A los progresos de las Artes. 2. Obras en la sala de Las Francesas

Por José María Arévalo

(Retrato de Concha Lagos. Óleo de Anselmo Miguel Nieto (1881-1964). 49×60)(*)

En el artículo del domingo pasado, el primero de esta serie que vamos a dedicar a la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid, que se ha puesto de moda con la magnífica exposición de su patrimonio artístico en la sala municipal de Las Francesas, hasta el 14 de Octubre, mencioné a grandes rasgos su contenido, para reflejar también lo más relevante de la historia de esta institución. Creo que vale la pena decir algo más de las obras presentadas, incluso recoger el catálogo de ellas, para dar idea más concreta de la exposición, titulada, con el lema de la misma Academia, «A los progresos de las Artes”.

Les decía que en su presentación a la prensa, el Presidente de la Real Academia, don Jesús Urrea, destacó, dentro de los fondos expuestos, las obras de Eduardo García Benito, y el montaje hecho con dos copias que en 1870 realizó el pintor vallisoletano Isidro González García Valladolid de ‘Las Majas’ de Goya. Efectivamente, las dos majas se presentan, alternativamente, a nuestros ojos, con un montaje parecido al que hay noticias tuvo en su día. Nos cuentan la interesante historia. “Por fortuna, contar en la colección de la Real Academia con dos buenas copias de las famosas Majas de Francisco de Goya conservadas en el Museo del Prado, realizadas por el pintor vallisoletano Isidro González Valladolid, permite plantear la disposición que éstas pudieron haber tenido en la residencia de Manuel Godoy, poderoso primer ministro de Carlos IV. Las especulaciones sobre el posible montaje que tuvieron en aquel palacio, antes de su confiscación y posterior paso a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando pasando por las manos de la Inquisición, no han sido aclaradas hasta el momento ni por documentos ni tampoco por descripción literaria alguna.

Citada la Maja desnuda por el grabador González de Sepúlveda en dos ocasiones (1800 y 1807) en su Diario, cuando visita la vivienda del Príncipe de la Paz, fue en 1808, a la caída de éste, cuando el asesor Frederic Quilllet menciona por primera vez la Maja vestida, aunque no precisa nada sobre dónde ni cómo se hallaba colocada en el referido palacio.

Charles Yriarte en su libro “Goya, sa vie, son oeuvre” (1867), refiriéndose a la disposición de la Maja vestida, recoge una tradición, estimada falsa por él, que aseguraba que la Maja “colgada con buena luz a cuatro o cinco metros de altura por encima de una puerta, representa por detrás, sobre la cara pegada a la pared, la misma [maja] completamente desnuda y en una pose absolutamente idéntica… La Maja desnuda existe con la misma dimensión, pero pintada en otra tela, tumbada vergonzosamente en un gabinete negro. Después de haber recogido el testimonio de algunas personas mayores relativo a la versión que representaba la figura desnuda como pintada por detrás de la figura vestida, imagino que en un momento dado, por una fantasía del príncipe o del artista, se aplicó los dos telas una contra otra, y se les expuso algún tiempo como nuestro Daniel Volterra, del Louvre, en medio de una galería».

A pesar de la escasez de noticias al respecto, en el ambiente en que se pintaron persistía aún la idea del juego, de lo equivoco y, por supuesto, de lo sensual propio de la pintura rococó. Basta recordar la pintura de Martin van Meytens, conservada en el National Museum de Estocolmo representando a una Monja orando que, si se contempla por detrás, figura semidesnuda.

Existe la posibilidad de que estuviesen montadas de tal manera que la vestida ocultaba a la desnuda, a fin de enseñar ésta tan sólo a los más íntimos. Su disposición repetiría el juego que ofrecíán algunas tabaqueras galantes del siglo XVIII: la Vestida sería la tapadera de la Desnuda, la cual aparecería al manejar un resorte. Para ello habríá sido necesario un marco doble o un mecanismo de subida o bajada con objeto de conseguir el efeáo sorpresa en el espectador, algo también muy propio de aquel siglo.

En 1973 se anunció la posible identificación de un marco doble, de medidas similares, en el que podríán haber estado colocadas las pinturas originales, pero la noticia nunca fue confirmada. La inverificable anécdota de su montaje alienta todavíá más el misterio que envuelve la historia de las Majas pintadas por Goya hacia 1800.”

Unos metros detrás de este montaje de la copia de las Majas de Goya, sobresaliendo a la entrada del coro de la antigua iglesia, aparece el magnífico cuadro, de mayor formato aún, de Edurdo García Benito que representa a Alfonso XIII jugando al Polo, procedente del depósito de la Academia de Caballería de Valladolid.

Pero estamos en el final de la exposición, que se divide en cuatro apartados, que incluyen interesantísimas obras, como puede apreciarse de la mera lectura de la relación, con lo más granado de nuestros pintores y escultores de los pasados siglos, así como los mejores trabajos premiados en los muchos concursos que celebró la Real Academia. Recogemos ahora la relación:

I.- La Real Academia

José Vergara (1.726-1.799). Inmaculada Concepción, h. 1770 0/1. 1 x 0,80 m.
Ricardo Pastor Álvarez . Las Bellas Artes, 1 882. Madera. 0,42 x 0,61 m.
Diego Pérez Martínez (1750-1811). Carlos III, 1785.0/1. 1,23 x 0,96 m.
Valentín Carderera (1796-1 880). Pedro González Martínez ,1836 0/1. 0,59 x 0,43 m.
Bias González García-Valladolid (1839-1919). Lázaro Rodríguez González, 1885. 0/1. 1,22 x 0,94 m.
José Martí y Monsó (1840-1912). César Alba Garíca-Oyuelos, 1890. 0/1. 1,25 x 0,94 m.
Luciano Sánchez Santarén (1864-1945). José Muro López.0/1. 1,21 x O, 93 m.
Julio Barrera . Ángel Díaz y Sánchez, 1929. 0/1. 1,22 x 0,99 m.

II.- La Enseñanza, Concursos, Premios y Becados

José Martíy Monsó (1840-1912). José Fernández Sierra, 1855 0/1. 1,21 x 0,94 m.
Epifanio Martínez de Velasco (1799-?). Aduana para Valladolid. Examen de arquitecto, 1833 Papel, tinta negra y aguada
Tomás de La Plaza y Fernández . Casa consistorial. Examen de maestro de obras, 1846 Papel, tinta y aguada
Pedro José de Astarbe . Casa de baños. Examen de maestro de obras, 1851 Papel, tinta y aguada
Mariano Diez Alonso . Casa de baños. Examen de maestro de obras, 1867 Papel, tinta y aguada.
Miguel Sánchez Pinillos (1847-?). Círculo de recreo. Examen de maestro de obras, 1868 Papel, tinta y aguada
Luciano Sánchez Santarén . (1864-1945) El fauno del cabrito, 1893. Dibujo a lápiz
Anónimo . Modelo de capitel jónico, sg. XVIII Madera
Anónimo . Modelo humano, h.1890 Yeso. 1,1 7
Aurelio Rodríguez Vicente Carretero (1863-1917). Juan Bravo, 1886. Yeso. 0,75 m.
Francisco Fernández de la Oliva (1854-1893) Alrededores de Canencia (Madrid), 1877 0/1.0,41 xO,61 m.
Mario Viani (1861-1931 ). La fiesta del barrio, 1.880 0/1. 0,50 x 0,61 m.
Francisco García de la Cal (m. 1899). Sevillana, 1.886
Acuarela. 0,65 x 0,48 m.
Gabriel Osmundo Gómez (1856-191 5). Viva la Virgen! 1886
O/l. 0,50 x 0,94 m.
Marcelina Poncela (1867-1917). Cercanías de Vriesland (Holanda), 1887 0/1. 0,54 x 0,80 m.
Dario Chicote (1862-1951). ¿Será aquél? 1.888. Barro cocido. 0,57 m.
Mariano de la Fuente Cortijo (1856-7). Crepúsculo, 1.889 0/1. m. °, 22 x 0,36 m.
Mariano de la Fuente Cortijo (1856-7). En tierra. 0/1.0,32 x 0,67 m.
Mariano de la Fuente Cortijo (1856-7) En tierra, 1.889 0/1. 0,22 x 0,36 m.
Aurelio Garciá Lesmes (1884-1942) La vuelta de la siega, 1904
0//1. 1,1 ° x 1,36 m.
Victoriano Chicote Recio (1874-1961 ) Boceto de techo para el palacio municipal, 1.904 0/1. 0,70 x 0,95 m.
Francisco Prieto Santos (1884-1967) Danzando al santo en Amusquillo, 1.904 0/1. 1,1 ° x 1,50 m.
Eduardo Garciá Benito (1891-1981) Academia, 1,911 0/1. 0,80 x 1 m.

III.- Académicos artistas

Pedro Collado Fernández (1874-1957). Las hormigas, 1934
0/1. 1,10×1,60 m.
Antonio Maffei (1885-1961 ). Las tenerías, 1947 0/1. 1,21 x 0,90 m.
Anselmo Miguel Nieto (1881-1964). Concha Lagos 0/1. 0,60 x 0,49 m.
José Cilleruelo (1889-1 956). Narciso Alonso Cortés, 1947 Madera. 0,32 m.
Antonio Yaquero (1910-1975). Cabeza dejoven, 1958 Piedra. 0,27 m.
José Luis Medina (1909-2003). Cabeza femenina, 1959 Bronce. 0,31 m.
Mercedes del Yal Trouillhet (1926-2012) Cepas y lomas. 0/1. 0,84 x 1,02 m.
Félix Cano Yalentín (1930). El marqués de la Vega Inclán, 1 990 0/1. 0,62 x 0,51 m.
Félix Antonio González (1921-2009). Paisaje castellano, 1993. 0/1. 0,63 x 0,80 m.
Elvira Medina de Castro (1911 – 1998). Naturaleza viva,1979
0/1. 0,33 x 0,52 m.
Santiago Estévez (1940). Calle Núñez de Arce grabado
Lorenzo Frechilla del Rey (1927-1990). Columna quebrada, 1985
Hierro y acero. 0,75 x 0,62 x 0,30 m.
Luis Jaime Martínez del Río (1946). Sin título, 1986. Barro cocido. 0,37 m.

IV.- La colección

Isidro González García-Yalladolid (1843-1879). Las Majas (copias de F. Goya),1878. 0/1. 0,96 x 1,89 m.
Eugenio Oliva (1857-1925) El escultor Angel Díaz, 1 896 0/1. 0,61 x 0,42 m.
Ignacio Gallo y Ros. El violinista Julián Jiménez.1912 Yeso. 0,64 m.
Mariano Benlliure (1862-1947) Mi nieto, 1922. Mármol. 0,43 m.
Joaquín Roca Carrasca (1997-1981). Tarde gris en el bosque.1922
0/1. 1,06 x 1,11 m.
Eduardo García Benito (1 891-1 981 ). Alfonso XIII jugando al polo en Deauville, 1922 0/1. 2,70 x 3,30 m.
Eduardo García Benito (1891-1 981). El museo soñado, 1954
Dibujo a tinta sobre papel
Eduardo Garcíá Benito (1891-1981) El pasenlo, 1955. 01. 0,77 x 0,96 m.

Dirán ustedes que nunca habían visto en un artículo la relación completa de obras de una exposición, que no deja de ser un acontecimiento efímero. Pero en este caso queda justificada la inclusión por su valor documental, como contenido del patrimonio y museo permanente de la Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción de Valladolid, al que igual que su riquísima historia y la importancia de las Reales Academias, a las que queremos dedicar los próximos capítulos de esta serie.


(*) Para ver la foto que ilustra este artículo en tamaño mayor (y Control/+):
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Con el título Tres foramontanos en Valladolid, nos reunimos tres articulistas que anteriormente habíamos colaborado en prensa, y más recientemente juntos en la vallisoletana, bajo el seudónimo de “Javier Rincón”. Tras las primeras experiencias en este blog, durante más de un año quedamos dos de los tres Foramontanos, por renuncia del tercero, y a finales de 2008 hemos conseguido un sustituto de gran nivel, tanto personal como literario.

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