuencia construidos por el Laboratorio Eléctrico Sánchez de Piedrabuena (Ciudad Real), bisturís eléctricos (hacia 1960), balanzas de precisión (1940-1980), autoinyectables, marcapasos, cistoscopio (1950)… Además posee láminas utilizadas para la docencia, como la colección de 84 litografías de Bourgery, o pinturas de grandes dimensiones (4 x 2,5 metros) de comienzos del siglo XX, con representaciones del sistema periférico, formado por los nervios y ganglios nerviosos que se extienden fuera del sistema nervioso central que componen el encéfalo y la médula espinal. Es de destacar una gran cantidad de materiales donados por doctores (González Perea, Pastor Vaquerizo, Vaquerizo Puertas, entre otros) y familias como la de Álvarez Taladriz. Dos excelentes colecciones de botes de farmacia del siglo XIX completan el contenido de esta sección del MUVa.

CURIOSIDADES

El recorrido entre el anfiteatro y el museo está repleto de expositores en los cuales se pueden ver fotos, tanto de médicos como del personal colaborador de los diferentes Departamentos de Anatomía en distintas épocas de la Universidad de Valladolid, así como de insignes médicos, con un breve resumen de su obra más destacada. Desde Salvino Sierra, anatomista palentino de Villalaco, que dotó a la Universidad de uno de los más avanzados Departamentos de Anatomía del país, pasando por Josep Lister, cirujano británico diseñador del “pulverizador de fenol”, o Louis Pasteur, químico y microbiólogo francés que refutó la teoría de la “generación espontánea”, con lo que abrió las puertas a las vacunas. También destaca la presencia de Santiago Ramón y Cajal, el famoso médico español especializado en histología y anatomía patológica que compartió el Premio Nobel de Medicina en 1906 con Camillo Golgi por su trabajo sobre “la estructura del sistema nervioso”.

De su amplia biblioteca cabe reseñar el libro “Historia de la Composición del Cuerpo Humano” (1556), del palentino Juan Valverde de Amusco, que perfeccionó sus conocimientos en Italia y se convirtió en entusiasta defensor de la anatomía de Andrés Vesalio, médico, investigador y profesor de ciencias, flamenco del siglo XVI.

Otro de los documentos expuestos es el famoso “Juramento Hipocrático”, juramento público que suelen hacer las personas que se gradúan en las carreras universitarias de Farmacia y Medicina, con un contenido de carácter ético, que orienta al médico en la práctica de su oficio.”

En fin, un muy interesante visita que les recomendamos a todos los vallisoletanos y turistas, que pueden así completar la notable cantidad de museos con que contamos en nuestra ciudad, varios de ellos de la Universidad vallisoletana. Algunos tan famosos como el Museo Nacional de Escultura, el de arte oriental de Filipinos o el de la Catedral, y otros más modestos como el Arqueológio en el palacio de Fabionelli, éste de la Facultad de Medicina o el Museo de Arte Africano Arellano Alonso en el Palacio de Santa Cruz.


(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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