Silvio Berlusconi ya lo anunció: publicaría en su revista ‘Chi’ las fotografías de la fiesta de Noemi Letizia que le ha costado el divorcio para que todo el mundo viera que fue de lo más inocente. Sin embargo, el diario italiano ‘Corriere della Sera’ se ha adelantado a las intenciones de ‘Il Cavaliere’ y ha publicado unas imágenes que ponen en duda si realmente Berlusconi estuvo allí como un invitado más.
La polémica está servida. Según el diario, son muchos los que creen que las fotografías han sido manipuladas y que el primer ministro italiano ha sido ‘cortado y pegado’.
En la primera de las fotografías, realizadas por ‘Studio Aperto’, se puede ver a Berlusconi junto a Noemi Letizia, la joven de 18 años desencadenante de la separación, y los padres de ésta. Según varios expertos están silueteados, aunque también se cree que podría ser por la baja calidad de las imágenes. En otras, ‘Il Cavaliere’ parece insertado en la imagen a la fuerza.
La importancia de estas fotografías radica en que son la única prueba que tiene ‘Il Cavalieri’ para demostrar que en la fiesta no ocurrió nada.
«¿Por qué creen que me iba a fotografiar con los camareros, los familiares, los amigos y los cocineros? Aquel día me llamó su padre -el de la joven-, un amigo mío de hace muchos años, para que acudiera (…) Como estaba cerca me pasé un par de minutos», ha declarado Berlusconi. Versión corroborada por el padre de la joven.
Pese a todo, Veronica Lario, la mujer de Berlusconi, no le cree y continuará adelante con un divorcio que ya va más allá de la prensa del corazón.
El inicio del fin comenzó el 28 de abril, cuando Lario leyó en ‘La Repubblica’ que Berlusconi se había acercado al pueblo sureño de Casoria, donde se celebraban los 18 años de Noemi Letizia, para acudir a la fiesta.
La chica que llamaba al primer ministro «papi» dijo a los periodistas que lo conocía desde hacía tiempo y que iba a verlo a Milán y a Roma porque «el pobre» no podía visitarla siempre en Nápoles. Berlusconi le llevó como regalo un collar de oro con un brillante.
