Transversal

Pilar Aizpún Bobadilla

La hora de la verdad en Navarra

Empezamos a conocer lo que van a dar de sí las promesas electorales de Podemos. La señora Carmena ya empieza a recular y lo único que se le ocurre es poner a las mamás a limpiar los colegios públicos.
Pero en Navarra, las cosas van a ser un poco diferentes. Podemos y Bildu son prácticamente lo mismo, y están dispuestos a todo con tal de dar estabilidad a Geroa Bai. A los dos de Izquierda Unida -de su marca en Navarra-, les dará todo igual con tal de pisar moqueta. Ya se han dado cuenta de que si quieren hacer algo de lo que han prometido, necesitan 100 millones de euros más de los que se recaudan. Y han hecho mal el cálculo, porque los grandes contribuyentes que suelen ser fatxas, se están largando ya. Y los grandes contribuyentes del PNV en Navarra no van a contribuir a nada: pagarán en la vecina Euskadi, que pagan menos. Vamos, que van a necesitar más.
El hecho es que ellos están ya enseñando la patita: subida de impuestos generalizada para los pobres desgraciados que tienen la nómina aquí, y a machacar con los impuestos a las dos empresas más grandes de Navarra, que son la Volkswagen y la Universidad de Navarra. Y a otros… pero prometieron a los empresarios que no iban a hacer burradas. La pregunta es, ¿qué es para Geroa Bai “burradas”? ¿Quiere Geroa Bai lucirse en Navarra para ser reelegidos en las próximas elecciones con más poder, o quieren hundir a Navarra para comérsela mejor?
Sinceramente, yo de momento no lo veo claro. El Diario de Navarra pisa huevos, como siempre, e informa lo justo. Y el Diario de Noticias no va a reconocer abiertamente la estrategia, obviamente. Y yo no tengo amigos en el PNV que me puedan informar, se siente. Pero la cuestión de los impuestos no apunta a querer lucirse en Navarra, porque va a ser una catástrofe económica. En Navarra, aunque el resto de España no se lo crea, la presión fiscal es ya enorme. Desde luego, mucho mayor que en Madrid y que en las vecinas Euskadi y La Rioja. Y la amenaza de ver en qué están las deudas a la hacienda foral tampoco suena bien, porque las únicas dudas son las dos grandes. El resto pagan y punto. Y si se hunden las dos grandes, se hunde Navarra.
Estos vascos no se sabe si amenazan veladamente, o si simplemente son desagradables y amenazantes aunque no lo quieran.
El hecho es que este cuatripartito no pinta bien. Y si en cuatro años han hundido a Navarra, y la policía foral la controla un sobrino de Garaicoechea, y por lo tanto en los pueblos donde hoy ya hay mucho miedo, ni les cuento el miedo que habrá… no sé si podremos desalojarlos. Miedo y miseria. Es una táctica tan buena como cualquier otra. Quizá no le sirva a Asiron en el Ayuntamiento de Pamplona, pero en los pueblos…
Bueno, ya se verá. De momento ya se han repartido los cargos, que a eso vienen la mayoría de ellos: a pisar moqueta y a cobrar. En eso, como muchos otros.

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Autor

Pilar Aizpún Bobadilla

Apasionada de Occidente, de la actualidad, de la política y de las ideas. Estoy muy agradecida a los que lucharon por dejarme a mí el mejor de los mundos, así que intento entender hacia dónde vamos y qué mundo les vamos a dejar a los que vienen después

Pilar Aizpún Bobadilla

Apasionada de Occidente, de la actualidad, de la política y de las ideas. Estoy muy agradecida a los que lucharon por dejarme a mí el mejor de los mundos, así que intento entender hacia dónde vamos y qué mundo les vamos a dejar a los que vienen después

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