Arte y problemas de liquidez y de impuestos

Por José María Arévalo

( La Virgen de la granada, de Fra Angélico) (*)

Mañana es la fiesta de la Inmaculada así que me ha parecido oportuno recuperar el artículo que tenía guardado desde el mes pasado sobre el cuadro La Virgen de la granada de Fra Angélico, que publicó la crítico de arte Marta Teixidó en su blog cuadrosdeunaexposicion.com, que ya hemos citado más de una vez en estas páginas, y que se titula “La Virgen de la granada de Fra Angélico o cómo los españoles solventamos los problemas de liquidez y de impuestos de la Casa de Alba”, publicado el pasado 9 de noviembre. Así continuamos la serie sobre coleccionismo de arte, que hemos iniciado recientemente, con este artículo cuyas apreciaciones, como todo en la materia, son muy opinables pero de gran interés.

Escribe Marta Teixidó que “Es loable y necesario que las autoridades culturales de nuestro país, velen por la conservación del patrimonio histórico-artístico, lo incrementen y lo difundan para deleite de entusiastas y conocimiento de la ciudadanía. Sin embargo, tan encomiable labor encierra en más de una ocasión excesivo celo y acumulación de obras, que escasamente ven la luz expositiva.

El pasado 14 de enero, la agencia Logopress publicó la noticia en la cual la Casa de Alba ultimó la venta del cuadro La Virgen de la Granada de Fra Angelico por 18 millones de euros. Con fecha 20 de enero, apareció una nueva noticia al respecto, en la que se informaba tanto de la forma de pago como del hecho de la aceptación de la propuesta de donación de Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, XIX Duque de Alba de Tormes, de otra importante tabla florentina, una predela con el tema de la muerte de San Antonio Abad, cuyo reciente estudio ha permitido su atribución también a Fra Angélico.

En la nota del día 14, se indica que el cuadro puede valer mucho más, ya que en última salida de España para ser expuesta de forma temporal en el Meadows Museum de Dallas en Estados Unidos, la obra se aseguró en 40 millones de euros.

Entre los meses de noviembre de 2012 y marzo de 2013, esta obra, fue exhibida en Centro Centro Madrid, en la muestra “El legado de la Casa de Alba”, y según indica el catálogo, magnífico y muy detallado, la que ahora la prensa menciona como “La Virgen de la Granada”, fue denominada como “Virgen con el niño y dos ángeles”, una pieza de 1426, pintada por Fra Angelico, y que en 1817 fue adquirida por Carlos Miguel Fitz James –Stuart, duque de Alba en la época, y que hasta la fecha indicada, no había visto la luz, al permanecer en las dependencias del Palacio de Liria, con la excepción de 1955, en que la pintura fue incluida en la exposición del quinto centenario de Florencia.

Con respecto a la obra, tal como indica la nota de prensa, “La pintura, en perfecto estado de conservación, deja visible los pliegues y sombras en el paño dorado de honor sostenido por ángeles, que protege la espalda de la Virgen. El Niño Jesús, sentado sobre las piernas de su madre, está vestido con una túnica roja y juega con la granada que sujeta María con la mano derecha”. La escena transcurre mientras la Virgen, vestida con los colores propios de la iconografía religiosa de la época, rojo y azul, mira al espectador. Una magnífica composición que impide desviar la mirada consiguiendo de esta forma trasmitir el espíritu más íntimo de la escena.

Cómo puede comprobarse, una maravilla absoluta e indiscutible del arte florentino y de Fra Angelico, y naturalmente, por parte del Estado Español, fue declarada inexportable, y por lo tanto, o se la quedaba el Prado o permanecía en la Casa de Alba.

Y he aquí el quid de la cuestión: el hecho de que no era exportable, con lo cual el duque de Alba no ha podido sacar 40 millones de euros, y los impuestos de los sufridos ciudadanos de este país, que hemos tenido que pagar el reflotamiento de los bancos, el fracaso de la plataforma Castor, las preferentes de Bankia – y otros bancos – ahora hemos de solucionar los problemas de liquidez de la Casa de Alba – los ricos también lloran, afortunadamente – por el bien del patrimonio pictórico español, aunque tampoco es descartable la opción del correspondiente pago de tasas, debido al impuesto de sucesiones u otros tributos. La presencia del Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro en la presentación de ambas piezas, da que pensar que el tema económico vaya en esa dirección, y la donación de la predela también.

Como amante del arte y crítico del mismo, naturalmente estoy a favor de donaciones y conservación de patrimonio. Pero la actual legislación española con respecto a las obras de arte es extremadamente rígida e intervencionista, cuando en un mundo globalizado como el actual, debería existir más fluidez y más abertura de fronteras y de posibilidades de compra-venta, y seguir los pasos del Reino Unido, cuyas mayores exportaciones son precisamente las de venta de obras de arte.

Los impuestos de los españoles no tienen por qué pagar la falta de recursos económicos, ya que ésta es la más que probable razón de la venta del cuadro al Museo del Prado, sin descartar, como ya se ha mencionado anteriormente, la posible liquidación de tributos de la Casa de Alba. Según indicó la agencia Logopress en un comunicado posterior: la compra será abonada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y el Museo Nacional del Prado en cuatro anualidades, a partir de 2016. El Ministerio aportará a la compra diez millones de euros a pagar en tres años a partir de 2017 y el Museo contribuirá con ocho millones de euros, cuatro de los cuales serán aportados por la Fundación de Amigos del Museo del Prado, iniciando su abono en 2016 –

Ante la actual problemática con respecto a jóvenes sin empleo, trabajos precarios, empresas que cierran y una economía inestable, por mucho que el gobierno – en funciones – manifiestara a los cuatro vientos unas bondades macro-económicas que en nada tienen que ver con la micro-economía real, noticias como esta hieren la sensibilidad de quien las lee y de quien sufre los recortes en sanidad, educación, o le desahucian la casa. Y no se trata de demagogia, sino de una realidad que todos los ciudadanos vivimos directa o indirectamente.

A ello hay que añadir la deslealtad que ejerce el Gobierno Español y el Ministerio de Hacienda con personas físicas y jurídicas que ante falta de recursos para pagar impuestos, desean abonar las cantidades correspondientes con obras de arte, también de gran valor, y no lo admiten porque la agencia tributaria necesita dinero, no arte.

El duque de Alba debería haber tenido la libertad de llevar la obra a casas de subasta de reconocido prestigio, y sacar el mejor partido posible, y el Estado Español a pujar como cualquier otro millonario. Si no tiene dinero para ello, pues no compra.

En esto, la baronesa Thyssen (Carmen Cervera), tuvo mejor acierto y puso a buen recaudo en un paraíso fiscal la famosa “La exclusa” de John Constable, por lo que el Estado Español nada pudo hacer al respecto, y Tita Thyssen, rica en arte pero no en liquidez, saco unos nada desdeñables 25 millones de euros.

Vivimos en un país que para sostener un estado autonómico y burocrático insostenible, es restrictivo y acaparador con los impuestos, tanto para las grandes fortunas que NO operan en bolsa, o sea, no trapichean con Sicavs ni nada por el estilo, como para nosotros, ciudadanos grises que sólo servimos para pagar impuestos. Si fuese un estado de política anglosajona, que fuera la sociedad civil que a través del mecenazgo favoreciera las actividades culturales y humanistas, muchos famosos pagarían muy a gusto los impuestos, y a otros, no seríamos los españoles, cornudos y apaleados en demasía, los que solucionaríamos sus problemas económicos.

NOTA: En el número 3732 de la revista Hola, con fecha 10 de febrero, apareció la noticia de una posible disconformidad de la familia de Alba con respecto a la venta de La Virgen de la Granada, algo que Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo descartó con toda seguridad, aludiendo un nueva «re-ordenación de la casa, todo el aspecto económico y estructural y quería que al desprenderme de este cuadro fuera al Prado….» , así que es como la apertura al público del Palacio de Dueñas, algo comentado hace tiempo con la fallecida Cayetana.

Evidentemente, una re-orientación como forma de obtener ingresos importantes con la finalidad de seguir conservando tan magnífico patrimonio, y que sigue la tradición de la aristocracia inglesa con visitas guiadas a sus fincas, castillos y mansiones. Algo absolutamente imprescindible ante un Estado tan devorador de impuestos como el español.”


(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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