Foramontanos. 11. El fuero de Brañosera (II).

Por Carlos de Bustamante

( Acuarela de Manuel Gutiérrez de la Concha, en el libro homenaje editado por Caja Cantabria) (*)

Dada la importancia del documento, me pareció conveniente dar el número II al presente relato. El 2º sobre Brañosera. Tanto Pérez de Urbel como García Guinea dan como posible que el conde Munio Núñez dominara Liébana y Campoo en el reinado de Alfonso II el Casto. Él es quien se encarga de reclutar a varias familias de Cabuérniga como primera avanzadilla hacia la repoblación; ruédense considerar como los foramontanos de primera hora. Se establecen en parajes montañosos con vistas a la Meseta. Son los pobladores de lo que se conoce como el primer municipio. Por su importancia transcribimos el Fuero o Carta-puebla de Brañosera.

He aquí el Fuero: «Sea en el nombre de Dios. Amén. Yo Munio Núñez y mi mujer Argilo, buscando el Paraíso y recibir merced, hacemos una puebla en el lugar de osos y caza y traemos para poblar a Valerio y Félix, a Zonio, Cristuévalo y Cervello con toda su progenie y os damos para población el lugar que se llama Braña Osaría, con sus montes, cauces de agua, fuentes, con los huertos de los valles y todos sus frutos y os marcamos los términos por los puntos que se llaman de la Pedrosa y por el Villar y los Llanos y por Zorita y por Panporquero y por Cuébanes y Peña Rubia y por la Hoz por la que discurre el camino de los de Asturias y Cabuérniga y por aquel Petrizo que está enclavado en el Valle Verzoso y por el Collado Mediano y os daremos, yo el conde Munio Núñez y mi mujer Argilo a ti Valerio y Félix y Zonio y Cristuévalo y Cervello esos mismos límites a vosotros y a aquellos que llegaren a poblar Braña Osaría.

Y a todos los que de otras villas vinieren con sus ganados o por interés de pastar los prados de los pagos que se mencionan en los términos de esta escritura, los hombres de Braña Osaría les cobren el monttático; y tengan derecho sobre aquellas cosas que se encuentren dentro de esos términos: la mitad para el conde y la otra mitad para el Concejo de Braña Osaría. Y todos los que llegaren a poblar la villa de Braña Osaría no paguen abnuda ni castellanía, sino que tributen, en cuanto pudieren, por infurción al conde de esta parte del reino. Y levantamos dentro del espeso bosque de Braña Osaría, la iglesia de San Miguel Arcángel y yo Munio Núñez y mi mujer Argilo para sufragio de nuestras almas, donamos tierras de labor a los lados de dicha iglesia y para la misma. Y si algún hombre después de mi muerte o la de mi mujer Argilo contradijere al concejo de la villa de Braña Osaría por los montes o límites o contenido que en esta escritura se señalan, de sus bienes pagará antes de litigar, tres libras de oro al fisco del conde y que esta escritura permanezca firme. Se sepa que esta escritura se hizo el jueves, feria tercera de los idus de octubre, corriendo la era ochocientos sesenta y dos, reinando como rey, el príncipe Alfonso y siendo conde Munio Núñez. Yo Munio Núñez y mi mujer Argilo rubricamos esta escritura. Palafrenero rubrica; Armonio presbítero, Munito, Ardega Zamna, Vícente, Tello Abecza, Valerio, rubricamos como testigos”.

García Guinea comenta que la población de Brañosera en sitio tan inhóspito no es explicable sin haber poblado lugares más fáciles de vivir. Se supone que esta región era un paso de asturianos de Santillana y cornecanos de Cabuérniga por la existencia de la calzada romana que unía Suances con Sasamón. Varios condes confirmaron el fuero de Brañosera; como Sancho García, conocido como el “Conde de los buenos Fueros».

A diferencia de los auténticos foramontanos, los pobladores de Braña Osera son cultivadores libres, pero sin armas. Habían conseguido el estatuto de libertad. Desde estas tierras de pastos se asoman tímidamente a los valles del Rubagón, Camesa y Pisuerga; las fortalezas de Aguilar y Cervera les inspiran cierta seguridad en su avanzar a tierras de la Meseta. Ángel de los Ríos se pregunta: «¿Cuál sería el condado de Munio Núñez?”. Y el mismo se responde deduciéndolo de la repoblación general partiendo de Brañosera. “Puebla Aguilar y la apellida de Campoo, probablemente por ser de Campoo los repobladores. Otro criadero de fieras, lindante con Brañosera misma y asentado como nido de águilas. Nacen otras poblaciones cuyos nombres quedan inspirados en una naturaleza abandonada: Matamorisca, Matalbaniega, Matadeboz… “Don José, el Duende de Campoo, deduce que Munio Núñez era conde de Campoo.


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Tres foramontanos en Valladolid

Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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