Por Javier Pardo de Santayana

( Fotograma de la serie sobre zombis ‘The walking dead’) (*)

No se lo van ustedes a creer, aunque la fuente – el periódico ABC – sea normalmente de fiar. No, no se trata de una broma de esas que hacen los periódicos con ocasión del día de los inocentes. Tampoco es del día primero de este mes; lo digo por si pudieran pensar que la noticia viene arrastrada desde el día 1, que es cuando los franceses hacen gracietas de este tipo. Así que es de suponer que lo que les voy a contar va, como suele decirse, a misa.

La cosa consiste en una consulta parlamentaria de las muchas que se plantean al Gobierno. Y el remitente es un miembro de uno de esos partidos nuevos que están contra el sistema. Algo que se supone importante o por lo menos procedente aunque nos venga del representante de uno de esos batiburrillos de ocasión que nos pretenden gobernar.

Se trata en realidad de una consulta sobre las previsiones oficiales para un caso de amenaza a la seguridad de España. Ahí es nada. Así que ustedes barajarán seguramente algunas posibilidades mas o menos lógicas: por ejemplo, que se trate del terrorismo islámico, del retorno de esa ETA que nunca acba de marcharse, o incluso de los misiles intercontinentales de Corea del Norte por mucho que se pasen de distancia. O quizás ustedes imaginen un arrebato de los rusos tras el empeoramiento de las relaciones de Moscú con Washington. Y aún cabría, forzando ya la situación, suponer situaciones imposibles como una guerra civil para cargarse definitivamente a España, por no decir una posibilidad sobre la que yo mismo escribí uno de mis últimos artículos, esto es de la amenaza de que nos caiga encima uno de esos meteoritos que andan por el espacio y que pudiera provocar un gran desastre como el que en su día produjo la extinción de los enormes dinosaurios.

Pues no, señores, por lo que veo en el artículo, relegado en esta circunstancia a una discreta página interior, las puntualizaciones que se solicitan en el parlamento se refieren a la posibilidad de un apocalipsis a cargo de los zombis. Repito: ¡a cargo de los zombis!

Dirán ustedes que ya está bien; que mal está llevar un tierno infante al Parlamento o besarse allá, en el hemiciclo, entre dos señores y en la boca. Que también está mal, como hemos visto, soltar aquello de “me la suda” y “me la trae floja” para causar escándalo y mostrar una mala educación ya conocida. Por no decir el insultar gravemente al adversario, aunque, después de todo, esto no pasa de ser cosa de rufianes más que de representantes de la “ciudadanía”. Y añadirán que quienes así se comportan, como también sus compañeros de fatigas de la extrema izquierda y de los curiosos nacionalistas valencianos de los que el promotor de la consulta forma parte, tendrán cosas que hacer que no son esas, como trabajar de vez en cuando, que para ello les pagan como pagaron a los del logo del preservativo los iraníes y Maduro.

Pero lo de solicitar informe sobre las previsiones de seguridad respecto a un eventual “apocalipsis zombi“ alcanza ya una categoría tan sublime que entra en la consideración de lo que la gente llama “cachondeo”: de esos chistes pesados que no caen tan mal en una comida típica de empresa y después de trasegadas varias copas, pero que resulta inaceptable en un lugar “sagrado” en el que se redactan nada menos que las Leyes del Reino de España. Sirve, eso sí, para acabar de demostrar el tipo de gentuza al que han votado demasiados españoles, despistados e infantilizados previamente por la ESO y por la agitprop de determinados canales de televisión.

Ustedes, mis presuntos lectores, se preguntarán seguramente cuál fue la respuesta que a tan absurda consulta recibió el político, que la cosa tiene bastante bemoles. Y pensará que la contestación podría decir, por ejemplo, que para ese caso se ha decidido contratar a Superman, o que está previsto rociar a los zombis con salsa de alioli, sustancia a la que parecen ser alérgicos. O que convendría que el interesado especificase a qué familia de zombis se refiere, puesto que los hay de tipos diferentes según reflejan las películas.

Pues no. La astucia ha consistido simplemente en registrar la petición como rutina y hacer como que en el Gobierno se lo han tomado en serio. Así que ha contestado sin cambiar el gesto; forma evidente de ridiculizar aún más a quien, en nombre del partido, parió tamaña estupidez y falta de respeto. Ha dicho sin inmutarse que “ante la posibilidad enunciada por su señoría, el Gobierno no ha adoptado ningún protocolo específico más allá de los señalados – es decir los del sistema de prevención de emergencias – dada la dudosa probabilidad de que se produzca semejante circunstancia bajo tales premisas”. Sí señor. Esto sí que es sentido del humor estilo Buster Keaton.

Lo malo es que el del cuento de los zombis ande todavía por ahí, y que lo haga a costa del tiempo y el dinero de los españoles.

PS: La noticia aparece en la página 19 del diario, que, por lo que se ve, no quiso dar mayor publicidad a un memo cuyo “compromis” – a falta de mayor talento – no pasa de ser el de un payaso de hemiciclo. En “La Codorniz” habría merecido la portada.

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(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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