(PD).- La lucha de EE.UU. contra el terrorismo se ha desarrollado en el campo de batalla fuera de sus fronteras, sobre todo en países con células terroristas como Afganistán o Irak. Pero a George W. Bush se le ha escapado un detalle: tiene al enemigo en su propia casa, aunque no sea de forma física. Varias páginas web de grupos terroristas como Al-Qaeda o Hezbolá están alojadas en los servidores de algunos de los más importantes operadores norteamericanos.
Según un estudio de la Universidad de Tel Aviv, organizaciones terroristas como la Jihad Islámica campan a sus anchas en el ciberespacio alojados en servidores occidentales.
Mientras se lucha en una guerra sin cuartel contra el terrorismo islamista, un estudio de la universidad hebrea ha comprobado que existe un nuevo frente que pasaba desapercibido. Las páginas web de grupos como Al-Qaeda, Hezbolá, Jihad Islámica o Hamás pueden visitarse en todo el mundo gracias a proveedores de Internet estadounidenses y canadienses.
La preocupación por el incremento de las páginas de terroristas en Internet hizo que la misma OTAN financiara el estudio de la Universidad de Tel Aviv. Aunque no se han dado nombres, el estudio asegura que son de los proveedores más importantes los que alojan estos portales. Además de la OTAN y de la Universidad de Tel Aviv, participaron también el Netvision Institute for Interned Studies (NIIS) y la Universidad Técnica de Berlín.
«Estos sitios web alojados en América están reclutando a madres musulmanas en EEUU, Canadá, Reino Unido y en todo el mundo, convenciéndolas de que ser ‘shahid’ -mártir- es particularmente bueno y muy importante para sus hijos», aseguró el profesor Niv Ahituv, uno de los responsables del estudio.
Vía libre a las páginas web terroristas
Una vez conocida la notable presencia de los grupos terroristas en Internet, el dilema que tiene EE.UU. es la garantía de las libertades. Al profesor Ahituv lo que más le preocupa es el dilema de la Primera Enmienda de la Constitución de EEUU, que protege a estas páginas de ser cerradas, apelando a la libertad de expresión. Esto dificultará el trabajo comenzado por el FBI, que desde el 11-S ha podido cerrar tan sólo un puñado de páginas web terroristas.
El estudio de la OTAN y de la universidad de la capital hebrea señala datos tan precisos como que Hamas y Hezbolá operan cada uno 20 páginas web, la mayoría alojadas en servidores de EE.UU. y Canadá. La Jihad Islámica mantiene otros 15 sitios en Internet, también gracias a los proveedores norteamericanos.
El problema se acrecienta cuando en algunos de estos sitios de Internet, no sólo se reclutan a posibles suicidas para que se inmolen en algún atentado, sino que detallan milimétricamente cómo construir una bomba. Además, las páginas web de los terroristas están traducidas hasta en ocho idiomas, como es el caso de las páginas web de Hezbolá.
