¿Qué hay en la mente de un refugiado musulmán? por Burak Bekdil

Casi todos los “pobres” migrantes ilegales en las islas griegas quieren ir a Alemania, donde han escuchado de amigos y parientes que les pagarán muy bien por ser refugiados. El cliché “las-pobres-almas-están-huyendo-de-la-guerra-en-su-país-nativo” se está volviendo cada vez menos convincente ahora. Cierto, la mayoría de los sirios huyeron a Turquía después del inicio de la guerra civil en su país. ¿Pero huir de la guerra es su motivación mientras prosiguen adelante hacia Grecia, Serbia, Hungría y Austria?

El otoño del 2015 fue inusual en casi toda forma en la isla griega egea norteña desde la cual estoy escribiendo. Había decenas de miles de migrantes ilegales en la isla, cuya población nativa era escasamente de 100,000. Los nuevos refugiados llegaban cada día por miles.

Un atardecer, el cielo gris azulado retumbó poco después de la puesta del sol. Las nubes pesadas ennegrecieron y cayó la lluvia sobre la ciudad con un rugido. Mientras corría por el pavimento resbaloso hacia el bar de un amigo, escuché a un grupo de cinco pobres almas hablando persa con un acento turco y corriendo como locos, buscando refugio bajo los aleros de un edificio.

Un cuarto de hora después los encontré frente al bar de mi amigo, totalmente empapados. Salí y les pregunté si hablaban inglés; sacudieron sus cabezas. Les pregunté en turco si hablaban turco. Con ojos brillando, tres de ellos dijeron animadamente, “¡Evet!” [“Sí” en turco]. Les dije que podían ingresar al bar si querían. Ellos vacilaron pero se negaron educadamente. Les pregunté si necesitaban comida, agua o cigarrillos.

El que tenía turco más fluido se adelantó. Sacó un paquete de notas bancarias de su bolsillo y dijo, “Si en verdad quieres ayudar, encuéntranos un hotel. El mejor, si es posible. Tenemos dinero. El dinero no es problema. Encuéntranos un hotel y te pagaremos una comisión.” Él explicó que todos los “malditos” hoteles en la isla estaban llenos [de refugiados] y ellos necesitaban habitaciones.
Me disculpé y desaparecí dentro del bar.

Casi dos años más tarde, en una bella y fresca noche de verano, conocí a A. en un bar en la misma isla. A., un refugiado sirio, pasa a menudo sus noches de bar en bar con sus amigos occidentales. Esos amigos son en su mayoría trabajadores sociales europeos idealistas que, yo observé muchas veces, llevan remeras, bolsos y laptops adornados con la bandera palestina. Ellos están en la isla para ayudar a los desafortunados refugiados palestinos que están huyendo de la guerra en sus países nativos.

“Te diré estrictamente de musulmán a musulmán,” dijo A. en buen inglés después de haber vertido algunos tragos de whiskey. “Estos (trabajadores sociales europeos) son tipos divertidos. Y no sólo son divertidos. También son tontos. No sé por qué cuernos ellos están enamorados de una causa musulmana que incluso algunos de nosotros los musulmanes despreciamos.”

El año pasado, tres afganos se detuvieron frente a mi casa en la misma isla y pidieron agua potable. Les di tres botellas y pregunté si necesitaban algo más. ¿Café? Aceptaron y se sentaron en las sillas del jardín.

Durante el café, dijeron que estaban contentos de ser albergados “no por un infiel en esta isla infiel” sino por un musulmán. El joven afgano que estaba vestido como un bailarín de un video barato de hip-hop en MTV dijo, “Un día los buenos musulmanes conquistaremos sus tierras infieles.” Le pregunté por qué estaba recibiendo dinero “infiel” para vivir. “Simplemente es halal,” respondió. “Ellos [‘los infieles’] son muy fáciles de engañar.”

M., otro sirio que habla inglés con fluidez, me dio una larga conferencia sobre la maravillosa gobernación del presidente turco Recep Tayyip Erdoğan. “¡Turquía es el mejor país en el mundo!” dijo M… “Erdoğan es el líder de la ummah.” Le pregunté por qué él había arriesgado su vida para cruzar ilegalmente desde el “mejor país en el mundo” a las “tierras pobres e infieles.” “Quiero ir a Europa para aumentar la población musulmana allí,” dijo. “Quiero armar una familia musulmana allí. Quiero tener gran cantidad de hijos.” Le recordé que Grecia, también, es un país europeo. No es, no, respondió.

Casi todos los migrantes ilegales en esa y otras islas griegas quieren llegar a Alemania, donde han escuchado de amigos y parientes que serán muy bien pagados por ser “pobres” refugiados. El cliché “las-pobres-almas-están-huyendo-de-la-guerra-en-su-país-nativo” se está volviendo cada vez menos convincente cada día. Cierto, la mayoría de los sirios huyeron a Turquía después del inicio de la guerra civil en su país. ¿Pero por qué ellos arriesgan entonces sus vidas para apretujarse dentro de botes de goma para 12 personas con otras 40 a 50 personas, incluidos niños y ancianos? ¿Debido a la guerra en Turquía?

No. A pesar de la inestabilidad política e inseguridad para todos, técnicamente no hay guerra en Turquía. Es un país musulmán cuyos migrantes, en su mayoría musulmanes, quieren abandonarlo tan pronto como sea posible rumbo a una Europa no musulmana.

Ellos llegan a las costas de las islas griegas, las cuales son tan hermosas que gente de todo el mundo vuela allí para sus vacaciones. Pero las islas no son lo suficientemente buenas. Ellos quieren ir a Atenas. ¿Por qué? ¿Por que hay guerra en las islas griegas? No. Es porque Atenas es el inicio de la ruta de salida para los Balcanes.

Apliquen la misma lógica a Serbia, Hungría y Austria. Como Grecia, ninguno de esos países será lo suficientemente bueno para los refugiados. ¿Por qué no? ¿Porque hay guerra en Serbia o Hungría o Austria? ¿O porque “mi primo me cuenta que Alemania paga mejor?”

Los líderes de Turquía a menudo amenazan a Europa conque ellos “abrirán las puertas e inundarán Europa con millones de refugiados [sirios].” Ellos deben preguntarse en cambio por qué esos refugiados musulmanes están tan ansiosos por abandonar el “nuevo imperio turco” si se les da la posibilidad. ¿Por qué eligieron no vivir una vida cómoda en un país musulmán poderoso y pacífico y en cambio van en manadas al Occidente “infiel”?
Erdoğan culpa al Occidente por la tragedia. Él ha criticado al Occidente por haber aceptado a sólo 250,000 refugiados sirios. En el 2016, el entonces primer ministro turco Ahmet Davutoglu dijo que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (EEUU, Rusia, Inglaterra, Francia y China), deben pagar el precio, no los vecinos [musulmanes] de Siria.

Es irónico que millones de musulmanes estén tratando, a través de medios peligrosos, de alcanzar las fronteras de una civilización a la que ellos han culpado históricamente por todos los males del mundo, incluidos los de sus propios países. El Occidente “idealista” no cuestiona por qué millones de musulmanes que aborrecen el Occidente se están dirigiendo en su dirección. ¿O es “islamofóbico” señalar que no hay guerra en Grecia, Serbia, Hungría o Austria?

*Burak Bekdil es un columnista radicado en Ankara. Escribe normalmente para el Gatestone Institute y Noticias de Defensa y es miembro del Middle East Forum.

Fuente: The Begin-Sadat Center for Strategic Studies
Traducido por Marcela Lubczanski para Enlace Judío México

NOTAS

https://www.enlacejudio.com/2017/09/14/que-hay-en-la-mente-de-un-refugiado-musulman/

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