El conflicto de las Jerónimas de Palma, lejos de solucionarse con el diálogo, del que hacía gala el obispo Taltavull, cuando entró en la diócesis, se va inflexibilizando, precisamente por exceso de monólogo y mucha imposición. El Diario de Mallorca acaba de publicar en el día de hoy un artículo (enmendando el anterior del pasado lunes) en el que, por fin, dicho medio recoge que el Tribunal no ha concedido al obispado la propiedad en ningún momento sino que la resolución se refiere sólo a la nulidad de las certificaciones emitidas por el obispado para su inmatriculación. Se puede comprobar en el punto octavo de la sentencia. El Obispado –en un adalid de confusión premeditada- pretendía apoyarse en esta resolución judicial para exigir a las monjas las llaves del monasterio. Y las monjas se han negado, con todo derecho, a entregar llaves y monasterio a la diócesis, porque se sienten, en conciencia, las legítimas dueñas de ese inmueble y una de las obligaciones de la madre Federal es conservar su patrimonio.
Miércoles, 20 de febrero