Sesión Golfa

Juan Carrasco de las Heras

Ceremonia de los Goya: trámites y anécdotas

No tuvo tampoco este año demasiado de especial la ceremonia de los Goya. Con un Corbacho voluntarioso y mucha, muchísima sobriedad, no pasará a la historia una gala ausente una vez más de glamour y los pesos pesados de nuestro cine, deseando con mucha razón salir pitando hacia otros países para que su trabajo cuaje en prestigio en algunos casos o dinero en otros. El único de renombre que apareció por allí fue Alejandro Amenábar, que entregó el Goya a la mejor película del año para… ¡tachán!, La soledad, una modesta y dicen que lúcida -no he tenido la oportunidad de verla- apuesta del igualmente modesto realizador Jaime Rosales, que se llevó también el premio al mejor director; y todo sin hacer ruido…

Por otro lado, El orfanato, ha arrasado en los técnicos, imponiéndose en número de estatuas a las demás (mejor dirección novel para J. Bayona, dirección de producción, dirección artística, sonido, maquillaje y peluquería, guión original), pero se ha quedado con el sabor agridulce de saberse favorita y no lograrlo. Y hablando de favoritos que se han quedado a las puertas, Belén Rueda se quedó mirando como le daban el Goya a Maribel Verdú por su papel en Siete mesas de billar francés. El mejor actor fue Alberto San Juan por Bajo las estrellas, de lo que me alegro mucho, porque está realmente bien.

Para no aburrir al personal, resumiré que otros triunfadores fueron Amparo Baró (Siete mesas…) y José Manuel Cervino (Las 13 rosas, gran derrotada de la noche) ganaron los de reparto, los actores noveles fueron José Luis Torrijo (La soledad) y Manuela Velasco por su papel en REC -todavía me estoy recuperando de shock, porque ella es lo peor de la película-. El mejor guión adaptado fue el de Bajo las estrellas. Alfredo Landa se hizo con el Goya honorífico, y abrumado por las emociones fue incapaz de articular un discurso coherente con el que despedirse de su querida profesión, ya que ha declarado que se retira.

En la parte anecdótica de la noche tenemos al ceutí Abdelatif Abdeselam Hamed, que ganó con Salvador el de mejor corto de ficción, y que agradeció llamarse así y que, por una vez, no le cachearan. También tuvimos momentos para los aguijones del presentador hacia los políticos, a los que le dijo que abarrotaban la gala aproximadamente cada cuatro años, o para la ley del cine, con la que se había hecho uno de los trajes que lució «para que así sirviera para algo». El momento simpático estuvo cuando Corbacho agarró a Elsa Pataki a lo Adrien Brody en los Oscars con Halle Berry, y le soltó un morreo que guardará en su memoria para contar a sus nietos. El presentador también propició el, para mi gusto, momentazo, cuando en pleno lapsus involuntario, llamó a Belén Rueda «Belén Esteban». Nada más que por eso, mereció la pena ver las interminables tres horas que duró todo…

*Lista completa de ganadores, link AQUÍ.

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Juan Carrasco

Éste homínido ceutí es crítico de cine desde hace años en el diario El Faro de Ceuta, así como responsable del espacio cinematográfico y de opinión "Fila 7" en la web www.ceuta.com y colaborador en la emisora de radio Onda 0 con su sección semanal "El Cine en la Onda".

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