Mentalizando y concienciando

Por Javier Pardo de Santayana

( Desguace. Acuarela de Direk Kingnok en Facebook) (*)

Nada hay peor que la ignorancia, y aquí tenemos un excelente ejemplo con la irrupción de nuestros destructores “nuevos bárbaros» por obra y gracia de quienes les sirvieron el gobierno de gran parte de España con tal de fastidiar a su adversario. Y ahí tenemos haciendo el ridículo a una pandilla de ignorantes que no hacen más que meter la pata clamorosamente. Lo último ultimísimo ha sido lo que ocurrió en Madrid con motivo del “Dia sin automóviles”, en el que, según nos han hecho conocer los medios, en vez de conseguir una disminución de retenciones, lograron el increíble éxito de – agárrense ustedes – ¡hacerlas aumentar entre un 40 y un 89 por ciento! O sea, que en vez de disminuir el caos tuvieron el arte de aumentarlo. ¿Hay quién dé mas, señores? A esto lo llamo yo hacer el ridículo.

Y es que, como es sabido, cuando se carece de ideas suele acudirse a los recursos fáciles que ahora nos brinda el cóctel de buenismo y de relativismo que estimuló aquel funesto dirigente nuestro que fomentó desde el Gobierno éste y otros varios trucos y maniobras más propios de la agitprop de los soviéticos que del fair play de una nación civilizada y libre. Y uno de los truquillos más a mano consistiría en promover cosas bastante tontas como lo del “Dia” citado, que para nada sirve salvo para dar ocasión al “postureo”. Palabras claves son a tal efecto “concienciación” y “mentalización”, lo que hace suponer que creen que la “ciudadanía” está formada por niños de guardería por no decir de pecho.

Pretenden, sí, que las instancias públicas nos enseñen, cual si fuéramos tontitos, lo que debiéramos hacer en cada situación para no salirnos de la cacareada “corrección política”, cosa por otra parte inútil cuando hay ediles que directamente orinan en la vía pública y hasta se jactan de ello. A menos que consideren que esa “corrección” promueve la micción en vía urbana. “Mentalizar” y “concienciar” son los supuestos objetivos, tan cursis como pretenciosos, y que eso es lo que deben hacer los gobernantes: adoctrinar a los contribuyentes. Para afianzar lo cual quieren contar con una estación de radio ad-hoc en el ayuntamiento.

Pues sólo faltaría que nos “concienciase” esta gentuza sin otros principios que la mala baba y su preferencia por la mugre de los okupas, los grafiteros y otros desconsiderados adictos a la suciedad física y moral; esos que nos ofrecen el espectáculo de un edil graciosillo que se dedica a escribir comentarios de mal gusto sobre las niñas violadas o de una joven de furia desatada haciendo su “striptease» particular en las capillas al grito de pintadas que proponen una nueva quema de templos recordatorias de las de 1936. Sí; me refiero a quienes también, adornados de pendientes en la oreja como símbolo de la nueva elegancia, y por supuesto despeinados, reciben en mangas de camisa a las autoridades militares extranjeras o promueven espectáculos para los niños en los que airean los típicos eslóganes de nuestros conocidos asesinos múltiples.

Este es el tipo de gente impresentable que se complace con las infumables frases hechas y los pareados de pancarta o con fotografías de su éxito en “Días” como éste, es decir, dedicados a cosas que suenan bien y sirven para poco, pero que sobre todo no implican exigencias económicas ni gasto de materia gris. Gentes que se conforman con cosas como esta del “Día sin automóviles” para marcarse un detalle sublime de “corrección política” prefabricada para consumo de aquellos ciudadanos que leen poco y no discurren mucho. Y como “Días” hay hasta del inodoro, ahí tienen una buena posibilidad para lucirse y presumir de que se ocupan de algo más que de hacer su propaganda clásica. Lo malo es que, para salir del paso y que no se les tenga por inútiles, todo lo que se les ocurre son cosas verdaderamente estúpidas, como lanzar propuestas de limpieza a base de niños que recojan las colillas, y de madres – ojo que de padres nada, que esto sí es machismo – que agarren las escobas y limpien las aulas del colegio en vez de ponerse serios y perseguir a los marranos. Y mientras tanto, la casa por barrer, pues la limpieza es ya una asignatura pendiente que no saben como superar; como también ocurre con firmes, aceras y bordillos, convertidos ya en trampa saducea. Dos amigos míos se han roto ya sus caderas respectivas al pisarlas en falso.

Ejemplo de pequeñas manías seductoras es también el de las dichosas bicicletas, ese nuevo becerro de oro que ha surgido de un anticuado odio hacia los automóviles y que para algunos progresistas es un emblema y símbolo de la implacable clase “explotadora”. Su proliferación creciente crea un problema adicional a la “seguridad vial” por la incompatibilidad entre los dos vehículos en el fluir de la ciudad. Digo yo si tendremos que abrirnos metro y medio en plenas calles de Madrid para adelantar al velocípedo tal como las actuales normas dictan para la circulación por carretera. Pero no nos preocupemos, que ellos previamente nos “mentalizarán”-

Otra interesante actividad consiste en cambiar los nombres de las calles, plazas, salones y edificios. Así la calle dedicada al creador de la Legión y todas aquellas dedicadas a gente que les cae mal a ellos, que para eso hasta sacaron una ley. Las sustituyen por cursilerías o las utilizan para recordar a algunos personajes que fueron de su cuerda. Yo me pregunto si sucederá lo mismo en Francia, por poner un ejemplo, con el recuerdo de Napoleón, que al fin y al cabo se proclamó a sí mismo emperador, sojuzgó a la mayor parte de Europa y arrampló con nuestras obras de arte, todo esto como colofón de la famosa Revolución Francesa: la de la “Liberté” la “Égalité” y la “Fraternité”. Por lo pronto, aquí lo último ultimísimo ha sido en este aspecto el cambio de nombre del llamado “Salón de la Reina Regente” en Barcelona, con lo bien que suena como recuerdo de la Historia. Creo que lo han sustituido por el de un alcalde republicano, pero no puedo decirles quien porque no le conoce ni su señora madre.

En fin, que estos nuevos aprendices de brujo se están luciendo ante la “ciudadanía embelesada”. Por ahora algunos de sus líderes andan por ahí metiendo miedo y orgullosos de amedrentar a los que llaman “poderosos”, que eso sí es una buena forma de “mentalizar”. Les verán ustedes avanzando en grupo con aire intimidatorio como de auténticos mafiosos o chulos de barrio bajo.

Sí señores, aunque cueste creerlo, este es el panorama actual del día a día en un rincón de Europa en el que pretenden “concienciarnos”.


(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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