Lucetta Scaraffia. L´Osservatore Romano / La temporal apertura de un dispensario médico en la plaza de san Pedro, así como la visita del Papa a los pacientes que ahí eran atendidos por los médicos voluntarios, han llevado a los medios una noticia que estos, generalmente, prefieren no difundir: la pobreza está aumentando, y está alcanzando estratos sociales que antes no habían sido tocados. Una vez más, un gesto de Bergoglio ha dado luz a la realidad que se quería olvidar.
Las iniciativas del Pontífice, en efecto, no intervienen sólo en el plano de la caridad y de la solicitud hacia aquellos que tienen necesidad, enseñando así cómo se debe concretar y vivir la misión del cristiano, sino que también intervienen en un nivel más abstracto, y de igual modo necesario, el de la realidad y el de la verdad.
Domingo, 17 de febrero