Una fotografía

Por Javier Pardo de Santayana

( París. Acuarela de Álvaro Castagnet en Facebook) (*)

La fotografía nos muestra la imagen de cuatro personas que posan juntas ante las cámaras. Los cuatro – tres hombres y una mujer – son presidentes de gobierno, o sea gente relevante. Y digo yo que si se han reunido será porque tienen que ocuparse de algún asunto de cierta trascendencia.

Los cuatro son europeos, así que, siendo Europa nuestro biótopo, no parece desacertado interesarse por el motivo que les reunió. Recordemos que el mundo no va bien del todo, y que Europa casi ni se sabe dónde está. Acaba de venirse a menos con la separación de una de sus principales componentes; además esta salida marca tendencia por ser la primera marcha atrás en un proceso que hasta ahora fue de integración y avance y que partió de una decisión insertada en el acontecer histórico. Tras un siglo de guerras y de enfrentamientos que condujeron a dos guerras mundiales y a situaciones de colisión entre dos grandes bloques con el trasfondo de una amenaza casi cósmica, haríamos examen de conciencia e iniciaríamos un muy notable esfuerzo por construir una Unión ejemplo de modernidad y buen sentido: una Unión que bien podría ser el paradigma de lo que debe hacerse para alcanzar un mundo en paz y una sociedad de bienestar.

Pero las cosas son como son: se ve que en la naturaleza del hombre anidan tendencias a la autodestrucción; así que entre el olvido de la Historia y las pasiones que conducen inexorablemente al mal – es decir, entre las mentiras, las envidias, las avaricias y los odios por sólo citar algunos pecados conocidos – he aquí que hemos comenzado a arrojar por la ventana todo cuanto en su día construimos, y así nos vemos ahora en una situación tan lamentable como peligrosa. Una situación ante la cual una vez más surgieron los autodenominados “representantes de la gente” enarbolando desprestigiadas fórmulas políticas siempre orientadas en contra de alguien para acabar de paso con nuestra cultura. Así ya se nos anuncia la intención de desguazar cuanto se alcanzó en el camino de la paz y la concordia, y ya se proponen de nuevo aquellas soluciones de recuelo que propician la construcción de más fronteras y restricciones contra la libertad lograda. Ya estamos de nuevo ante la persecución y la agitprop. O sea que quizá ya estemos en el final de un sueño, como dice José María Carrascal. Lo que como mucho debiera ser un paso adelante en la superación de las contradicciones de un complejo sistema de libertades y de las grandes corrupciones surgidas al calor de los excesos de una sociedad compleja y opulenta, ha derivado hacia una indignación que es explotada para alcanzar el cielo del poder.

En esta tesitura lo normal sería, siquiera por curiosidad, prestar atención a la fotografía de esos cuatro presidentes europeos, habida cuenta, sobre todo, de que uno de ellos es el nuestro. Comprendo que el jaleo armado en este patio de monipodio que es España nos tenga tan desorientados que parezca excesivo deslindar lo fundamental de lo superfluo, mas aun así no estaría mal interesarse por el alcance de la foto.

Y es que, en efecto, esos cuatro señores, entre ellos nuestro propio presidente del Gobierno, están en Versalles para plantearse un futuro de Europa que no parece importar a nadie excepto si consistiera en una ocasión más de cargársela definitivamente. Pero, naturalmente, no es así, ya que, según parece, lo que les ha animado a reunirse ha sido la necesidad de reflexionar sobre este caos que nos aflige y plantearse cuál debe ser el camino de ahora en adelante . Y estas cosas deben ir en serio por cuanto en vez de reunir una simple comisión para que todo siga como estaba han tomado el toro por los cuernos y han decidido revitalizar una Unión que necesita nuevos aires. Podrán decir ustedes: “pero si son tan sólo cuatro…” Y yo les digo que esta es precisamente la razón por la que cabe albergar cierta esperanza, dada la circunstancia de que los cuatro de la foto gobiernan precisamente los cuatro países de economía más potente de nuestro continente.

Una cosa parece evidente ya a priori, y es que, para poder dar el impulso necesario sin que la cosa se eternice, será preciso constituir una especie de núcleo dinámico que permita alcanzar algunos acuerdos básicos suficientemente decididos; es decir, que, al menos en su arranque, el impulso se enfoque según un sistema de velocidad variable. Lo cual deberá compaginarse con la respuesta al lema clásico de “más Unión y más Europa”.

Pero no esperen ustedes que la mayoría de nuestros compatriotas se pare ni siquiera un minuto para interesarse por el hecho de que España forma parte de ese núcleo de grandes países europeos que asumirán la responsabilidad de recuperar el gran proyecto de la Unión. Se fijarán, seguramente con mayor empeño, en cualquier estupidez o nadería de la actualidad del deporte o la política que pudiera engendrar cierta polémica.


(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
https://c1.staticflickr.com/3/2921/32505051734_e1b2a40419_b.jpg

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

Lo más leído