Muhammad ordenó: «El que deje la religión islámica, entonces matarlo» (Bujari 9.84.57).
Esta sigue siendo la posición de todas las escuelas de jurisprudencia islámica, tanto sunnitas como shiítas. El jeque Yusuf al-Qaradawi, el más famoso y prominente clérigo musulmán en el mundo, ha declarado: «Los juristas musulmanes son unánimes en que los apóstatas deben ser castigados, sin embargo, difieren en cuanto a la determinación de la clase de castigo que se les inflige. La mayoría de ellos, incluyendo las cuatro principales escuelas de jurisprudencia (Hanafi, Maliki, Shafi `i, y Hanbali), así como las otras cuatro escuelas de jurisprudencia (las cuatro escuelas ahiítas de Az-Zaidiyyah, Al-Ithna-`ashriyyah, al-Ja`fariyyah, y Az-Zaheriyyah) coinciden en que los apóstatas deben ser ejecutados «sólo hay desacuerdo sobre si la ley se aplica sólo a los hombres, o a las mujeres también -.algunas autoridades sostienen que las mujeres apóstatas no deben ser asesinadas, pero si encarceladas en sus casas hasta la muerte.
Los colaboracionistas y apologistas europeos del islamismo sostienen fraudulenta y engañosamente que el Islam no exige la pena de muerte por apostasía.
Si los apologistas del Islam están realmente convencidos de la tolerancia de dicha religión pueden a desplazarse a Irak y dialogar con los dirigentes del Estado Islámico y convencerles de que el Islam tolera la apostasía y que no asesinen a los apóstatas ni a los cristianos ni minorías religiosas no-musulmanas. Y posteriormente desplazarse –si es que salen vivos y sin el cuello seccionado- a Irán y convencer a los ayatolás y mulás del país de que han “entendido erróneamente” el Corán y los hadices.
