El Rezongón. El problema de Cataluña

Por Carlos de Bustamante

( Cataluña. Óleo de Joquín Sorolla) (*)

¿Acaso creían ustedes, mis amigos lectores, que el Rezongón ya había dejado de rezongar…? “¡Quítesustihombre!”. Los acontecimientos hacen que resucite una y otra vez como el Ave Fénix. ¿No nos vendrá usted otra vez con la “custión” del orgullo, verdad? –. ¡Quihacer…! No es que el tema esté agotado, no. Es que lo está este Rezongón, cansado de bobadas de Perogrullo.

¿Entonces…? -. “¡Aspératihombre, que deseguida!”. Creo que fue ayer o «antier» cuando dijo la Sra. Ministra de Defensa, que el Ejército cumpliría con su deber con respecto a la fanfarronada del “President” de proclamar unilateralmente la independencia de Cataluña. ¿Es entonces que cree usted que no hay tal problema…? -. ¡Quihacer si no haberlo! ¡¡Y de mil pares de…narices (¿) !! Pues se aclaren porque “páice” que no tira usted más que boberías-. O Luhay o o no luhay . ¿En qué demontres quedamos? ¡Aguarden, jo..robar, ¡se aguarden! : Problema ¡quihacer si no haberlo…! Y “cojobueno”; pero para ellos, “jeringar”,¡para ellos! -. Porque si “sigún dijo la señá ministra, los melitares van a cumplir con su deber, ¿acaso hay “dengún otro” que no sea, poner al “endividuo” ése y los de su “peña” brazos en alto y en la trena “anque” sea por la tremenda? -¡Aaaah! ¡Haber, si ya lo decía “o”…-. U sea se, que el poblema, también digo “ó” que es dellos… ¡haber!-. Si ya lo decía la mi madre –que era una santa- : “O te aclimatas, o te aclimueres”-. Ansí que es dellos el poblema. ¿Cómo va a decir “áhura el “fato” ése, “digo ande dijo diego”? ¡Anda “tontoanda”, que eso es lo que es ese testarrón! Un “bobarras”. ¡Haber!

Tan oreados después del diálogo que habrán entendido ustedes divinamente, tranquilos ¿no? Pues eso. Y ahora más en serio, un poco de historia, para entender mejor el “problema”:

Origen de los condados catalanes.

Condados pirenaicos orientales. (La fina línea negra es la frontera entre las comunidades autónomas actuales de Aragón y Cataluña. Inexistente antes de las autonomías.

Inmediatamente después de la conquista carolingia, en los territorios pirenaicos en poder de los francos, se encuentra la mención de unos distritos políticos administrativos: Pallars, Urgel, Cerdaña, Barcelona, Gerona, Osona, Ampurias, Rosellón, que reciben el nombre de condado, dentro de los cuales, como subdivisión, existen otras circunscripciones menores, los pagi ( pagus en singular), como por ejemplo, los eran Berga o el Vallespir.

El origen de estos condados y pagi se remonta a épocas anteriores a los carolingios, tal como lo testifica la frecuente coincidencia entre sus límites y los de los territorios de antiguas tribus íberas; como muestra, el condado de Cerdeña correspondía al país de los ceretanos, el de Osona al de los ausetanos, y el pagus de Berga al de los bergistanos. En consecuencia, estos territorios, forzosamente, deberían haber tenido alguna entidad política administrativa en tiempos de los romanos y de los visigodos, aunque no se llamaran condado, ni hubiesen estado gobernados por condes en época de los reyes de Toledo. En la monarquía visigoda, los condes, situados en jerarquía por debajo de los duques, la máxima autoridad provincial, gobernaban sólo las ciudades, circunscribiendo su autoridad exclusivamente al ámbito urbano, a menudo delimitado por murallas, dejando el distrito rural dependiente de la ciudad. Así pues, para organizar los territorios ganados al Pirineo, los francos no crearon ninguna entidad nueva sino que se limitaron a seguir las establecidas en la tradición étnica y cultural del país. El que, en la historia de los primeros dos siglos de existencia de este nuevo núcleo cristiano, la influencia franca se mostró como factor de primera magnitud que afectará por mucho tiempo (en principio hasta la batalla de Muret en 1213) a la evolución del área catalana y explicará siempre alguna de sus características. Desde fines del siglo VIII hasta el X, de hecho y hasta mediados del XIII de derecho, estas tierras catalanas formarán parte del reino franco (Imperio carolingio).

En toda esta zona, entre el Pirineo y el Llobregat, empezaron a instalarse aquellos hispani a quienes la campaña de represión de Abderraman I, dirigida contra quienes habían colaborado con Carlomagno en su fallida empresa sobre Zaragoza, había hecho huir a tierras francas, en especial la Septimania.

Esta primera aportación humana de mozárabes proporciona al área un grupo de opinión particularista, defensor de la tradición hispanogoda frente a la fuerte influencia franca. Durante prácticamente toda la primera mitad del siglo IX, puede rastrearse un enfrentamiento entre ambas tendencias que, paradójicamente, irá concluyendo en una decidida influencia franca en el campo espiritual, cultural e institucional, mientras se impone, de modo muy paulatino, una individualización e independencia políticas.

Lo que después será llamado Cataluña vieja, (la zona comprendida entre el Pirineo y el mar, y una línea que une la desembocadura del Llobregat con los macizos del Montsec, y de la que forman frontera los cursos de ese río y del Cardoner) aparece, hacia el año 815, dividido políticamente en cinco condados: Barcelona, Gerona, Ampurias, Rossellón y Urgel-Cerdaña.

El conjunto de todos ellos, tierras fronterizas del Imperio carolingio, se desdobla desde el año 817 en virtud del Acta constitucional del Imperio, en dos grandes bloques, integrado el primero por los condados continentales, que forman parte de la Marca Tolosana, y el segundo por los marítimos, incluidos en la marca Septimana. Se trata, por tanto, de una reorganización del sur de Francia de cara al control de los pasos pirenaicos.

Por lo que se refiere a estos condados, su carácter militar se evidencia en la titulación de sus jefes, nobles de sangre, de los que el de Barcelona, que amparado en las sólidas murallas romanas de la ciudad, mandaba la posición más difícil, la frontera de choque contra el Islam, y era el «marqués» por excelencia, entendiendo por tal el defensor de una frontera, la marca hispana o hispánica, cuya denominación aparece en documentos posteriores.

El condado Rossellón era, quizá, el más influyente por ser su jefe uno de los caballeros más cercanos al rey de España.

Enumeración de los condados catalanes.

Los doce condados catalanes fueron los siguientes:

1. El condado de Barcelona.
2. El condado de Berga. (Independiente hasta 1117; anexionado por Barcelona).
3. El condado de Besalú. (Independiente hasta 1111; anexionado por Barcelona).
4. El condado de Cerdaña. (Independiente hasta 1117; anexionado por Barcelona).
5. El condado de Conflent. (Independiente hasta el año 897; anexionado a Cerdaña).
6. El condado de Ampurias. (Independiente hasta 1325; anexionado por Aragón).
7. El condado de Gerona. (Unificado con Barcelona desde finales del siglo IX).
8. El condado de Manresa. (Subordinado siempre a Barcelona).
9. El condado de Osona. (Subordinado siempre a Barcelona).
10. El condado de Pallars. (Dividido en 1110 en dos minúsculos condados: Pallars Jussá (anexionado por Barcelona en 1193) y Pallars Sobirá (independiente hasta 1484); vasallaje nominal a Barcelona o Aragón).
11. El condado de Rosellón. (Independiente hasta 1172; anexionado por Aragón).
12. El condado de Urgel. (Independiente de facto hasta anexión por Jaime I de Aragón” en 1231).

Dicho lo anterior, cabe sólo resumir la pertenencia sucesiva de estos territorios. Si los celtas fueron pobladores de una gran parte de la Península, fueron los iberos quienes poblaron el resto. Conquistados éstos luego por el gran emperador Carlomagno, fundador del sacro imperio romano germánico. El emperador fue derrotado en Roncesvalles (“mal os las visteis franceses en aquella de Roncesvalles”)…

La Península Ibérica fue dominada (conquistada) entera y sucesivamente por los romanos que la denominaron Hispania. Invadida luego por los bárbaros visigodos, les fue arrebatada íntegra por los árabes.

Iniciada luego la Reconquista por Don Pelayo y tras ocho siglos de dominación árabe, termina la reconquista de la Hispania romana -España cristiana, “condados de Cataluña incluidos”- por los Reyes Católicos. Los que, felizmente unieron al fin reinos y condados en la actual nación española. Nación que se mantiene una e indivisible pese a la apetencia conquistadora del emperador Napoleón a la que España entera respondió como los de Fuenteovejuna.

Apetecida siempre por unos u otros, también los mayores conocimos a los que con saña, además de contra la religión católica, quisieron hacer de la España milenaria un satélite más de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Intentona marxista-leninista contundentemente fallida, no sin el sacrificio de cientos de españoles de todo origen y condición, catalanes incluidos.

Permítanme entonces que les haga un sencillo corolario: si la Cataluña que unos dicen querer independiente, fuera una nación de múltiples naciones como abogan otros que es España, ¿será la Cataluña condal también nación de doce (12) naciones como históricamente fueron sus doce (12) condados? ¿Querrán también independizarse unos de otros? ¡De locos, señores, de locos! ¿O no?


(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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