(PD)-. El equipo de transición de Barack Obama recibe en su página web miles de solicitudes al día de ciudadanos, organizaciones y lobbys. El acceso a la denominada ‘agenda’ del antiguo senador de Illinois es libre, y se puede comprobar que la MCAA, una especie de SGAE estadounidense centrada en contenidos cinematográficos, ha animado al próximo presidente de Estados Unidos a aumentar la presión sobre los países que conforman la lista negra de la piratería, entre los que se encuentra España.
La Asociación Cinematográfica de Estados Unidos pretende atar en corto a Obama, y ya ha dejado claro cuáles son algunos de los pilares básicos sobre los que tiene que girar la política estadounidense en materia de derechos de autor: presión sobre los países tachados con una ‘x’ en el panorama internacional y la Ley de los tres avisos adoptada por Nicolas Sarkozy en Europa.
«La MPAA observa como modelos útiles los recientos esfuerzos de los gobiernos francés y británico por proteger el contenido en Internet», afirma la MCAA.
El sistema de los tres avisos instaurado por el presidente de la República Francesa se ha convertido en el referente de todas las organizaciones de defensa de los derechos de autor del mundo. Una política mediante la que el las operadoras de Red pasan a vigilar el comportamiento de los internautas, y en caso de encontrar a un usuario que se descargue contenidos con copyright a través de programas de intercambio de archivos, comienza la denominada guillotina.
Entonces, el supuesto ‘pirata’ recibe un primer aviso, el segundo ya viene con una determinada sanción de la mano, y el tercero supone la prohibición de acceder a la Red.
Una política criticada por las asociaciones de internautas del planeta, ya que sostienen que trata de una intromisión de las operadoras en las libertades de los usuarios.
Aprovechando que Francia ocupa actualmente la presidencia de turno de la UE, Sarkozy ha tratado de trasladar esta medida al ámbito comunitario, pero se ha encontrado con el rechazo de Bruselas.
El Gobierno español abrió la puerta la semana pasada a la adopción del modelo galo, según afirmó Francisco Ros, secretario de Estado de Telecomunicaciones. Sin embargo, el Ejecutivo socialista quiere lavarse las manos y pasarle la ‘patata caliente’ al ente comunitario. «En una Red global no tienen tanto significado las soluciones individuales de país a país«, dijo Ros.
En el ámbito nacional, el Grupo Socialista trató de sacar adelante una Proposición No de Ley en la que se confería más poder al Gobierno para controlar a los internautas, pero finalmente el PSOE no logró los apoyos necesarios.
