El Rezongón. Capital del “orgullo”… gay

Por Carlos de Bustamante

( Viñeta de Esteban en La Razón el pasado día 1) (*)

Como no por falta de motivos, sino por no aburrir hasta a las ovejas, les he dejado un tiempo sin rezongar. Sin embargo ellos -los de los motivos- es que no paran. Y como `los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz´, insisten machaconamente para conseguir –tal vez por aburrimiento- sus objetivos: que el error se muestre como verdad; que las anomalías degradantes para el hombre sean vistas y consideradas como libertades progresistas; que el libertinaje y la anarquía campen por sus respetos como logros frente a la opresión (¿franquista?); que al mal se le presente como bien; a la enfermedad como salud. Que… el viejo mito, que tan bien conocemos los muy mayores, la religión católica, claro, sea el `opio del pueblo´. Y que, como sea, en fin, hay que echar del gobierno de España a los que se les oponen con el mínimo de resistencia que muchos desearíamos fuera claramente mayor.

Y volviendo a costumbres paganas en los que se dieron las mayores aberraciones y degradación del género humano, lograr la decadencia que acabó con imperios tan grandes como el romano, dueño y señor del mundo ¿civilizado?

Ante semejante situación que, como el agua que cae gota a gota y año tras año sobre la mole de piedra que acaba resquebrajándose, así no el goteo, sino la lluvia torrencial nos está cayendo estos días con el llamado “Wolrd pride” que hace de Madrid la capital mundial del orgullo… gay. No siendo quién para juzgar a nada ni a nadie, sí hago huso de mi libertad de expresión para decir alto y claro, que eso que se manifiesta con alborozo por las calles de nuestra Capital, subvencionado con dinero público, no es motivo de orgullo. Repito que ni juzgo ni condeno. Pero ¿orgullo…? ¡de qué!

Creo oportuno insistir una vez más y cuantas sean precisas, las palabras de S.S. el Papa Francisco. : “¿Quién soy yo para juzgar a un gay si busca sinceramente, con buena voluntad, a Dios?”. Y como parientes próximos, los manifestantes o sus defensores, de los `ideólogos de género´, seré también sempiterno vocero de quien, Vicario de Cristo en la tierra, es, a la vez, cabeza del Magisterio de la Iglesia el mismo Papa Francisco en nuestro tiempo: S. S. el Papa Francisco, S.S. el Papa emérito Benedicto XVI, Cardenal Cañizares, Cardenal Sarah, don Pedro Trevijano… No, no es la sola obsesión de este rezongón empedernido quien ante ideologías como la tan tristemente en boga de género, hacen oír su voz ante los atónitos o indiferentes. Son además de las autoridades eclesiásticas citadas, las que, ¡faltaría más!, la denuncian; son otros muchos sin voz, laicos, que incluso arriesgan sus vidas para evitar o poner en evidencia al menos a quienes, siguiendo perversas directrices, tratan de corromper las instituciones y engañar a nuestros hijos o nietos, cuando apenas tienen recién estrenada el uso de la razón.

Para mayor abundamiento en lo dicho en el anterior Rezongón (La indiferencia–I-) tengan, por favor, un poco de paciencia y lean en la Indiferencia (II), ya publicado en este blog y que conviene recordar lo que sigue del autor teólogo, sabio y sagrado por su ministerio antes citado: Don Pedro Trevijano, sacerdote (debe tratarse, digo, de otro Rezongón, que se niega a ser indiferente…). Veamos:

“Lo que antes se llamaba corrupción de menores, ahora se llama educación afectivo-sexual interactiva y libre de tabús, pasando a ser práctica recomendable.

Sobre el autobús que «Hazte oír» ha enviado a la calle con el lema «Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva. Que no te engañen», he oído, incluso en ambientes católicos, numerosas críticas: que si es cutre, que si las cosas no se hacen así, que lo mejor es estarse calladitos, etc. A quienes así hablan, yo les haría simplemente una pregunta: «¿Según vosotros, qué habría que hacer?». Lo que para mí es evidente, ha sido nuestro silencio ¡indiferente!, en España y en el mundo, lo que ha permitido que las cosas lleguen al punto que han llegado.

¿Y a qué punto han llegado? El año pasado, en la contraportada de mi libro «Relativismo e ideología de género», escribía: «Desde hace ya algún tiempo, considero que el tema del relativismo y una de sus consecuencias, la ideología de género, son de los problemas más graves de nuestra Sociedad. Suelo preguntar sobre la ideología de género a sacerdotes, médicos, profesionales y otros, y me estoy encontrando con una ignorancia –e incluso indiferencia- supina. A lo más te lo ponen en relación con la cuestión homosexual.

¿Y qué es la ideología de género? Su Moral Sexual, salvo el caso de violación, que también desaprueban, es la misma que la Moral Católica, pero al revés. Es decir, es la Moral del Diablo». Por cierto, esto lo dijo en una Carta a los conventos de Carmelitas Descalzas de su diócesis, un cierto cardenal Bergoglio. Aunque en honor de la verdad, debo decir que me he encontrado con feministas radicales que también piensan que los vientres de alquiler, o maternidad subrogada, son una esclavitud para la mujer.

Volviendo al autobús, es indudable que los problemas que ha encontrado, como que su mensaje es homófobo, indica el nulo espíritu democrático de sus detractores. Que se le multe o se intente prohibir que circule indica solamente el miedo a la verdad que tienen los partidarios de la ideología de género. Libertades fundamentales, recogidas en la Declaración de Derechos Humanos, como las de pensamiento, conciencia, religión (art. 18), de opinión, de expresión (art. 19), de reunión y asociación pacíficas (art. 20), se ven burladas a base de escraches, como los padecidos por Alicia Rubio intentando presentar su libro, que por cierto recomiendo, «Cuando nos prohibieron ser mujeres… y nos persiguieron por ser hombres», y es que quien se atreve a pensar por cuenta propia, es un fascista antidemócrata.

Pero la ideología de género, aunque supone la lucha contra el matrimonio, la familia y la maternidad, alcanza de modo pleno a los niños y a sus padres, a quienes se quiere negar el derecho recogido en el artículo 27-3 de nuestra Constitución, y en el 26-3 de la Declaración de Derechos Humanos, que dice: «Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos». Por ello los padres que no deseen que a sus hijos se les dé la educación sexual integral que enseña a los niños menores de 4 años sobre masturbación en la primera infancia, los derechos LGBT y la prostitución legal, están en su perfecto e indiscutible derecho democrático.

Por cierto acabo de leer que en la Comisión de la Mujer de la ONU ha habido, con el cambio de gobierno en Estados Unidos, un claro giro provida y profamilia, al que se han opuesto los países de la Unión Europea, siendo el delegado de España el más crítico con la nueva postura del país norteamericano, y es que cuando nos ponemos a hacer el ridículo, somos insuperables.

La ideología de género dice que defiende la libertad sexual de niños, jóvenes y adolescentes, pero “la realidad es la pederastia. Lo único que cambia es el modo de llamarlo. Lo que antes se llamaba corrupción de menores, ahora se llama educación afectivo-sexual interactiva y libre de tabús, pasando a ser práctica recomendable”. La igualdad radical es un principio básico de esta ideología que pone la sexualidad al servicio del placer y como los órganos sexuales los tenemos para algo, es decir para usarlos, se alienta no sólo la masturbación, sino también las relaciones sexuales de toda clase, también entre menores. El Papa Francisco, ha denunciado que «los niños comienzan a oír «estas ideas extrañas, esas colonizaciones ideológicas que envenenan el alma», y las familias «tienen que reaccionar ante esto». El 27 de Julio del 2016 decía a los Obispos polacos: «En Europa, en América, en América Latina, en África, en algunos países de Asia, hay auténticas colonizaciones ideológicas. ¡Y una de ellas –lo digo claramente con ‘nombre y apellidos’- es la ideología de género! Hoy a los niños (¡a los niños!) se les enseña esto en el colegio: que cada uno puede escoger su sexo. ¿Y por qué enseñan esto? Porque los libros son de las personas e instituciones que te dan el dinero. Son las colonizaciones ideológicas, sostenidas también por países muy influyentes. Y esto es terrible. Hablando con el Papa Benedicto, me decía: ‘Santidad, ¡ésta es la época del pecado contra Dios Creador!’ Dios ha creado el hombre y la mujer. Dios ha creado el mundo así, y así, y así… y nosotros estamos haciendo lo contrario». Y el 2 de Octubre decía: «educar a los niños en la ideología de género es una maldad». Ruego, para terminar a mis pacientes lectores, que perdonen tanta insistencia sobre el mismo y ya tedioso tema. “Ellos”, sin embargo, no se cansan. Para conocimiento y efectos, vean, si les pete, “el peligro que acecha”:

Sus consecuencias serían desastrosas para los creyentes. Para todos. Vean, por favor, la batería de medidas que podrían aprobar – y que ya han presentado al Congreso- para hacer que tus creencias, y tú con ellas, desaparezcan de la vida pública:

1. Recuperar la Educación para la Ciudadanía.
2. Promover Cementerios Públicos No confesionales.
3. Eliminación de los crucifijos y de cualquier simbología religiosa de lugares públicos.
4. Actualizar en la Constitución el principio de laicidad y suprimir la referencia a la Iglesia Católica.
5. Eliminación de tradiciones cristianas como que la bandera ondee a media asta en los edificios públicos durante la Semana Santa.
6. Denunciar los acuerdos con la Santa Sede.
7. Reclamar la titularidad pública de los templos de la Iglesia.
8. Proceder a la transformación de los lugares de culto en los centros públicos en lugares de oración multiconfesionales.
9. Las tomas de posesión o promesa de cargo se harán únicamente ante un ejemplar de la Constitución.
10. Supresión de la asignatura de religión en los colegio.

La esperanza fundada, es que nosotros contamos con una Fuerza que ellos parece que no tienen. Con “el mazo dando” con Ella contamos.

(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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