Arquitectura religiosa olvidada. 10. En San Cebrián de Mazote y Mota del Marqués

Por José María Arévalo

( Iglesia Parroquial de El Santísimo Salvador, en Mota del Marqués. Acuarela de Francisco Pedro Roldán Morales) (*)

Seguimos viendo los edificios en ruina del Partido judicial de Mota del Marqués, siguiendo el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid”, de los arquitectos vallisoletanos Juan José Fernández Martín, Francisco Pedro Roldán Morales, José Ignacio Sánchez Rivera y Jesús Ignacio San José Alonso, que venimos reseñando. Hoy volvemos a Mota del Marqués, de la que hace dos semanas recogíamos la historia y estado actual de la Ermita de Nuestra Señora de las Viñas, para analizar ahora su Iglesia Parroquial, llamada de El Santísimo Salvador; así como, de San Cebrián de Mazote, el Convento de Santa María de las Dueñas o Santa María la Real de monjas Dominicas. Empezamos por este último, en el orden recogido por los autores.

SAN CEBRIÁN DE MAZOTE

Convento de Santa María de las Dueñas o Santa María la Real de monjas Dominicas

( San Cebrián de Mazote, Convento de Santa María de las Dueñas. Foto en el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid”) (*)

En 1305 Doña Teresa Téllez de Meneses, de noble familia palentina, fundaba un convento de dominicas en San Cebrián de Mazote, dentro del casco urbano ( Catálogo Monumental, Mota del Marqués, p. 153. Inventario Artístico de Valladolid y provincia p. 260). Poco después, a mediados del mismo siglo, el lugar de San Cebrián ya era de las «dueñas» de dicho monasterio ( J. ORTEGA RUBIO, Tomo II, p. 27: En el libro Becerro de Pedro I se lee que San Cebrián de Mazote pertenecía al infantazgo de Valladolid y era de las dueñas del monasterio de dicho lugar). El edificio que hasta nosotros ha llegado, conocido como «El Convento», consta de una iglesia y algunas dependencias anejas.

El edificio consta de dos partes, principalmente: un templo cuya cabecera y primeros tramos fueron construidos en el XV con estructura gótica y bóvedas de crucería, y una ampliación a los pies con cánones herrerianos, del XVII. En lugar inmediato quedan unas arquerías de medio punto rebajadas que apoyan en rotundas columnas toscanas que debieron ser de un claustro. El acceso al conjunto se efectúa por una gran portada clasicista adintelada bajo balcón que se abre a los pies de la iglesia, sobre una placita.

La comunidad fue suprimida en 1837, pasando a continuación el inmueble a propiedad particular ( P. MADOZ, p. 51). El edificio muestra un preocupante estado de abandono y no ha podido ser estudiado porque en la actualidad su dueño no vive en el pueblo (Diario ABC, 31-VII-2000).

( Convento de Santa María de las Dueñas o Santa María la Real de monjas Dominicas, en San Cebrián de Mazote. Foto en el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid”) (*)

En el humilladero del Cristo, que se mantiene con culto, se guarda una escultura que puede ser de Santo Domingo u otro santo de la Orden de Predicadores que, probablemente, provenga de este convento, además de un San Juan procedente de un Calvario ( J. I. SÁNCHEZ RIVERA, 3, p. 293).

MOTA DEL MARQUÉS

Iglesia Parroquial de El Santísimo Salvador

Se encuentra a media ladera del cerro situado al nordeste del pueblo, donde se levanta el Castillo. Desde el torreón que aún le queda descendía un camino por la antigua puebla, situada alrededor, donde la iglesia de El Salvador hacía de parroquia. Con el correr de los siglos la población fue descendiendo del cotarro hacia Nuestra Señora de Castellanos, en mitad del valle ( L. SAINZ GUERRA, F. P. ROLDÁN MORALES, p. 322), agregándose las casas a los lados del camino que bajaba desde el castillo. En un ensanche se situó la plaza y un poco más abajo la nueva iglesia de San Martín, agregada a la de Castellanos. Pero este nuevo edificio pertenecía a la diócesis de Zamora, en tanto que la del Salvador era de Palencia. En consecuencia, hubo un trasvase de vecinos hacia los dominios de otra diócesis que determinó no sólo la despoblación de parroquianos en lo alto del pueblo, sino también la evacuación de rentas hacia otra diócesis. Aún a mediados del XIX la iglesia mantenía su culto y un sacerdote, como es lógico de la diócesis palentina, y cada parroquia tenía su propio cementerio ( P. MADoz, p. 89).

La iglesia terminó cerrando sus puertas y se inició la ruina. Actualmente en la otra parroquia, San Martín, se conserva la imagen del Cristo de los Pobres, de tamaño mayor que el natural, que estaba en el Salvador. Es talla gótica del XIII ( Catálogo Monumental, Mota del Marqués, p. 85: Sacristía Antigua de la parroquia de San Martín).

( Iglesia Parroquial de El Santísimo Salvador, en Mota del Marqués. Foto en el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid”) (*)

El edificio se encuentra muy alterado por el estado de ruina, que afecta a la mayor parte de sus estructuras. Sólo se ha salvado de este avanzado estado de destrucción la espadaña situada a los pies del edificio. En torno a ella el camino se amplía en un bancal que rodea también la portada.

El edificio era principalmente del XVI con reformas del XVIII, ya que en 1774 se utilizó piedra del castillo para realizar las modificaciones oportunas ( Catálogo Monumental, Mota del Marqués, p. 76). Tuvo tres naves separadas por arcos de medio punto sobre pilares presididos por capilla mayor, del XVI, donde los rincones mostraban las ménsulas que servirían de apoyo a una cubierta de crucería, algo similar a lo que se puede ver en la vecina ruina de Berceruelo. La nave se cubriría con armadura mudéjar.

Los arcos de la nave voltean paralelos al eje longitudinal del templo y aún mantienen su estructura. Sin embargo buena parte de las otras fábricas se han perdido: de la capilla mayor no queda nada hoy en día; tan sólo se conoce el lugar que ocupó por la huella de sus muros. A los pies del templo, la nave de la Epístola se interrumpe en su último tramo y configuraba un soportal que protegía la entrada; se alinea con la directriz de los arcos que comunican la nave mayor y la de la Epístola. La portada es una amplia puerta adintelada de piedra recercada por un cajeado escalonado en sus jambas y dintel. Sobre ella se conservan las cajas de los pares de madera que constituían parte de la estructura que cerraba el soportal.

( Iglesia Parroquial de El Santísimo Salvador, en Mota del Marqués. Foto en el libro “Las ruinas de Dios. Arquitectura religiosa olvidada en la Provincia de Valladolid”) (*)

A la altura de la cabecera, lado del Evangelio, se conservan restos de una estancia cubierta con cúpula esférica que mantiene los cajeados en las jambas de los accesos desde las naves.

A los pies del templo se mantiene aún en pie la espadaña y, a su izquierda, un pequeño recinto cerrado con dos huecos altos resueltos con arcos de medio punto que hacía las funciones de osario. La espadaña es del XVII, alza dos cuerpos de piedra donde se perforan arcos de medio punto para las campanas rematados por bolas sobre pirámides, como en Almaraz.

Se construye la espadaña sobre una potente bancada de piedra concertada de desigual factura, que sirve de zócalo para asentar sobre ella los dos cuerpos de campanas. En la parte baja de este zócalo existe un arco de medio punto que se abre a la nave central. En el interior la bancada de la espadaña posee una escalera de piedra que posibilita la subida a una tribuna de losas de piedra situada tras el primer cuerpo de campanas, losas que se apoyan mediante pilares de piedra en los propios peldaños de la escalera. Al exterior se manifiestan unas ménsulas que recorren la anchura del zócalo, lo que sugiere la existencia, en otro tiempo, de una tribuna corrida en toda su anchura, como en Torrecilla de la Torre.

La transición al primer cuerpo de campanas, más estrecho, se realiza mediante derrames laterales. En este primer cuerpo se abren dos altos arcos de medio punto en los que se marca la línea de imposta mediante un sillar resaltado que recorre toda la espadaña. El paso al segundo cuerpo de campanas se resalta por moldura de baquetón y cima recta, mientras que aletas laterales convexas establecen la transición a su menor anchura. Arriba se abre un solo arco que sigue la construcción de los del cuerpo bajo, con idéntica línea de imposta. El conjunto se remata con un frontón cerrado por moldura, disponiendo un óculo ciego en su interior. A ambos lados del frontón, como en los derrames curvos del segundo cuerpo de campanas, se disponen los remates mediante bolas sobre pináculos. En último término el conjunto se remata mediante una cruz de piedra.

El edificio, construido en piedra de diferentes facturas, presenta también estructuras de tapial y ladrillo, todas ellas en muy mal estado, dado la general situación de ruina, aunque esa ruina del tapial ya se arrastraba desde siglos atrás ( Catálogo Monumental, Mota del Marqués, p. 123) : Visita de 1604.- … halló su merced que por ser las paredes de la dicha iglesia de tierra se iban desmoronando, por tanto mandó su merced a los curas y mayordomo de la dicha iglesia, les hagan dar una capa de barro por de fuera de tal suerte que mejor convenga, lo cual hagan y cumplan y dentro de cuatro meses). Tan sólo se salva de la ruina total la espadaña, que sin embargo amenaza con desplomarse ladera abajo, pues ya se encuentra inclinada y aparecen grandes grietas en las uniones con los muros del edificio. Sin duda este desplome viene propiciado por fallos en su cimentación, asentada en un terreno difícil en la pendiente de una ladera. Ya presentó problemas de estabilidad la torre, cuando en 1606 se derribó una anterior por miedo a que se hundiese. Los problemas se extendieron a una de las arcadas longitudinales que debió ser apeada. En definitiva, que la ruina de la parroquia del Salvador no ha sobrevenido bruscamente por su abandono sino que era un mal crónico que ya amenazó al edificio cuando aún estaba en servicio, provocando continuas reparaciones que compensaran sus defectos constructivos, sus carencias materiales o sus problemas de asiento.”

Veremos en el próximo artículo, en Peñaflor de Hornija la Iglesia Parroquial de San Salvador, y en Tiedra, la Iglesia Parroquial de San Pedro.


(*) Para ver las fotos que ilustran este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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