Después de su obligado encierro en el hospital, Rivera Ordóñez deja a un lado a amigos y familiares y dedica su primera escapada a la relación «profesional» que mantiene con Roberta Armani.
Escribe Mar Yuste en El Semanal que es muy difícil no especular sobre la relación que mantienen Roberta Armani , la sobrina del conocido diseñador italiano, y Cayetano Rivera Ordóñez , uno de los grandes del toreo actual.
El caso es que esta pareja lleva bastante tiempo haciéndonos creer que entre ellos sólo hay una relación estrictamente laboral y una gran amistad.
Una unión y un cariño que llegan al punto de que ambos se sienten íntimamente conectados. A pesar de los muchos kilómetros que les separan, como nos confesó la propia modelo, Roberta siente si Cayetano está sufriendo o si ha tenido alguna cogida en la arena del Cosío. Unos dolores que la sobrina de Giorgio Armani tuvo que sentir más que nunca, teniendo en cuenta lo grave que fue la última cogida sufrida por Cayetano.
Ahora el diestro parece mucho más recuperado y, después de su encierro obligatorio en el hospital, ha plantado a sus familiares y amigos y ha preferido dedicar sus primeras horas de «libertad» y movilidad a Roberta. Así que hasta Italia se ha marchado el joven. Quizás pensaban ambos que en este país la gente sería más discreta y su breve encuentro pasaría más desapercibido que en España.
Un viaje que, como hemos conocido también esta semana, Cayetano tuvo que tomarse con mucha tranquilidad y relajación. El doctor Carreño, médico que le trató de los traumatismos que sufrió el pasado mes de septiembre en Palencia, ha reconocido que Rivera sigue teniendo un hematoma de, aproximadamente, 1.5 centímetros de tamaño.
Así que hasta Milán se marchó el hijo de Carmina Ordóñez, donde le estaba esperando Roberta con un gran ramo de girasoles. Un detalle con el que quiso animarle por los malos momentos por los que ha atravesado. Y, aunque nos costa que intentaron darle tintes profesionales atendiendo a diferentes compromisos con la firma Armani, las chispas en los diversos encuentros entre ambos no cesaron de saltar.
Nuevo contratiempo
Eso es lo que debe haber pensado Joaquín Cortés con el último mandato del juez. Parece que el bailarín, a pesar de que está harto de que se hable y especule con su supuesta paternidad del hijo de su antigua representante, Katie Asumu, no consigue librarse de este «San Benito.»
En esta ocasión, acaba de trascender que Cortés deberá hacerse las pruebas de paternidad por orden del juez y que, de esta manera, se demostrará si el pequeño Samuel es hijo del bailarín, o no.
Al parecer, Asumu y Cortés se encontraron en la sala, mientras esperaban la decisión del juez, y la nigeriana no consiguió arrancarle a Cortés ni un gesto cariñoso para el que, supuestamente, es su retoño. Será que el bailarín no perdona las artes manejadas por Asumu para conseguir a este pequeño.
