Las profesiones que la Autoridad Palestina prima y fomenta.


Los maravillosos invernaderos de alta tecnología de los asentamientos israelíes construidos en la Franja de Gaza, territorio en disputa entre judíos y árabes- que proporcionaban empleo a los palestinos y que produjo un surtido asombroso de frutas y verduras en medio del estéril desierto, después de que Israel cediese este territorio en disputa –entre judíos y árabes- han sido sustituidos por túneles

Justo cuando los israelíes abandonaban esta tierra de la Franja de Gaza, el 11 y 12 de septiembre del 2005, fueron destruidas las sinagogas y sometidos a saqueos las urbanizaciones.

Después de los saqueos e incendios y destrucciones de sinagogas, este es el uso que le dan los palestinos a los invernaderos
Que no es de extrañar, pues los sunnitas destruyen mezquitas de chiítas y viceversa.

Daniel/Herat comenta que Hernán Zin hizo un reportaje para la revista Interviú sobre los Túneles de Hamas.

Jaled Kishta, de 39 años de edad, pertenece a una de las dos principales familias que se dedican a cavar túneles en Rafah, localidad situada junto al corredor que separa Gaza de Egipto. Un negocio sumamente lucrativo, que ha convertido en millonarios a varios de sus parientes. Según sus estimaciones, hay entre 20 y 30 túneles principales que cruzan la frontera. Y más de 300 pasajes secundarios que se van abriendo desde distintas localizaciones para despistar a las autoridades, y que suelen conectarse a los túneles principales.

“Si por un AK 47 pagas 400 dólares en el extranjero, al fusil que entra por un túnel debes agregarle otros 200 dólares. Y organizaciones como Hamás hacen grandes pedidos, de miles de fusiles –explica Jaled–. Esta primera ganancia se reparte por partes iguales entre los excavadores. El dueño del túnel, además de su porción de los beneficios, aprovecha para ingresar otro cargamento similar que luego venderá por su cuenta en el mercado negro”.

La segunda Intifada, que empezó en el año 2000, llevó a que el Ejército israelí luchara con mayor ahínco por terminar con el tráfico ilegal de armas a través de los canales subterráneos. Decenas de viviendas próximas a la frontera fueron destruidas para evitar que en su interior se cavaran túneles. “Mi propia casa, que estaba en primer línea, fue demolida –afirma Jaled–. Pero eso no sirvió para detener el contrabando. Ahora se buscan lugares más alejados, más originales”.

Tras la retirada de Israel de la franja de Gaza, la presión ha recaído sobre Egipto, que intenta poner fin al tráfico en la zona. Las personas detenidas por colaborar con esta actividad reciben condenas que alcanzan los 30 años de prisión. “Desde que se fueron los judíos, aquí se trabaja con tranquilidad. La Autoridad Palestina no se mete con nosotros. El problema lo tenemos del otro lado. Lo que hacemos es que los túneles salgan a la superficie en medio de los cultivos y tomamos todas las precauciones posibles para que no sean descubiertos”, explica Jaled.

Estima Jaled que doce excavadores han muerto en los túneles desde 1982. Las principales razones han sido los derrumbes y las descargas eléctricas producidas al entrar en contacto los sistemas de iluminación con la humedad de la tierra. En los últimos tiempos, el Ejército egipcio comenzó a inyectar gas venenoso en el interior de los pasajes subterráneos. Dos primos de Jaled perdieron la vida intoxicados.

Además de contratar los servicios de familias como las de Jaled, que cuenta con unos 12.000 integrantes solamente del lado palestino, para que les traigan rifles y explosivos, Hamás construye sus propios túneles, que son utilizados para llevar a sus hombres a ser entrenados en el extranjero o para cometer atentados suicidas, como el que planeaban el pasado 25 de junio. Aquel día, entre las dos y las tres de la mañana, ocho miembros de los Comités Populares de la Resistencia (CPR), en coordinación con el brazo militar de Hamás, entraron a un túnel armados con explosivos y fusiles AK 47. Al mismo tiempo, un comando de la organización empezaba a disparar contra el puesto de control de Sufá, para distraer así la atención del Ejército israelí.
Abu Hammad es un joven corpulento, de grandes manos, curtidas, manchadas de tierra, que tiene tres hijos y que acaba de cumplir 31 años. Comenzó a trabajar en los túneles en el año 2002..

… a pesar de todo, el comercio continúa. “Para los jóvenes es una gran oportunidad de ganar dinero –señala Abu Hammad que ha construido tres pasajes subterráneos. Recuerda la ocasión en la que, además de armas, entró una familia. El padre y los niños lo lograron. Pero la madre fue detenida en el último instante por las autoridades egipcias. También tiene presente la ocasión en la que tuvieron que comprar a unos soldados egipcios que los descubrieron. Ahora trabaja para reabrir un túnel utilizado hace tres meses para traer armas. Dice que está cansado de este oficio, que no ha ganado tanto dinero como creía, y que espera dar un buen golpe que le permita retirarse: “Mi mujer pensaba que tenía un puesto como camarero en un restaurante de Khan Yunis, pero un día tuve que contarle la verdad, ya no le podía seguir mintiendo –afirma con evidente desazón–. La operación que más me hizo ganar fue hace dos años: me dio 10.000 dólares, con los que abrí una tienda. Ojalá logre retirarme pronto. Me preocupa que algo me pueda pasar y que mis hijos se queden sin padre”.

El oficial, coronel Yosi Baidatz, jefe de investigaciones del Servicio de Información de las Fuerzas Armadas, ha informado el 22 de octubre del 2006 presentó su informe en el Consejo de Ministros del Gobierno israelí en su reunión semanal.


Hay que recordar que los terroristas de Hizbulá causaron un gran número de bajas entre los israelíes durante la reciente guerra en ese país con los cohetes antitanque rusos, que, según fuentes militares, llegaron a desde Siria a poder de los integristas.

Los terroristas de Hamas han logrado introducir cohetes antitanque y antiaéreos de contrabando a la franja autónoma de Gaza. Según la emisora de las Fuerzas Armadas, «Galei Tzahal», los cohetes antitanque son de origen ruso y llegaron a Gaza a través de la frontera de Egipto con Israel, o por canales subterráneos que unen a ese territorio palestino con el desierto egipcio de Sinaí.

El primer ministro israelí Ehud Olmert tiene previsto reunirse el próximo martes en Moscú con el presidente ruso Vladimir Putin, cuyo Gobierno negó que esos cohetes Coronet, exportados a Siria, hubieran llegado a manos de Hizbulá, lo que se constató y causó el despido de un funcionario ruso encargado de la exportación de armas.

El Servicio de Seguridad General (Shin Bet) informó recientemente del contrabando de 20 toneladas de explosivos de tipo profesional por los túneles subterráneos entre Egipto y la franja de Gaza.

Los integristas islámicos de Hamas, de la Yihad Islámica, Al Fatah y de los Comités Populares de la Resistencia, siguen disparando sus cohetes Al Kasam contra la población israelí.

Fuentes militares citadas por el diario Yediot Aharonot dicen que Hamas cuenta con «un ejército» de 7.500 efectivos que son entrenados para combatir contra Israel, cuyas fuerzas armadas buscan al solado Guilad Shalit, capturado por comandos en junio último, y túneles subterráneos por donde introducen armas y explosivos.

Olmert dijo durante la reunión con sus ministros que no negociará con el Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) mientras lo encabece el primer ministro Ismail Haniye, de Hamas, y confió a sus colaboradores que propuso reunirse con el presidente palestino Mahmud Abás, quien condicionó la «cumbre» a que antes Israel excarcele a los presos palestinos. El jefe del Gobierno israelí replicó que Israel no pondrá en libertad a los citados presos, si antes no es liberado el soldado Shalit, capturado por milicianos palestinos el pasado 25 de junio.

Incluso la filopalestina y antiisraelí Amnistía Internacional ha pedido a la Autoridad Palestina que tome medidas urgentes y concretas para poner fin a la práctica recurrente de los secuestros en la Franja de Gaza y que garantice que se llevan a cabo investigaciones inmediatas e independientes sobre este secuestro y los anteriores, con el fin a llevar a los culpables ante la justicia.

La organización ha pedido también a la Autoridad Palestina que investigue todos los demás secuestros a manos de palestinos armados en la Franja de Gaza en las últimas semanas y que garantice que los responsables son puestos a disposición judicial.

Hasta el momento, no se tiene noticia de que, en prácticamente ningún secuestro –ya sea de extranjeros o de palestinos–, se haya llevado a nadie ante la justicia.

No cabe duda de que la impunidad que otorga sistemáticamente la Autoridad Palestina a los grupos armados responsables de secuestros y otros delitos ha contribuido a la proliferación de estos crímenes. Ya es hora de que la Autoridad Palestina asuma su responsabilidad y cumpla con su obligación de poner fin a estas prácticas y restaurar el Estado de derecho en la Franja de Gaza.

Para sustituir la cultura de la impunidad por una cultura de rendimiento de cuentas, es preciso que la Autoridad Palestina y sus fuerzas de seguridad cambien de manera de pensar.


La Autoridad Palestina fomenta las profesiones como contrabandista de armas, francotirador, islamokaze-suicida-terrorista, confección de cinturones explosivos, secuestrador y constructor de túneles para mercadear con la muerte.

¡¡ Lo que hay que trabajar para no estudiar y trabajar !!

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