Por José María Arévalo
( Obra premiada, “El árbol rojo”, de José Luis Repiso de la Fuente, Valladolid) (*)
La exposición de las obras del XVIII Certamen de pintura ACOR, que antes tenía lugar en el Teatro Calderón, ha cambiado de escenario para instalarse en la Sala de las Francesas, más visitada habitualmente, donde podrá verse hasta el 28 de enero. Como ya hemos comentado en ediciones anteriores, es este el concurso mejor dotado de nuestra autonomía, aunque con un solo premio, de 6.000 euros, que en esta edición el jurado formado por Amador Griñó, David Pérez y Francisco de la Plaza, concedió al cuadro que lleva por título “El árbol rojo”, obra de Luis Repiso de la Fuente, nacido en Valladolid aunque residente en Oviedo, en el que han valorando la perspectiva del trabajo y su gama cromática.
( 3ª Mención, “Retrato de un pintor en su estudio”, de Alberto David Fernández Hurtado, Palazuelos de Eresma, Segovia) (*)
Esta decimoctava edición ha contado con un centenar de participantes de entre los que han sido seleccionados 25 cuadros para la exposición, entre ellos los de Laura Juarez y Amado Valencia, compañeros de la Unión Artística Vallisoletana. El jurado, además, ha reconocido con menciones especiales los trabajos del burgalés Luis García por “Piscina 2”, el vallisoletano Carlos Sanz por “Zamdorff”, y el segoviano Alberto Fernández por “Retrato de un pintor en su estudio”.
( “Abismo” de Fernando Palacios, Villamuriel de Cerrato, Palencia)(*)
La prensa destaca cómo este certamen ha alcanzado su mayoría de edad y año tras año ha ido mejorando en calidad y cantidad. Estoy de acuerdo. Sobre ediciones anteriores he comentado el exceso de lo que calificaba de “pintura fotográfica” en las obras expuestas, pero ya en la edición del año pasado observé que predominaba más bien la perfección técnica y originalidad en el conjunto de los presentados, lo que sucede también este año, aunque ello produzca una sensación de excesivo preciosismo. Y así, casi el único cuadro que se distingue por la soltura de la pincelada es el reconocido con la tercera mención, “Retrato de un pintor en su estudio”, de Alberto Fernández, verdaderamente simplificado en sus formas, muy impresionista.
( “Campo y ciudad 2017” de Juan Manuel Báez Mezquita, Valladolid) (*)
Curiosamente se apartan de esta línea perfeccionista los otros dos reconocidos con las dos primeras menciones, próximos a la abstracción, incluso diríamos poco estéticos, con lo que parece no han tenido en cuenta los calificadores el virtuosismo técnico, ni incluso la innovación, al conceder el primer premio a una pintura simplemente cubista, que a pesar del buen juego de colores que utiliza nada más añade, en mi opinión.
( “Huevada”, de Amado Valencia Benito, Valladolid) (*)
Esa línea de perfección técnica y buenos efectos visuales y estéticos se puede observar en las obras que hemos elegido para ilustrar este artículo, como “Marioneta del s. XXI”, del segoviano Jesús Molinera Muñoz, que podría calificarse de hiperrealista, o “Abismo” del palentino Fernando Palacios, y muchas otras más, con algunas excepciones como “Catedral” de la burgalesa María Jesús Mata Fuente que desdibuja completamente –y de forma ciertamente interesante- su catedral, que a pesar de todo se identifica como la de Burgos, lo que tiene su mérito.
( “Interior -G”, de José Enrique Gómez Perlado, Hontalbilla, Segovia) (*)
También hay alguna obra próxima a lo matérico, con predominio de las texturas, como
“Pecadora” del vallisoletano Daniel Simeonov y la ya citada “Abismo” del palentino Fernando Palacios. Pero predominan las realistas, entre ellas, con especiales efectos visuales, “Swietliki” del burgalés Sebastian Velasco Navarro.
( “Malum Granatum”, de Laura Juárez, Valladolid) (*)
Se incluyen además de las mencionadas en este texto y en las fotos con las que lo ilustramos, “La estética del …” de Mª Teresa Pérez Romero (Ávila); Guillermo Sedano (Burgos); “Recovered Ciudad” de Francisco Tomás Medina (Cabrerizos, Salamanca);; “Pinar” de Diego Carmona Roldán (Valladolid); “Las flores y el …” de Enrique Rodríguez García, “Guzpeña” (Almanza, León); “La nave” de Adrián Sánchez Encabo (Ávila); “Catálogo de Enig…” de José Antonio Montecino Prada (Zamora); “Xinche nº 17” de Victor Bartolomé Rey (Burgos); “Elegía” de Pedro Cebrián Redondo (Nava de la Asunción, Segovia); “; y “Olvidarse del tiempo”, de Diego Benéitez Gómez (Zamora).
( Marioneta del s. XXI, de Jesús Molinera Muñoz, Segovia) (*)
En la presentación a la prensa de la exposición, el jurado ha valorado –explicaba uno de los miembros, Francisco de la Plaza-, para conceder el premio, la pintura postcubista de Luis Repiso de la Fuente, «llena de pequeñas contradicciones voluntarias» por sus «ambigüedades» espaciales, su «transparencia» en la composición y su «gama cromática».
( “Sol de Invierno” Vicente Soto (León) (*)
Entre lágrimas, el ganador del certamen ha explicado que este premio tiene un significado «especial» porque forma parte de sus «orígenes». Asimismo, Repiso ha explicado que se trata de una obra «muy particular» porque sus líneas son «divergentes» y está hecho «desde dentro hacia afuera» con una abertura final que simboliza la «esperanza».
El presidente de Acor, Rico, agradeció su participación al centenar de «valientes» que han presentado sus obras a este certamen así como su capacidad de hacer algo «diferente» año tras año.
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(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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