Arquitectura religiosa olvidada. 80. Tordesillas. IV

Por José María Arévalo

( Santa Marina. El dibujante flamenco Anton Van den Wyndgaerde la dibujó a mediados del XVI solitaria, ubicada más allá del monasterio de Santa Clara) (*)

Seguimos en Tordesillas, donde hubo muchos edificios religiosos hoy desaparecidos, como las ermitas de Santa Cecilia y Santa Marina, de las que veremos ahora su historia y avatares, siguiendo el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid”, de los arquitectos vallisoletanos Juan José Fernández Martín, Francisco Pedro Roldán Morales, José Ignacio Sánchez Rivera y Jesús Ignacio San José Alonso, que venimos reseñando.

Ermita de Santa Cecilia

Esta ermita se ubicaba en el terreno conocido por el Palenque ( E. FERNÁNDEZ TORRES. p. 20) que debía situarse entre la villa y Torrecilla de la Abadesa . ( Catálogo Monumental, “Tordesillas”, p. 194 Y 199. Libros de Visita de Santa María, años 1606 y 1651) A fines del XVI ya se mandaba reparar ‘bajo pena de excomunión por parte del Visitador diocesano, señalando que los que debían hacerla eran los terceros y cogedores de diezmos

Regoge el Catálogo Monumental , “Tordesillas”, p. 194: Libro de visitas de Santa María. 1594.- Otrossi Su Merced, mandó so pena de excomunión y de 4 ducados aplicados para el reparo de esta ermita a los terceros y cogedores de diezmos en cualquier manera a esta ermita de Santa Cecilia que siéndoles notificado este mandamiento desde en adelante no acudan con los dichos diezmos a la dicha ermita, pertenecientes a persona alguna hasta tanto que la dicha ermita se reedifique y repare de todo … Este dato nos informa que este edificio había sido antes parroquia pues recogía diezmos. Éstos diezmos se dividían en tres partes o tercias y una de ellas la destinaba el recaudador o tercero a la fábrica. La cólera del Visitador contra el tercero se desata porque esos fondos no se destinaban a los fines para los que habían sido recaudados por la iglesia tratándose, por lo tanto, de un caso de fraude.

Santa Cecilia es advocación frecuente en las parroquias medievales y está presente en los primeros santora1es hispánicos. Por lo tanto debía tratarse de una parroquia fundada cuando la repoblación de los territorios del Duero ya fuera como arrabal de Tordesillas o como población aparte, pero siempre dentro de su término.

Doce años después de la visita relatada, en 1606, volvía a mandarse que se reparase, porque no se había hecho nada. En este año el tejado estaba hundido y la puerta sin cerradura, pero los muros aún se tenían en pie, si bien se señala que también amenazando ruina. Aparte de la reparación se pide que se haga un altar y una imagen de Santa Cecilia para que se reinstaurase el culto en la ermita.

Medio siglo después, en 1651, la ermita seguía arruinada. En ese año se había dado un préstamo sobre sus bienes teniendo la obligación de reparar el edificio la persona que lo disfrutara. Nada se hizo. A comienzos del XVIII, 1716, ya era completa la ruina y se hablaba de Santa Cecilia en pasado. Ciento cincuenta años habían pasado desde que se produjera la ruina del tejado.

A principios del XX sólo se conservaba la memoria y eran visibles algunas piedras en el lugar formando vallados de fincas.

Ermita de Santa Marina

Los pocos restos que de ella quedan se encuentran al este de la población, en un arrabal extramuros que se alza en una atalaya sobre el Duero. Aún perdura la calle homónima que desciende desde el convento de San Francisco y parroquia de Santiago hacia el río. Santa Marina. El dibujante flamenco Anton Van den Wyndgaerde la dibujó a mediados del XVI solitaria, ubicada más allá del monasterio de Santa Clara, tras una vaguada aún existente hoy día ( R. L. KAGAN). Tenía, en ese momento, una nave cubierta por tejado a dos aguas y una puerta a los pies, espadaña en la cabecera y soportal al norte, tendido a 10 largo del lateral de la nave, lo que induce a pensar que tendría también salida en esa dirección. Noticias de su cofradía se tienen por sus constituciones de 1551 ( E. FERNANDO TORRES, p. 18) aunque el culto ya se señala como inmemorial por lo que todo apunta a que se trataba de una parroquia en un arrabal de la villa que, venida a menos, terminó siendo ermita patrocinada por una cofradía. Así se señala en la visita de 1623, en la que el representante diocesano constataba que había cofradía y que el edificio estaba en buen estado, como también lo estaba casi cuarenta años después, durante la visita de 1651 ( Catálogo Monumental , “Tordesillas”, p. 198).

Algo después, en 1710, se dice que estaba medio arruinada, provocando una reunión del Cabildo Eclesiástico de Tordesillas para proceder a su reparación. En esta reunión se decide indultar a los cofrades de servir a la cofradía a cambio de una cantidad económica nada despreciable, pues se trataba de 625 reales por persona.

La medida surtió efecto pues sólo cinco años después ya se había rehecho bóvedas, paredes, pavimento y coro, dándose por terminadas las obras el año siguiente. También se debió encargar un retablito y alguna cosa más para la obra de las paredes ( Catálogo Monumental , “Tordesillas”, p. 3l5: Acuerdos del Cabildo Eclesiástico, 19-VIl-1710. Acuerdo de la Cofradía de Santa Marina.- Que por estar la ermita de Señora Santa Marina, patrona y abogada de esta cofradía muy deteriorada y arruinada su fábrica, por su mucha antigüedad y con tan poca decencia que para celebrar en ella el santo Sacrificio de la Misa, no se puede hacer sin mucho cuidado por combatir los aires y otras inclemencias, y es razón se repare y se ponga con la mayor decencia y por no tener para ello medios ni efectos halló por más prontos y efectivos el que se indulten algunos cofrades que no han servido la dicha cofradía para que con la porción que dieren a dinero de presente, se les de por servidos y excusados de servir la cofradía y se hagan dichos reparos, advirtiendo que los que se han de excusar han de dar a 625 reales cada uno por una vez… 19-VII-1715.- … y habiéndose consumido en dicha obra lo que ha parescido necesario para la fábrica de las bóvedas, tejado y pavimento, paredes y coro de dicha ermita, falta de concluir lo tocante al altar y retablillo, que se ha de hacer, y un colgadizo para el reparo de las paredes de dicha ermita…) En estos documentos también se subraya la gran antigüedad de la fábrica que reafirma la hipó tesis de que se trataba de un edificio medieval que comenzara siendo parroquia.

Después de la reparación del templo, en 1725, la cofradía redacta nuevas constituciones para el regimiento de la hermandad, donde se declara que es una corporación de sacerdotes. Este explica que la decisión de reparar la ermita la tomara años atrás el Cabildo Eclesiástico de Tordesillas Y que la cuantía de la indulgencia por no dar servicio a la cofradía fuera tan elevada. También se aclara aquí la causa de que las decisiones tomadas fueran tan rápidamente ejecutadas, cuando se recogen testimonios abundantes, incluso en Tordesillas, de que no se atendían con diligencia los dictámenes de los visitadores acerca de las reparaciones en los templos. Entre los ilustres miembros de esta cofradía de eclesiásticos figuraron varios obispos y canónigos, obteniendo del papado numerosas indulgencias para sus cofrades y devotos ( E. FERNÁNDEZ TORRES, p. 18: Su origen es antiquísimo; pero por haber desaparecido los primeros libros de la Cofradía de Eclesiásticos en ella fundada, no puede determinarse. Sólo consta por las Ordenanzas del Clero de esta villa, formadas en 1551 que su culto era ya inmemorial. Las nuevas constituciones por que se rige esta ilustre hermandad de sacerdotes, datan de 2 de junio de 1725, en la cual fecha fueron aprobadas por el Ilmo. D. Fray José de Talavera, Obispo de Valladolid. Se ha visto enriquecida con varias indulgencias plenarias y parciales, que podían lucrar los cofrades y los que no lo eran, por SS el Papa Clemente XII; y que por haber sido concedidas por tiempo determinado y no pedir ampliación, se han perdido. Esta cofradía celebra la festividad de la Santa con rito de 2ª clase por concesión de la Sagrada Congregación, cuya auténtica conserva entre sus papeles, y se ha visto honrada con los nombres de dos Sres. Obispos: el Ilmo. Sr. D. Antonio Joachin de Suria, que ingresó como cofrade el 16 de junio de 1782 y el Ilmo. Sr. D. Martín Delgado, que lo verificó el 17 de julio de 1749: ambos eran obispos de Valladolid. Ha contado también entre sus miembros varios canónicos, como el doctoral de Soria y después de Zamora, D. José Arredondo, por no citar otros) .

En la ermita se veneraba una imagen de la Santa que era retocada por el dorador Juan Carro a fines del XVIII. En esas fechas, poco más o menos fue también reconocido el templo por el visitador, encontrándolo decente ( Catálogo Monumental, Tordesillas, p. 198: Libro de visitas de Santa María, año 1771).

A mediados del XIX seguía manteniendo su culto pero a mediados del XX desapareció ( MADOZ, p. 117). (M. A. ZALAMA RODRIGUEZ, p. 191, lo llama Santa María), siendo ocupado por un particular, como lo está hasta el momento.

En la actualidad quedan varios restos que son visibles en tapias y vallados de los edificios levantados en el entorno. Destaca un gran muro de piedra sobre el Duero que podría ser la plataforma del atrio, donde se yerguen fustes cilíndricos que pudieran haber sido pilares de un soportal y que hoy sustentan el porche de un chalé. El muro de piedra se levanta en mampostería caliza y tiene dos lienzos enmarcados por torrecillas cilíndricas: dos en los extremos y una en el centro, rematándose por una gruesa moldura de media caña.


(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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