(PD).- Los números son muy tercos y siguen sin dar la razón al sector del aceite de oliva, unido como pocas veces en torno la petición a Bruselas para que autorice el almacenamiento privado y así poder equilibrar el mercado.
Hace casi dos meses, la Comisión Europea (CE) desestimó la solicitud española para activar este sistema considerando que «a fecha de hoy» no se dan las circunstancias. Éstas no son otras que la frontera que marca la normativa y que dice que la cotización debe mantenerse durante dos semanas por debajo a 1,77 euros por kilo en el caso del aceite virgen extra y de 1,524 euros para el lampante.
El primero de ellos sí ha sobrepasado esa barrera, pero no el segundo. Y además, la semana pasada cerró con un repunte por la escasez de oferta, según la Junta.
100.000 toneladas en 2001
La última vez que Bruselas autorizó esta medida extraordinaria fue en 2001, y en aquel entonces el precio para las categorías citadas era superior al que hoy marca el mercado.
La Administración comunitaria permitió en aquella campaña el almacenamiento urgente de unas 100.000 toneladas para la UE, de las que 80.000 correspondieron a España y 20.000 a Grecia.
Bruselas vio en los precios que había alcanzado el aceite, equivalentes a un 95 por ciento del registrado en la campaña 87/98, que fue la que se tomó como referencia. un riesgo para el sector. Se activaron los resortes reguladores con el aceite virgen extra por debajo de 1,80 euros el kilo y el virgen a 1,60.
En estos momentos, el precio más elevado que recoge la Delegación de Agricultura en Córdoba es de 1,72 para el primero y el más bajo de 1,57 para el aceite lampante.
También fue la primera vez que se ponía a prueba el modelo de contratos privados, ya que hasta la reforma de 1998 se realizaban con supervisión pública.
Las ayudas para el sector andaluz ascendieron a unos 10,4 millones de euros.
