Los Gobiernos iberoamericanos y los organismos internacionales se comprometieron en Colombia a contribuir en la salvación de las culturas de los afrodescendientes mediante la protección de sus derechos colectivos y el fomento de la educación.
(EFE).-El compromiso se plasmó en la Declaración de Cartagena, elaborada durante dos días en esta ciudad colombiana y que se rubricó hoy en la cercana localidad de Palenque de San Basilio, una de las comunidades negras más emblemáticas de este país y declarada patrimonio inmaterial por la Unesco.
Así concluyó el I Encuentro Iberoamericano de Afrodescendientes, que ha reunido a ministros y viceministros de Cultura de diez países, expertos, dirigentes de comunidades negras y representantes de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Unesco.
Tras la firma del documento, la titular colombiana de Cultura y anfitriona, la afrodescendiente Paula Marcela Moreno, recordó que Palenque se fundó en 1603, de la mano de antiguos esclavos negros.
«Aquí se representa la vida y la historia, por eso se firmó aquí la Declaración, por un compromiso ante ustedes», dijo Moreno a los palanqueros en una carpa instalada en la plaza principal del pueblo.
Sostuvo que este primer encuentro afro ha supuesto el reconocimiento por parte de los países de que «la integración de los pueblos lleva a la equidad».
Tras la firma, el director de Cultura de Jamaica, Sydney Bartley, se dirigió a los asistentes y de forma improvisada interpretó a capela el tema de Bob Marley «Three Little Birds», al que se sumaron en coro los palanqueros hasta convertir el acto oficial en una auténtica fiesta con tambores, comida típica y baile.
Colombia es el segundo país de América Latina con mayor número de afrodescendientes, con el 20 por ciento de negros respecto a la población global, solo por detrás de Brasil.
En torno a 150 millones de personas de esta raza habitan en Iberoamérica, lo que representa el 30 por ciento de la población total, y viven, en su gran mayoría, en una situación de exclusión social.
La Declaración de Cartagena dejó hoy claro que la globalización «puede traer oportunidades, pero también generar riesgos, amenazas y cambios no deseados que se pueden traducir en pérdidas culturales irreparables».
«Es un deber de los Gobiernos prevenir estos riesgos y valorar, apoyar y hacer visibles las manifestaciones culturales de los afrodescendientes como una fuerza vital en los procesos de desarrollo y bienestar», asegura el documento.
Por eso los firmantes se comprometieron a apoyar y fortalecer estudios académicos dirigidos a estas comunidades para fomentar su patrimonio cultural y sus creaciones artísticas.
También a «avanzar en la definición de lineamientos y esquemas para la documentación de las memorias históricas relativas al papel y el aporte de los afrodescendientes al poblamiento, conformación, independencia y desarrollo de las Américas».
En este sentido, pidieron al Gobierno de España que «facilite los archivos pertinentes digitalizados del Archivo de Indias», donde se registra toda la documentación relativa a la época colonial.
La Declaración de Cartagena contempla el compromiso de «crear centros y programas para el estudio, documentación y fomento de las lenguas nativas y criollas, sus ricas variaciones dialectales y la tradición oral de los afrodescendientes».
Asimismo, se establecerá un programa de becas, financiado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (OEI), y se velará por «la protección de sus derechos colectivos e individuales de propiedad intelectual».
Los firmantes de la Declaración de Cartagena se comprometieron también a «coordinar una campaña de sensibilización que busque el reconocimiento y la afirmación entre la propia población afrodescendiente de sus valores y patrimonio cultural».
Por último, se acordó que el II Encuentro Iberoamericano de Afrodescendientes se celebrará en febrero de 2010 en la ciudad brasileña de Salvador de Bahía.
