Las playas son del Estado y éste se declara aconfesional, y con este criterio no concede playas a los grupos católicos, tampoco puede conceder playas de uso y disfrute exclusivo para los musulmanes.

La Yihad en Eurabia se queja de que a los católicos no se les autorizan playas sin topless, pero a los musulmanes se les autorizan playas exclusivas.

La Yihad en Eurabia afirma que:

«Los musulmanes han conseguido en un abrir y cerrar de ojos, la primera, que no la última, playa exclusiva para ellos en Alicante.

Después de años de infructuosas demandas de playas sin top-less [mirar aquí], algunos habíamos optado por acudir a ellas antes de que arribara la masa de féminas exhibicionistas o derivar nuestro lapso veraniego hacia la montaña.

Pero hete aquí que los musulmanes han conseguido en un abrir y cerrar de ojos, la primera, que no la última, playa exclusiva para ellos en Alicante, ya que según un portavoz de esta comunidad, no están a gusto con personas que se bañan o toman el sol desnudas, costumbres incompatibles con su religión.

Para que luego digan que el invento de la Alianza de las civilizaciones no ha servido de nada.

¿Habrá que adherirse al Islam para evitar el desnudismo a la fuerza?
Aunque no me hago ilusiones: en un polideportivo londinense, un padre y su hijo fueron expulsados de una piscina por no ser musulmanes»

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El estado se declara aconfesional, pero lo único que hace es conceder mayores prerrogativas a una comunidad que a las otras.

Los progres e izquierdistas que consideran carcas a los católicos por no querer ir a playas sin top-less, son incapaces de emitir la menor crítica contra los dirigentes musulmanes que piden playas exclusivas para ellos.

No hay comediantes que hagan broma ni mofa sobre la comicidad de la situación.
Es más fácil hacer sorna sobre los que no tienen fuerza, y el miedo y la sumisión al poderoso –dueño del petróleo y del terrorismo- se disfrazan de multiculturalismo.