Hace tres años del exitoso y sorprendente estreno de la primera parte de Guardianes de la galaxia, cubriendo la cuota veraniega de “película menor de Marvel”, y tal fue el grado de acogida por su frescura que la segunda entrega era cuestión de tiempo. Una mayor dosis humorística y desenfrenada (precursora del fenómeno Deadpool) y una ambientación extraterrestre que aporta un toque poco manoseado por la ya nutridísima lista de cintas superheroicas con las que nos empieza a dar la sensación de bombardeo, por muy seguidores que (como en mi caso) seamos.
La conexión con el espectador de James Gunn, director también de la anterior, sigue siendo total, y esa frescura que mencionábamos aún está ahí, dominando la concepción y el rumbo del gigantesco producto. También cabe mencionar que el acierto del tono deudor de su predecesora anula por definición la capacidad de sorprendernos por una originalidad que sí que tuvo la primera historia.
A este más de lo mismo en el buen sentido hay que sumarle mayor toque nostálgico ochentero (e incluso setentero) en forma de estupenda banda sonora a golpe de tecla de “play” de un protagonista walkman, así como de “pinceladas vintage” ejemplificadas a la perfección en los títulos de crédito que, además de las escenas ocultas que verán, como siempre, si se quedan hasta el final sentados en sus butacas, no tienen desperdicio por lo divertido y delirante de los mismos.
Estamos ante la segunda entrega de la saga estelar de estos personajes “futuristas-retro”, ya centrados en sus propias aventuras (más buscándose problemas que solucionándolos) e historias personales sin nada que ver y casi aportar a la macrohistoria que Disney/Marvel teje enlazando a gran escala a sus personajes. Esto dota así a los Guardianes de la galaxia de una independencia que afirma claramente con esa mayoría de edad que el Universo Marvel es joven y está en imparable expansión.
Antes citábamos las referencias a la década de los ochenta; así las cosas, el proyecto se permite unir al reparto ya conocido de la anterior entrega (los Chris Pratt, Zoe Saldana, Dave Bautista o Michael Rooker, además de las voces de Bradley Cooper y Vin Diesel) nada menos que a Kurt Russell y en un papel menor a Sylvester Stallone, que aunque no coinciden en escena alguna, no compartían título desde la icónica Tango y Cash que un servidor vio en el cine con su añorado abuelo, sin comentarios.
Si un par de inconvenientes pueden encontrársele a esta divertida cinta de acción total es precisamente que se recrean tanto en la susodicha acción que cae en lo reiterativo eternizándola y acaba resultándonos ligeramente largo el producto final, que por otro lado (de aquí lo de “un par” de inconvenientes), cae también más de lo deseable en el sentimentalismo lacrimógeno familiar, poniendo la contrapartida a unos protagonistas que siguen teniendo toda la gracia. Quedamos expectantes ante el rumbo que siga esta nave para su tercera entrega, con el firme deseo de que no se eternice…
Dirección: James Gunn. Duración: 137 min. País: USA. Género: Acción, ciencia-ficción, superhéroes. Intérpretes: Chris Pratt, Zoe Saldana, Dave Bautista, Bradley Cooper, Vin Diesel, Michael Rooker, Karen Gillan, Kurt Russell, Sylvester Stallone, Elizabeth Debicki, Tommy Flanagan, Sean Gunn, Pom Klementieff, Chris Sullivan. Guión: James Gunn (Cómic: Dan Abnett, Andy Lanning). Música: Tyler Bates. Fotografía: Henry Braham. Productora: Marvel Studios/ Marvel Enterprises. Estreno en España: 28 Abril 2017.
