España siempre cede ante el terrorismo. Claudicó primero ante el terrorismo yihadista en 2004, y posteriormente ante el terrorismo de ETA. La ETA no ha sido vencida para nada: sus herederos políticos han gobernado y gobiernan ayuntamientos sin necesidad, no ya de entregar las armas, sino de condenar simplemente el terrorismo.
Es especialmente sangrante el espectáculo que se ha montado estos días en el ayuntamiento de Pamplona. Los grandes defensores de la libertad de expresión, los Bildus, se dedican a financiar con nuestros impuestos exposiciones no ya blasfemas, sino absolutamente agresivas contra los católicos. El esperpento y la reacción de todo el arco político de la izquierda lo dice todo. Mientras tanto, Uxúe Barkos elimina de un plumazo el programa de enseñanza en inglés en la escuela pública para imponer el batúa. Y la gente se defiende como puede, pero es muy difícil conseguir absolutamente nada con la justicia española, con la prensa española y con los españoles.
Los papás se quedarán sin inglés para sus hijos, los católicos sin poder recuperar las formas consagradas robadas de las iglesias, los profesores de inglés sin trabajo… y nadie puede hacer nada. Derecho al pataleo, y si lo tienes. Porque si te quejas eres denostado por los defensores de la libertad de expresión bildutarras de fascista. Y bien apoyaditos por el PNV y Uxúe, la Barcos de toda la vida.
España vendió a Navarra a los vascos en 1978. Tras un éxodo de más de 200.000 vascos que tuvieron que huir de su tierra, miles de heridos y más de 800 muertos, el nacionalismo vasco no ha conseguido ganar para las filas del independentismo a más de un 21% de su gente. ¿Quién quiere independizarse de un país de cobardes que les paga todas las facturas a cambio de nada, y que aguanta todo la mierda que el echan? Nadie. Viven como marqueses. Para eso robaron, torturaron, mataron y extorsionaron estos euskopijitos, algunos de ellos hijos de la iglesia nacional vasca, y ninguno de ellos miserables desesperados por la pobreza y la exclusión. Son terroristas para vivir como ricos, para mandar, y para hacer lo que les da la gana. Y lo han conseguido. Y los demás a aguantar. Y ahora no se quieren ir de España ni euskolokos.
El islam no es la ETA. Como dijo el otro día el consejero de interior vasco, el terrorismo de ETA era “contextualizado”. Es decir, controlado por el PNV. A estos locos islámicos, financiados por Turquía -como ya han denunciado periodistas turcos que hoy están en la cárcel por hacerlo-, Qatar, Arabia Saudí y diversos lobbies económicos occidentales, no les van a parar tan fácilmente. En España nadie se va a enfrentar a ellos, y si quieren y se ponen, ganarán la guerra en un pis-pás. Ya podemos rezar para que no se den cuenta y no se pongan a ello. Porque ni un joven español va a levantar un dedo contra ellos. Y por supuesto, no creo que los jóvenes franceses vengan a sacarnos las castañas del fuego.
África empieza en los pirineos.
