El activista de derecha, Noam Federman, estableció el puesto de avanzada, una granja, que fue evacuada por las tropas del Ejército, la Guardia de Fronteras y la Policía.
Las topadoras de Tzáhal demolieron la construcción después que sus residentes fueron evacuados.
Activistas de derecha llegaron al lugar y arrojaron piedras a las fuerzas de seguridad israelíes en respuesta a la evacuación.
Varios de ellos fueron arrestados por atacar a un oficial de Policía, y dos mujeres jóvenes fueron detenidas después que trataron de incendiar un automóvil de la Policía.
«Esperamos que los soldados serán derrotados por sus enemigos, que serán secuestrados como Guilad Shalit, que serán todos muertos y sacrificados, porque eso es lo que se merecen», dijeron los activistas.
Además de atacar las tumbas, los colonos también produjeron daños a más de 80 vehículos palestinos rompiendo las ventanas y perforando sus neumáticos. Dos coches policiales fueron dañados durante los altercados.
Los colonos, por su parte, sostuvieron que las fuerzas de seguridad llevaron a cabo la evacuación sin una orden preliminar y que no dieron tiempo a los residentes de para empacar sus pertenencias.
El primer ministro, Ehud Olmert, declaró que «cualquier persona que incita a la violencia contra las tropas debe ser encarcelada».
«Ordené a los ministros Dichter y Fridman para la gestión de los procedimientos en contra de estas personas, quien se expresa de esta manera tiene su sitio en la cárcel.
Hemos tenido suficiente con toda esta violencia: la violencia verbal que lleva la violencia física – y no vamos a tolerar esto «, concluyó.
El ministro de Defensa, Ehud Barak, se sumó a la condena, y pide que los extremistas de derecha los castigos más severos por los disturbios que provocaron.
La población judía que reivindica, con toda justicia, el derecho a vivir en la Tierra de Israel no puede consentir que algunos desalmados profanen tumbas de musulmanes.
La ética judía nos exige comportarnos según la ley mosáica, y no responder a los enemigos como ellos tienen por costumbre, hábito, tradición y norma.
A diferencia de las otras naciones, tenemos que tener un comportamiento ejemplar, lo que no impide la defensa, sino que la exige, la defensa de nuestras vidas, de nuestro pueblo y de nuestros bienes.
Es una deshonra para nuestro pueblo que tengamos descerebrados que profanan tumbas, aunque sean las del enemigo.
Nosotros no podemos comportarnos como ellos.
Es un honor que la dirigencia y el pueblo de Israel exija el castiga de estos profanadores de tumbas.
Para los izquierdistas y filoislamistas, que asiduamente leen este blog, sería encantador que desde sus filas criticaran a los islamoterroristas, que profanan lo más sagrado, la vida humana.
El silencio de estos izquierdistas y filoislamistas al respecto se transforma en canto de alegría por la matanza y asesinato judíos, de seres humanos.
He ahí la gran diferencia.
