El Rezongón. Actuación “casi” impecable

Por Carlos de Bustamante

( Calle de los Héroes del Alcázar, reconstrucción de “Valladolid, ayer y hoy”) (*)

Cuando aún no sé el resultado de esta barahúnda independentista de Cataluña, me arriesgo a defender al que tantos tontos útiles atacan. Como creo que se verá o por lo menos se deducirá, “no quito ni pongo rey, pero defiendo a mi señor”. Veamos:

Como les decía en “Carta a un amigo”, artículo publicado hace tiempo en nuestro blog, parece que el PP con su presidente –y nuestro Presidente- a la cabeza, es el único que se equivoca. Y los demás de rositas. Y añaden, porque nos lleva a la ruina. Pues bien sin que él y su gobierno –nuestro gobierno- no se hayan equivocado nunca en algo, digo y afirmo, que su actuación ha sido, y es, g. a D. “casi” impecable. Lástima de ese casi, porque el motivo es tan gordo, que casi anula el resto de labores realizadas de forma difícil de superar.

¿Por qué, nos preguntamos muchos, no suprimió leyes como la perniciosa de memoria histórica? Y más grave con la que se tambalea el “casi” hacia lo inexplicable ¿Por qué no suprimió de un plumazo la aberrante ley del aborto, tan celebrada por los tontos útiles a favor del psoe y corifeos. En un esfuerzo supra humano, he de pensar que ante la falta de consenso entre los de su propio partido, hubo de ceder en lo que nunca debió dar su brazo a torcer. Sin disculpa, pues, esto ha sido un claro borrón en una escritura, por lo demás, impecable. ¿Y lo sin casi…? Ahora:

Sí, ya sé: para nosotros que no para ellos, lo dicho y además la corrupción. Como según la sabiduría popular el “mal de muchos es consuelo de tontos”, no utilizaré tal argumento. Sí otro que, además, estaba deseando sacarle algún día a colación: “La Iglesia ha de pedir perdón por los numerosos errores cometidos desde antiguo y por los actuales casos de sacerdotes pedófilos”. Pues ¡no mis amigos, y mil veces no! La iglesia –“Cuerpo de Cristo, una santa y católica”- ¡¡no tiene que pedir perdón de nada!! Serán, eso sí, algunos miembros de la Iglesia, que, hombres tan pecadores como nosotros, han, como nosotros, pecado y cometido errores y horrores. ¿Que S.S. el Papa hace cabeza?, por supuesto. Y será él, en nombre de los causantes, quien pida perdón. Pero no la Iglesia.

Item digo de nuestro Presidente, será él en nombre de los corruptos de su partido quien pida perdón- como si mal no recuerdo ya ha hecho-, sin que su persona sea corrupta.

Ya sé o supongo, que el argumento no valida lo que afirmo en el título. Les buscaré otros argumentos que, aun sabiendo los peros que les pondrán muchos “malababas”, para los que los quieran ver (recuerden: “No hay peor ciego que el que no quiere ver”. O, según el Criticón III: “No hay peor sordo que quien no quiere oír”, un ciego, sordo y mudo puede dar fe de que España (ya lo dijo nuestro foramontano Javier en este blog) sale de la crisis a velocidad de crucero; asombro de cuantas naciones han o no padecido crisis similar. Ponerle peros a este logro impecable es estar ciego y sordo y no mudo; porque ¡hay que roerse! cómo hasta en lo evidente siguen, los de siempre, en sus trece de ¡todos contra Rajoy! Y es, mis amigos y los que contra mi voluntad no lo son tanto, ¿no son éstos los que el refranero español coge de lleno?

Cuando en el pueblo que tantas veces he sacado a colación –Traspinedo- en los superados con creces mil (1.000) artículos un “testarrón” negaba lo evidente, enseguida se le endosaba el apelativo de “bobarras”. Sin ánimo de ofender, pero en honor a la verdad y nada más que a la verdad, siento decir que, además de malababa, el calificativo añadido de bobarras, también les cuadra.

También recuerdo cómo en los años de la posguerra con motivo de nuestro Alzamiento Nacional contra el comunismo, sufrimos una crisis tan intensa o más que la felizmente pasada o dando las últimas boqueadas. Porque lo viví y con motivo de la victoria sobre la mayor de las dictaduras que conocieron los tiempos, -¡ay, tarde reconocida en el mundo!- puedo decir y digo, que un hombre providencial, el que ahora se trata de ni siquiera nombrarlo, nos sacó con sangre sudor y lágrimas y una dictablanda inevitable del cerco y abandono al que nos vimos sometidos por una malentendida democracia de la que se nos acusaba carecer. Unido esto a la “pertinaz sequía”, con algún parecido, pero mayor que la actual, salimos de la inmensa crisis que es común a toda guerra por los gastos extraordinarios que conllevan.

También como ahora y los mismos -¿casualidad?- pusieron y ponen al entonces Caudillo y Generalísimo de los Ejércitos, a caer de un burro. Curiosa similitud de los mismos – con perdón- perros con distintos collares.

No, no estamos en época de posguerra por mucho que la provoquen, pero sí lo estábamos, g. a D. en este tiempo del verbo, al borde de la quiebra por la gestión- entre otras causas, aunque ésta principal, del gobierno precedente y no por casualidad… del mismo bando que el de los que ahora ladran… luego cabalgamos.

He de resaltar, en fin, una diferencia notable: mientras que antaño fuimos incomprendidos e incluso denostados por un aislamiento casi total del mundo civilizado (¿), ahora –y repito que ya lo dijo recientemente nuestro foramontano Javier- somos ejemplo, modelo y admiración del mismo mundo civilizado. Seamos sinceros, ¿por obra de quién?… de apretarse el cinturón los españoles, claro; pero me pregunto y pregunto ¿tuvo y tiene alguna posibilidad nuestro vilipendiado Presidente, por algunos, de realizar el milagro de la multiplicación de los panes y los peces? Aunque fuera sólo porque no nos llamen bobarras, reconozcamos el cuasi inexplicable “casi”, pero sin olvidarnos de los importantes logros, no todos enumerados. ¿O no? Pues eso. Ahora que se ven venir las peligrosas coaliciones, ¿por qué no cambiamos el “todos contra el Presidente” por ¡todos con él!? Y que conste que no pretendo aconsejar. Yo…¡digo nada más!

P.D.: A casi un mes de escrito el presente y sin conocimiento, por tanto de los sucesos de estos días en Cataluña (7-IX-2017), veo, oigo y me conforta ver y oír cómo, contra viento y marea nuestro Presidente ha sabido llevar “el caso” con prudente inteligencia. En contra de los agoreros que le tildaban de cobarde e indeciso, él, con paciencia y el patriotismo del bien hacer en aras del bien común de “todos” los españoles, ha conseguido sin el menor acto violento, asegurar la unidad de España ante los que, tontos útiles, pedían actuar por las bravas con despliegue incluso del Ejército. Este sempiterno rezongón, sin pertenecer a partido político alguno, sino con lo que me dicta la condición de militar al servicio- aún retirado- de España, ha soportado incluso insultos graves por una actuación casi impecable del Presidente que no nos merecemos. Los acontecimientos se han encargado, solitos, de establecer quién cometía o no el equívoco. Desde este sencillo rincón foramontano, gracias Sr. Rajoy por su paciencia e inteligente modo de gobernar España. Dios se lo premie. Pero en nombre del mismo que premia, no eche en saco roto las asignaturas pendientes. Insistiré una vez más: Dios y audacia.


(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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