IRNA, ha publicado el 08.07.07 textualmente que: «El portavoz del Gobierno de Irán, Gholamhosein Elham, ha salido al paso para aclarar que las manifestaciones del ministro del Interior, Mostafa Purmohammadi sobre el matrimonio temporal —quien además es hoyyat al eslam en la jerarquía religiosa chiíta— es la postura de la clerecía y no la del Ejecutivo.
Elham ha hecho estas aclaraciones hoy viernes a nuestro corresponsal de IRNA al margen de la homilía de la Universidad de Teherán, y a la pregunta de si las palabras del titular de Interior se podrían interpretar como una intención del Gobierno de meterse en ese asunto, rechazó que tal cosa fuese así y agregó: “Las declaraciones del señor Purmohammadi están dichas en calidad de su posición como integrante del clero y entendido en cuestiones de la jurisprudencia musulmana.”
Elham insistió en que son los ulemas quienes tienen competencia para discutir sobre ese tipo de cuestiones “que no son del ámbito ni del Gobierno ni del Ejecutivo, por lo que lo dicho por el señor Purmohammadi no ha sido desde su posición como ministro sino en calidad de clérigo.”
Esta semana el hoyyat al eslam Purmohammadi manifestó en un seminario celebrado en Qom que se debería presentar al Islam “como una religión perfecta que soluciona todos los problemas, que tiene una respuesta adecuada para todo” y que” el Seminario de Qom debería tener la osadía de expresar los mandatos de Dios”, tras lo cual precisó que se debería promover el matrimonio temporal.
¿QUÉ ES EL MATRIMONIO TEMPORAL?
El matrimonio temporal o “sigheh”, en persa, es una fórmula particular de enlace que practican los chiítass pero no los sunnitas, en virtud del cual un hombre se puede casar con una mujer en un contrato que va desde unas horas hasta los 99 años. Los hijos habidos de tal matrimonio se consideran legítimos y el padre tiene la obligación de manutenerlos, al margen de que siga casado o no con la madre.
El matrimonio temporal, que en árabe llaman “mut’a” (de placer), se considera en realidad una fórmula legal para no caer en el pecado de la fornicación, por lo que está bien mirado por aquellas personas que son muy religiosas, aunque no está admitido socialmente. Este tipo de matrimonio es practicado desde siempre por los chiítas, y en Irán es algo normal desde principios del siglo XVI, cuando el chiísmo se establece como doctrina oficial de la Persia safaví.
Polémico para muchos, mal mirado para no pocos, un acto piadoso para otros tantos para no caer en el pecado, esta fórmula de matrimonio nunca ha dejado de tener partidarios entre los chiítas, quienes ven en él un medio para evitar la prostitución y el vicio, en un país donde tal cosa está penado con graves penas de prisión.
El clero siempre ha defendido y defiende que lo que se pretende con la promoción de este tipo de matrimonio es la protección de los derechos de los posibles hijos, legalizar y regular las relaciones sexuales y evitar la depravación y la corrupción moral. Es por eso que ellos defienden que se debe hacer un registro de los mismos en la Administración del Estado, y no sólo por el clérigo de turno. En resumidas cuentas, sostienen que la “mut’a” debería contar con la sanción secular al margen de la religiosa.
Si una soltera quiere practicar este tipo de matrimonio —el cual necesariamente por ley debe tener una compensación económica—, debe tener el consentimiento de su padre. No es así para las divorciadas y las viudas, que son libres de hacerlo.
Esta es la segunda vez que un agente del Gobierno menciona una “legalización secular” del matrimonio temporal. La primera vez fue hará unos 15 años, cuando Akbar Hashemi Rafsanyani, entonces presidente de la nación, así lo propuso, pero el peso del rechazo social le hizo desistir en el empeño.
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