Por Carlos de Bustamante
( Tres bajo la lluvia. Acuarela de Milind-Mulik en watercolorspainting.com) (*)
Sacerdote y santo de nuestros días al que algunos hemos conocido y/o tratado. : “La transigencia es señal cierta de no tener la verdad.- Cuando un hombre transige en cosas de ideal, de honra o de Fe, ese hombre es un… hombre sin ideal, sin honra y sin Fe”.
Ideal: para el que suscribe, y con todo el respeto para quienes no le compartan, mi ideal profesional es el encendido amor a nuestras FF.AA. a las que entregué, aún con muchos fallos, los mejores años de mi vida.
Honra: relacionada con lo anterior, es el honor de mi Patria a la que con juramento a Dios, me comprometí hasta los últimos límites (la propia vida y hasta la última gota de sangre) defender su honor. Y deshonor es para mí obedecer a que se fomente la convivencia y compañerismo con homosexuales “activos” y sin ánimo de enmienda.
Perdón, comprensión, buen trato (no vejatorio) para ellos, por supuesto, caso de que se dieran –y se han dado- casos; raros, pero alguno.
Fe: referido a la mía, respetable, creo, tanto al menos como la de otras creencias. Y mi Fe, la de la Iglesia católica, mayoritaria en España, perdona, comprende, pero prohíbe, mejor: considera falta grave, las relaciones sexuales fuera del matrimonio; con notabilísimo agravante si fueran contra natura. Es decir, y contra natura no hay otras, que de hombre con hombre o mujer con mujer, a las que califica de nefandas, abominables.
¿Cómo se ha autorizado, consentido y firmado el artículo 73 de las RR.OO.? Es algo que no comprendo ni comprenderé nunca. Ni yo, ni cuantos profesionales, sacerdotes, hombres de bien (de honor), conozco y he pedido opinión. Espero, no sin inquietud, que un nuevo gobierno con la cabeza en su sitio y sin la perversidad o ignorancia del actual, suprima lo que a tantos nos ofende.
Durante 23 años, 11 de mi empleo de teniente y 12 de capitán de Infantería, España me confió la educación moral, física y militar… de 23 “quintas” (miles) de juventud española. Lo hice con fallos seguros, pero a conciencia. Intenté transmitirles, con el mayor afecto, no exento de muy dura disciplina, estos “ideales, honra y Fe”, en los que fui formado en familia primero, y luego, en los Centros Castrenses, academias de Zaragoza (General Militar) y Toledo (de Infantería) respectivamente. Y como nunca mejor dicho dejé en tal empeño media vida (en un cuerpo roto), me duele sobremanera que ahora se “tire por la borda” lo que tantas familias españolas nos confiaron.
Desde estas líneas, una vez más, hago un llamamiento a quien puede y debe detener tamaño disparate, ¿caerá de nuevo en vacío? Hago un llamamiento a la cordura y sensatez, “ideales, honra” y, a quien corresponda, “Fe”.
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(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
https://c1.staticflickr.com/1/72/31511560136_90b455f47d_b.jpg
