Por José María Arévalo

( Cartel de la ganadora del Oscar a mejor película, “Moonlight”) (*)

Por un error al repartir los sobres, Warren Beatty anunció que “La La Land” había ganado también – además de a Mejor actriz, Emma Stone, Mejor director, Damien Chazelle, Mejor banda sonora, Mejor canción, Mejor diseño de producción y Mejor fotografía- el premio a la Mejor película; así que, lo nunca visto, hubo que interrumpir los discursos de agradecimiento, e insistiendo en que no era una broma, proclamar que la película ganadora era en realidad “Moonlight”. No era un error tan raro porque para todo el mundo estaba cantado que triunfaría “La La Land”, o sea “La ciudad de las estrellas” en nuestros cines, que había obtenido un record de nominaciones, 14 nada menos, cuando sus más inmediatos competidores, “La llegada” y “Moonlight” tenían tan solo 8 opciones a estatuilla. Tan por sorpresa me ha cogido a mí también que, a pesar de que “Moonlight” se estrenó el 10 de febrero, aún no he ido a verla; tendré que apresurarme, pues ya todos los cines vallisoletanos menos uno la han retirado de su cartel. Supongo ahora la recuperarán.

“Moonlight”, cuyo guión dicen iba a titularse «A la luz de la luna los niños negros parecen azules-tristes», es , dice Decine21, un drama sorprendentemente sólido sobre un niño en un barrio conflictivo, a las puertas de la adolescencia, que pasa a adolescente en el umbral de la juventud, y se convierte en joven recién ingresado en la edad adulta, al que toma bajo su protección Juan, camello de origen cubano que encarna Mahershala Ali en una interpretación que le ha valido el premio a mejor secundario.

Así que la otra sorpresa ha sido el reconocimiento a películas y actores negros cuya ausencia en los premios fue tan llamativa el año anterior. Este año ya habían consegudo 6 nominaciones, 2 para ellos (Denzel Washington, actor principal por “Fences”, que dicen no ocultó su desacuerdo cuando no resultó premiado; y el citado Mahershala Ali), y 4 para ellas (Ruth Negga, actriz principal por “Loving”; secundarias Viola Davis por “Fences”, que obtuvo el Oscar, Naomie Harris por “Moonlight”, y Octavia Spencer por “Figuras ocultas”). Todas ellas de fuerte contenido ético, como mandan casi siempre los cánones de estos premios, y consecuentemente incluidas en la opción a mejor película excepto “Loving”, que no entiendo como fue pospuesta a “Comanchería” que a mi entender no da la talla.

Me alegro, pues, de las dos sorpresas, no tanto por la no discriminación, que ya el año pasado me pareció cuestión marginal, como por el triunfo de las pelis de valores humanos. De “La La Land” me ha encantado el último tercio, magnífica solución para representar lo que habría sido del amor de los dos jóvenes si el trabajo no les hubiera separado, verdaderamente emocionante; pero, no sé si por causa de la música, casi me pierdo las desavenencias de la pareja, medio dormido, en la segunda parte de la película.

Como no he podido ver a Casey Affleck en “Manchester frente al mar” (la gran mayoría de las nominadas se han estrenado en nuestros cines en los dos primeros meses del año, un agobio), mi favorito para el premio a mejor actor principal era Viggo Mortensen por “Captain Fantastic”, una película que me ha impactado, sobre una familia que lleva una vida propia de los hippies a medio camino hacia el anarquismo, también llena de valores aunque no muchos asumibles. pero admirable la congruencia entre ideas y vida que su realización implica. Como también ocurre con la película “Hasta el último hombre”, que solo se ha llevado dos estatuillas técnicas, de montaje y mezcla de sonido, pero que vuelve a demostrar –en opinión de Decine21 que comparto totalmente- que Mel Gibson es un cineasta genial, capaz de elevar una historia interesante a la categoría de obra maestra fílmica sin paliativos. Este drama bélico sobre la objeción de conciencia tenía 6 nominaciones, con la de mejor director, mejor película y mejor actor principal. Yo -a falta de ver a la ganadora- le hubiera dado los tres premios. Y creo que el público español, tan hambriento de valores patrióticos, también, como lo avala que haya sido de las primeras estrenadas en nuestro país, incluso antes que “La la Land”.

También optaba a 6 Oscar –entre ellos mejor película y mejor actriz secundaria por el trabajo de Nicole Kidman- otra de valores, la australiana “Lion” con la historia de un niño indio separado de su madre y adoptado por padres australianos; pero se ha quedado sin ninguno. Como le ha ocurrido a la exitosa “Jackie”, con solo tres nominaciones pero muchas opciones de Natalie Portman a mejor actriz principal por un trabajo verdaderamente notable, para mi gusto mejor que el premiado de Emma Stone, en papel más superficial, aunque baila tan bien que encanta.

Pero, en fin, como ya hemos comentado de este acontecimiento en ediciones anteriores, lo más interesante es que nos proporciona –entre nominaciones y premios- una relación de películas para no perderse, algunas ya conocidas por más populares, como “Animales fantásticos y donde encontrarlos”, con el primer Oscar – por su vestuario- que gana una película basada en textos de la autora de Harry Potter, lo que no dice mucho del acierto de estos premios; la estupenda “Sully” de Clint Eastwood con Tom Hanks, “Rogue One” y “Doctor Extraño”, todas ellas con clase pero sin premio; o entre las infantiles “Zootrópolis”, la mejor de animación, y “El libro de la selva”, la mejor en efectos visuales.

Y otras menos interesantes pero que han tenido su éxito, como “Escuadrón suicida”, que ha obtenido el premio de mejor maquillaje, con Will Smith –que también hace un papel memorable en la más reciente “Belleza oculta”-, “Florence Foster Jenkins” por la que estaba nominada a mejor actriz Meryl Streep, como también Isabelle Huppert por “Elle”, y me parece bien no lo hayan conseguido, sobre todo esta última, que sí ha triunfado en los Cesar franceses por la misma escabrosa película, con personajes depravados, cuando tan buenos papeles ha encarnado en las memorables “Amour”, “Luces de París”, “El porvenir”, o la Madame Bovary que hiciera más joven.

En definitiva, como todos los años, un buen número de pelis para no perderse, que es lo que importa en estos premios.