Por José María Arévalo

(Acuarela de Frutos Casado de Lucas, en casadodelucas.es)(*)

Estamos encantados en la Asociación de Acuarelistas de Castilla y León con dos exposiciones, en casi las mismas fechas, de dos de los nuestros, Antonio Pascual, socio fundador y nuestro primer tesorero allá por el inicio de los años dos mil, que ahora expone en la Galería de arte Samuel, hasta el 3 de mayo, y Frutos Casado de Lucas, de la asociación segoviana de acuarelistas, ASEDA, prima hermana de la nuestra, que cuelga sus famosas acuarelas en la sala del BBVA en Duque de la Victoria, hasta el día 29. Ya le hemos sacado a Frutos que nos haga, el viernes que viene, en nuestra sede, una demostración –creo que es por lo menos la tercera suya que conseguimos – de las que con tanto éxito viene realizando por toda la geografía española, invitado por las muchas asociaciones de acuarelistas a las que ha llegado su fama de maestro.

De Frutos Casado ya hemos dicho en estas páginas que pertenece al prestigioso Grupo Aqua segoviano, del que es fundador, como más recientemente también de la asociación de acuarelistas, que tiene la gran suerte de disfrutarlo como profesor de la Escuela Municipal de Pintura de Segovia (participan la mayoría en su clase semanal de acuarela, así que está formando muy buenos espadas en nuestra técnica; también es profesor de la Universidad de Valladolid en su campus de Segovia). Y hemos comentado muchas veces su destreza en el uso de la acuarela en húmedo, que es lo que rompe ahora, a la cabeza de los maestros en tan difícil técnica, con Camilo Huescar, Francisco J. Castro y Manuel Macías; los dos primeros ya han venido a nuestra sede a explicarnos su técnica en sendas demostraciones, y Macías Cañizares lo hará el próximo mes de mayo.

Tenemos en Valladolid otro gran acuarelista que también domina la técnica del húmedo, Buendía, también fundador de nuestra asociación; no sé por qué no le hemos pedido todavía que nos haga una demostración, aunque seguro se resistirá. Pero bueno, vayamos con los que ahora exponen.

Frutos Casado es una maravilla consiguiendo multitud de matices en sus interpretaciones del campo castellano, con colores que no sabe uno si los ha visto o los ha soñado. Se expresa mejor en formatos grandes, en el clásico de 50×70 o mayores, que echamos de menos en esta exposición de la sala del Banco de Bilbao. Ahora ha presentado sobre todo formatos más pequeños, la mitad de los suyos habituales, que vienen a ser una síntesis de sus temas de lomas extendidas y cerros bañados por una variedad de luces increíble. Sé que vendió muchos de formato grande en la anterior exposición de la Alhóndiga, en Segovia, donde también presentó su obra última con los tres pintores segovianos con los que lo hace aquí, Pedro Ignacio de la Concepción, Pablo Caballero y José Luis López Saura, que pintan habitualmente en óleo. Siendo nuestra sala bastante más pequeña, probablemente ha optado por los tamaños más reducidos para poder compartir la muestra. Me ha llamado mucho la atención la obra hiperrealista –y que tanto contrasta con la tan impresionista de Frutos- de López Saura, especialmente el cuadro de la lata que está vertiendo un chorro de aceite, en el que ha conseguido un brillo y textura extraordinarios. Saura ha obtenido recientemente el primer premio en el V Certamen Internacional “Miradas de Hispanoamérica 2012”, fallado en Chicago. No me extraña, es excepcional.

(Acuarela de Antonio Pacual en acuarelistascastillayleon.es)(*)

También de nuestro compañero Antonio Pascual, que expone en la Galería de Arte Samuel, en su nuevo local de Divina Pastora esquina a Panaderos, les he hablado muchas veces en estas páginas, de su trayectoria en la asociación y de su “escurrido elegante”, apelativo cariñoso con el que bauticé, hace ya años, su peculiar técnica; pero creo que no he explicado hasta ahora nada de ella, aunque no es ésta su primera exposición que comento. Antonio trabaja la acuarela también muy en húmedo, pero añadiendo a la aguada inicial con que consigue la base del paisaje, y antes de que seque, con pincel más pequeño, breves pinceladas, más o menos cargadas, con las que deja que escurra el pigmento, que corra el agua, para conseguir los efectos de un buen reflejo en un río o las variaciones de luz en un tronco de árbol.

Con esta técnica, que requiere mucha mano y paciencia, obtiene unos paisajes sobre todo muy transparentes, cualidad ésta tan importante en la acuarela, y en los que no faltan puntos de fuerte contraste para destacar algunas formas. El único problema de esta técnica es que resulta difícil aplicarla al paisaje urbano, que también frecuenta Antonio Pascual, pero sin equivalentes resultados de transparencia. Lo suyo, está claro, son los temas de bosques y ríos, de campo en general, en los que aplica variedad de colores, a veces ciertamente atrevidos, peo bien encajados.

Recuerdo bien los corrillos que formaba Antonio, en la asociación segoviana, para verle pintar, como en una pequeña demostración, varias veces que hemos acudido a su fiesta anual – que suele ser, en otoño, pocos días después de nuestro Día del Agua, al que siempre asisten varios de los segovianos-. Y eso que los segovianos tienen grandes maestros, como Frutos Casado, ya digo, José Antonio Regidor, y Luis Labrador. Envidia nos dan siempre los segovianos.

Dos magníficas muestras, pues, estas dos exposiciones, de la técnica en húmedo, que no me canso nunca de ponderar en este tan difícil arte de la acuarela. Se las recomiendo.

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(*) Para ver las fotos que ilustran este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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