Los lunes, revista de prensa y red

“La Diada del Terror: no a la islamofobia, sí a la hispanofobia”,de Federico Jiménez Losantos, y “¿Por qué no cae Maduro?: tres claves”, de Diego Hernández

( Viñeta de Peridis en El País el pasado día 10) (*)

LA DIADA DEL TERROR: NO A LA ISLAMOFOBIA, SÍ A LA HISPANOFOBIA

Artículo de Federico Jiménez Losantos publicado en Libertad Digital el pasado día 27 de agosto

Mucho miedo, poca vergüenza y ninguna dignidad: ese podría ser el balance de la I Diada del Terror o la Diada del Terrorismo del Año I de la Independencia Catalana, que, por otra parte, ha dejado nítidamente claro que ni Barcelona ni ciudad alguna golpeada por el islamismo terrorista necesita manifestaciones, porque la del Islam contra Occidente es una guerra y las guerras ni se hacen con flores ni se ganan con pancartas. Otra cosa es que, como ayer, se quisiera negar la guerra que existe y se escenifique algo que no puede existir, que se actúe como si el terrorismo fuera materia opinable y la calle dictaminara si continúan matando o no por votación popular con los pies o concentración de manos blancas. Lo que ayer quedó claro en Barcelona es lo que en España deberíamos saber desde el asesinato de Miguel Ángel Blanco: las grandes manifestaciones sólo sirven para demostrar el estado de conmoción de la masa, que se agrupa y amontona para demostrar lo que niega: que está muerta de miedo. Y que sus dirigentes, tan asustados como ella, unen democráticamente su pavor al ajeno para diluir en un estado de confusión emocional sus responsabilidades.

Mariano, como si nada

No, no hacía falta ninguna manifestación contra el terrorismo. Y si la hubo fue para darles un alegrón a los terroristas, que pudieron comprobar la debilidad de España, y para que los golpistas del 1 de octubre entrenasen viendo lo mismo que mostraron a los islamistas: que España es el eslabón más débil de Occidente, de Daar al-Islam, de la tierra un día invadida por ellos y que están en camino de tomar otra vez. La operación no ha podido salirles mejor a los terroristas de hace una semana y a los golpistas de dentro de un mes. Enhorabuena a todos y a su road-manager Rajoy.

Porque este Gobierno dimisionario se ha arrastrado desde el día del atentado hasta ayer mismo, ha seguido diciendo que no pasa nada cuando pasa de todo y además ha arrastrado al Rey a una humillación que no es personal, porque personalmente ni el Rey ni el Presidente existen. Son sólo –y no es poco- representantes de todos los españoles, y como tales fueron afrentados por una banda organizada de golpistas que están envalentonados por la cobardía del Gobierno más estúpido del que exista memoria. Fue aún peor que la de hace tres años en el Nou Camp, cuando se pitó e injurió al himno que representa a todos los españoles y nadie se fue del palco.

Miedo, no: pánico al Islam

El miedo exhibido por la sociedad catalana, quizás la más cobarde de Europa junto con la vasca, que sostiene y soporta la dictadura nacionalista, logró convertir lo que, de ser algo, debería haber sido un acto contra el islamismo, que es lo que está detrás del terrorismo contra Occidente desde el 11S, en un acto contra lo que el pensamiento único progre llama islamofobia y también en un alarde de hispanofobia, porque alguien tiene que tener la culpa y hace muchos años que de todo lo que pasa en Cataluña tiene la culpa España. De los muertos de las Ramblas, también.

En vez de reprochar a los 600.000 musulmanes que viven y cobran en Cataluña y que, como en toda Europa, no hacen nada para integrarse salvo aprender lo que el bastión islamófilo El País ha llamado «perfecto catalán de payés» (el de ciudad no será racialmente tan perfecto), la Diada del Terror se convirtió en un acto de cariño a las mamás de los terroristas, agasajadas gráficamente en los medios islamófilos, y a «esos cinco niños que ya no están con nosotros», como dijo su cuidadora social en el artículo «¿Qué estamos haciendo mal?» Para empezar, ella, cobrar.

En el escenario, para ejemplificar el miedo, el pánico absoluto al Islam en esta miedocracia políticamente correcta, no hubo una sola imagen de los asesinados por los islamistas pero sí una musulmana que, en nombre de la religión de la paz y del amor, dirigió amablemente la palabra a los infieles. Lo que no sé es por qué la eviterna Sardá citó a Lorca. ¿Para achacar al franquismo las muertes de las Ramblas? ¿A la Guardia Mora, quizás?

Estamos maduros para el golpe del 1 de Octubre

A lo único que no tienen ningún miedo los separatistas es a España, o por lo menos a sus instituciones. Rajoy ha demostrado con su reptiliana actuación en la desastrosa actuación de los Mozos de Escuadra que está tan dispuesto como Zapatero a aceptar cualquier cosa que venga de Barcelona el 1 de octubre y que su única, heroica, hercúlea reacción será la de negarle validez legal. La masacre de Las Ramblas ha servido para comprobar que ya hay un ejercitillo separatista, al mando del Mayor Drapaire (trapero, en catalán) dispuesto a poner las urnas del Golpe y que también hay un dizque gobierno de España dispuesto a no quitarlas. Más fácil, imposible.

Por último, y respetando su buena voluntad y aunque la gran mayoría de la opinión pública lo haya respaldado, creo que el Rey se ha equivocado dos veces en esta última semana. Primero, con su comunicado diciendo que los islamistas son «sólo asesinos». Si lo fueran, si sólo fueran eso, el terrorismo islamista no existiría o no sería el problema militar, político y cultural que es. En segundo lugar, yendo de nuevo a Barcelona.
El Rey debe perder el miedo al qué dirán

Es cierto que la gente, ahora, aplaude su valor por ir a una encerrona, de la que es responsable el Gobierno del diálogo con el separatismo. Pero el Rey no puede estar en un concurso de popularidad permanente porque no se presenta a unas elecciones. No debería aparecer en actos políticos. En la mayoría de los que tienen lugar en España, porque son contra España y por tanto contra la Corona, así que no debería respaldarlos. Y en los que son, por así decirlo, de emotivo consenso popular, porque los reyes ya habían hecho lo que tenían que hacer: consolar a los huérfanos y animar a los heridos. Si el Rey está para salir a la calle, estamos poniendo a la calle al nivel del Rey.

Felipe y Letizia, como todas las fuerzas constitucionales, deberían perder ya el miedo al qué dirán. Hagan lo que hagan, los podemitas y los separatistas dirán pestes; y los rajoyanos musitarán algo y no harán nada. Ya digo que entiendo su buena intención, pero bastante tiene con dedicarse a reinar, sobre todo con este Gobierno de mansos que se niega a gobernar.

Artículo en: http://www.libertaddigital.com/opinion/federico-jimenez-losantos/la-diada-del-terror-no-a-la-islamofobia-si-a-la-hispanofobia-83028/

¿POR QUÉ NO CAE MADURO?: TRES CLAVES

Artículo de Diego Hernández publicado en Actuall el pasado día 8

Una élite económica que se ha beneficiado de la «revolución bolivariana», el tráfico de drogas y una cúpula militar corrupta son tres elementos que han permitido al dictador permanecer en el poder a pesar del masivo rechazo de su pueblo. Nicolás Maduro continúa en pie. Venezuela enfrenta la peor crisis económica y política de su historia y un multitudinario movimiento popular de rechazo al régimen llena cotidianamente las calles del país. Y el dictador no cae.

Maduro ha dado un duro golpe al pueblo venezolano imponiendo, de forma fraudulenta, una “Constituyente Comunal” para destruir por completo cualquier resquicio del orden democrático y subyugar a los últimos órganos del Estado que no están bajo su control: la Asamblea Nacional y la Procuraduría.

La comunidad internacional ha repudiado esta maniobra: es un golpe al Estado de derecho. El dictador da oídos sordos y sigue adelante, incólume. No cae.
Ya lo ha dicho claramente: “lo que no consigamos con los votos lo haremos con las armas”. Este es su programa y lo esta aplicando al más puro estilo de Joseph Stalin, Pol Pot o Kim Jong-un. Recientemente el historiador Carlos Malamud se preguntaba si Venezuela habría llegado al fondo del pozo. En su opinión es posible esperar la situación del país se deteriore más.

¿Por qué delante de un cuadro tan grave y sin respaldo popular Maduro aún continúa en el poder?

Presentamos tres claves que pueden ayudar a comprender las razones de la supervivencia del déspota frente a un movimiento tan amplio y consistente en su contra. La ‘plata’ es el común denominador de las tres:

1. La élite económica que se ha beneficiado del chavismo

El chavismo asegura que gobierna para el “pueblo” y que la oposición “fascista” es financiada por la “élite” económica del país. Nada está más distante de la realidad. Quien hoy es rico en Venezuela lo es porque colabora con el régimen.

Hugo Chávez se propuso durante sus doce años de gobierno expropiar a los ricos venezolanos para “repartir su riqueza entre los pobres”. Expropió, pero no repartió.

Algunas de las familias más ricas perdieron sus negocios y salieron del país. Otras, decidieron acomodarse a las condiciones del chavismo y aprovechar las circunstancias. Tres de las familias más acaudaladas se quedaron en Caracas y se “adaptaron”.

Es un hecho. Los hombres más ricos de Venezuela son aliados de Maduro: Gustavo Cisneros, Juan Carlos Escotet y Lorenzo Mendoza. Aparecen desde hace algunos años en la lista de la revista Forbes de los hombres más acaudalados del mundo.

Gustavo Cisneros Rendiles, que posee la segunda mayor fortuna en Sudamérica, es un magnate de los medios de comunicación del país, dueño de Venevisión, una cadena de televisión domesticada y servil al régimen. También tiene la franquicia de Pepsi Cola.

Lorenzo Mendoza Giménez, amasa la tercera mayor riqueza sudamericana, es el responsable de Empresas Polar, un gigante de alimentos y bebidas. Uno de sus productos más comercializado es la “Harina P.A.N.”, que es el permanente salvavidas del gobierno ante el desabastecimiento.

Cuando las plantas estatales no logran mantener los niveles de producción requeridos para “alimentar” al país, y eso acontece todos los meses, Polar entra para suplir las necesidades del gobierno. Y gana mucho con ello. Banesco prestó dinero al gobierno durante años y su filial en Panamá fue acusada en 2015 de ser uno de los vehículos a través de los que el régimen lava dinero del narcotráfico

Por su parte, Juan Carlos Escotet Rodríguez está al frente de Banesco. La institución financiera fue fundada en 1992, se benefició con la grave crisis económica de 1994 y se desarrolló consistentemente durante los años de “revolución bolivariana”. Banesco prestó dinero al gobierno durante años y su filial en Panamá fue acusada en 2015 de ser uno de los vehículos a través de los que el régimen lava dinero proveniente del narcotráfico. Escotet lo niega.

Las relaciones de estos tres empresarios con Maduro no son tersas. Hay una relación de conveniencia con presiones y cuidadosos juegos de fuerza por ambos lados. En Venezuela, en los círculos políticos y económicos, algunos los ven como “sobrevivientes” al comunismo bolivariano. Otros, les consideran cómplices que han sacado provecho de la dramática situación dando, además, sustento a la dictadura.
Junto a los tres hombres más ricos del país hay un grupo de “nuevos” ricos, que crearon sus fortunas durante el régimen comunista bolivariano, y que son parte integral del sistema. Son llamados de “boliburgueses” o “burgueses bolivarianos”.

Juan Carlos Escotet, reconocido hombre de negocios, paga los honorarios de los abogados de dos parientes de la esposa de Maduro, acusados en Estados Unidos de tráfico de drogas.

Los “boligurgueses” son los “capitalistas de la revolución”. La lista no es pequeña: Wilmer Ruperti, dueño de Global Ship Management; Víctor Vargas, del Banco Occidental de Descuento; Diego Salazar Carreño, titular de una aseguradora con contratos millonarios con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), de la cual su primo Rafael Ramírez dirigió por una década.

También Ricardo Fernández Barrueco, dueño de un diversificado holding de 270 empresas; Baldo Sansó, abogado y asesor financiero de PDVSA; Samark José López Bello, presidente de Profit Corporation que ofrece servicios a PDVSA y es testaferro del vicepresidente Tareck El Aissami.

Y la lista continúa. Esta casta de millonarios voraces y pragmáticos ofrece un robusto sustento al régimen del que se han beneficiado. Un ejemplo muy gráfico viene de Wilmer Ruperti. Este reconocido hombre de negocios paga los honorarios de los abogados de dos parientes de Cilia Flores, esposa de Maduro, acusados en Estados Unidos de tráfico de drogas. Su justificación: “Debemos darle paz al presidente, para que se enfoque a gobernar el país sin distracciones”.

2. Es una narcodictadura

Un elemento que agrava la complejidad de la situación Venezolana es el hecho de que, hasta donde apuntan diversas investigaciones periodísticas y judiciales, desde el gobierno de Nicolás Maduro se opera el tráfico de drogas. Las denuncias que vinculan a la “revolución bolivariana” con el narcotráfico no son nuevas, iniciaron dos años después de que Hugo Chávez inauguró su gobierno. El Departamento de Justicia estadounidense afirma actualmente que Venezuela es un centro global de tráfico de cocaína y de blanqueo de capitales desde donde se envía la droga para México por dos vías: Centroamérica y El Caribe.

El “Cartel de los Soles” es la organización criminal responsable por las operaciones. El grupo no inició con el chavismo, pues la Administración para el Control de Drogas (DEA) lo investigaba por lo menos desde 1993, pero sí se fortaleció con “la revolución bolivariana”.

Aún más, según el conocido periodista venezolano Manuel Malaver, el Cártel de los Soles tomó el Estado durante los años del chavismo y hoy “es el Estado”.
Uno de sus jefes, de acuerdo con las autoridades estadounidenses, es el diputado Diosdado Cabello, quien fuera brazo derecho de Hugo Chávez y uno de los hombres fuertes de Maduro.

En noviembre de 2015, Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, respectivamente ahijado y sobrino de Cilia Flores, esposa de Maduro, fueron arrestados al intentar entrar con 800 kilos de cocaína a Estados Unidos. Al ser interrogados, los dos declararon haber actuado bajo las órdenes de Diosdado Cabello.

Entre los jefes del cártel está también el vicepresidente de la República, Tareck El Aissami, a quien se le han señalado vínculos con tráfico de armas y el terrorismo islámico.

La Oficina para el Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC), sostiene que El Aissami está vinculado con el cartel mexicano de Los Zetas y el capo colombiano Daniel Barrera Barrera.

También es señalado como líder, Néstor Reverol, Ministro para Relaciones Interiores y Justicia y Comandante General de la Guardia Nacional de Venezuela, ex titular de la Oficina Nacional Antidrogas.

Los lazos del chavismo con el narcotráfico están presentes desde 1994, año en que Hugo Chávez salió de la carcel, luego de que el movimiento revolucionario que encabezó fuera derrotado dos años antes.

Chávez, que no contaba con recursos ni con respaldo internacional, fue colocado en contacto con el gobierno cubano por su mentor político, Luis Miquilena. A través de Cuba Chávez fue introducido en el Foro de São Paulo, del que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hacían parte.

Sin embargo, de acuerdo con Manuel Malaver, fue el comunista venezolano Paulo Medina quien consolidó el lazo de Chávez con las FARC. A través de él se concretó un encuentro del militar con Raúl Reyes e Iván Márquez, comandantes del grupo terrorista. El resultado de esa reunión fue un acuerdo de apoyo financiero para que el chavismo llegara al poder, a cambio de que al gobernar el país se convirtiera en un punto seguro para la recepción de la cocaína desde Colombia y de reenvío para el norte del continente.

Al llegar al poder en 1999, Chávez trancó la frontera para que sólo las FARC pudieran pasar la droga y dejó el control operativo a algunos hombres de confianza y a las fuerzas armadas.

Hoy muchos de estos hombres están en la mira de la Justicia estadounidense: Hugo Armando Carvajal, jefe de Dirección de Inteligencia Militar y ex titular de la Oficina Nacional Contra el Crimen Organizado; Ramón Rodríguez Chacín, exministro del Interior; Henry Rangel Silva, exministro de Defensa y cabeza del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB); entre otros.

Con frecuencia se cuestiona de dónde Maduro obtiene recursos para el régimen si prácticamente han acabado con la principal petrolera del país. La respuesta está aquí, en el narcotráfico, un emprendiendo ilegal que no pasa por control alguno.

3. Una cúpula militar, corrupta y comprometida

En diciembre del año pasado, el jesuita Luis Ugalde, director del Centro de reflexión y Planificación Educativa (CERPE), declaró en un foro de debates que sin los militares difícilmente podría haber una transición democrática en el país que colocara fin a la dictadura impuesta por el chavismo. En su opinión, el país necesita de un nuevo Wolfgang Larrazábal, en alusión al almirante que encabezó la sublevación que derrocó en 1958 al dictador Marcos Pérez Jiménez y encabezó un gobierno de transición.

Aunque Maduro cayera sólo por vía de la presión ciudadana, sin el respaldo de los militares, dijo Ugalde, ningún gobierno podría sostenerse por más de dos o tres meses.
El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, opositor al régimen, ha declarado reiteradamente que Maduro aún esta gobernando sólo porque la cúpula castrense así lo quiere y ha advertido que si “ese nudo no es desatado” podrán pasar décadas de chavismo. Maduro lo sabe. Por eso, los militares son más y ocupan incluso más cargos que en los años de su antecesor, Hugo Chávez.

Venezuela tiene 165 mil efectivos militares y 25 mil en reserva. Recién anunció en junio pasado que incorporará a 20 mil personas más para la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

De acuerdo con el mayor general Clíver Alcalá, quien ayudó a restituir a Chávez durante un fugaz golpe de Estado en 2002, la Fuerza Armada tiene mil generales, cuando solo requeriría 200. Un militar activo y 10 en retiro ocupan 11 de 32 ministerios, incluidos los de Interior y Justicia, Defensa, Agricultura y Alimentación. Las Fuerzas Armadas controlan la producción y distribución de alimentos básicos, además de una compañía petrolera, una cadena de televisión, un banco, una ensambladora de vehículos y una constructora.

Más que el número de ministerios debe destacarse que están en los cargos donde se manejan los mayores recursos presupuestarios. Maduro les involucró en cuestiones de difícil solución como la escasez, haciéndolos parte del problema.

El ministerio de Alimentación ha sido gerenciado desde hace por lo menos tres años por la élite militar. No solo la titularidad del gabinete ha quedado en manos de las Fuerzas Armadas, también las direcciones y todos los cargos de relevancia en por lo menos nueve empresas públicas subordinadas.

Hablamos de un total de 36 oficiales superiores del Ejército, algunos incluso llegaron a tener cuatro cargos de directivos al mismo tiempo.

Este ministerio es crucial en un país dependiente de las importaciones y con la producción nacional cada vez más a la baja. El presupuesto de los tres últimos años del Ministerio fue de 100 mil millones de dólares.

Maduro decidió conservar el poder por la fuerza y para ello ha comprado la lealtad de la cúpula militar. Lo hace dándoles posiciones desde las cuales se puedan enriquecer.
Muchos militares consideran que su libertad, su vida, su patrimonio dependen de mantener la estabilidad del gobierno y que con la oposición en el poder van a ser perseguidos

Además se ha creado un emporio industrial con 16 empresas propias y mixtas para el desarrollo económico de las Fuerzas Armadas. Maduro también les permitió crear una firma para explotar, buscar y distribuir crudo en 2016.

Además de Néstor Reverol, ministro de Interior, y Vladimir Padrino, ministro de Defensa, hay decenas de militares de alto patente enriqueciéndose con Maduro. Esta es la razón por la que la cúpula de las Fuerzas Armadas parece cerrar filas constantemente en torno al presidente.

Si consideramos que un número significativo de ellos esta también vinculado al narcotráfico, el cuadro empeora.

Muchos militares consideran que su libertad, su vida, su patrimonio dependen de mantener la estabilidad del gobierno. Piensan que con la oposición en el poder van a ser perseguidos.

Sin embargo, de acuerdo con el mayor general Clíver Alcalá y otros militares que actualmente no están en funciones, las Fuerzas Armadas cuentan con una reserva moral que no esta corrompida y que ve con claridad que sirven a un dictador, pero no están en funciones de alto mando y tienen un estrechísimo margen de maniobra.

En éste sentido, el padre Ugalde se pregunta “¿dónde está el nuevo Wolfgang Larrazábal?” El jesuita recuerda que en 1957 el almirante no era parte de cúpula castrense ni contaba con algún mérito especial y, sin embargo, dio un paso al frente y dirigió la transición democrática.

Artículo en: https://www.actuall.com/criterio/democracia/no-cae-maduro-tres-claves/


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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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