La mandataria de Chile, Michelle Bachelet, aseguró ayer que «ser presidenta mujer es mucho más que usar una falda» y dijo que el avance femenino en la política obedece a «un cambio cultural que recién comienza».
Al participar en Buenos Aires en la inauguración de un encuentro internacional de mujeres, Bachelet consideró que el hecho de que «Argentina y Chile tengan presidentas mujeres es indicio incipiente pero contundente de este cambio cultural».
«Igualmente, nuestra presencia es toda una excepción. Llegamos a gobernar nuestros países no por ser mujeres sino a pesar de serlo», expresó la mandataria, quien esta tarde se reunirá con su homóloga de Argentina, Cristina Fernández.
Bachelet llegó a Buenos Aires este domingo y su primera actividad fue asistir hoy a la apertura del primer seminario que celebra en América Latina la organización Vital Voices, una de cuyas presidentas de honor es la senadora estadounidense Hillary Clinton, quien dirigió un mensaje a través de una vídeo-conferencia.
Ante unas 200 mujeres de diferentes países reunidas en un hotel de la capital argentina, la primera presidenta de Chile se mostró «convencida de que con igualdad de género la política gana, crece y la democracia es más completa».
Posteriormente, Bachelet intervino en otro seminario que reunió a 600 jóvenes de doce países latinoamericanos, organizado por «Un techo para mi país», filial argentina de «Un Techo para Chile», entidad creada en 1997 por el jesuita Felipe Berríos, que también estará en el encuentro.
Más tarde, la mandataria asistirá a la inauguración de la Casa de la Cultura de Chile, en Buenos Aires, para después reunirse con Fernández en la residencia presidencial de Olivos y regresar a su país.
«Con la presidenta argentina vamos a tratar asuntos de la agenda bilateral y regional, además de una conmemoración muy especial, la de los 30 años de la mediación» del Papa Juan Pablo II que evitó un conflicto armado entre Chile y Argentina en 1978 por los límites en el Canal de Beagle, indicó Bachelet.
Según la prensa de ambos países, a fines de noviembre o comienzos de diciembre, Bachelet y Fernández viajarán a la zona del Atlántico Sur que estuvo en disputa y colocarán la primera piedra de un monumento en homenaje al fallecido pontífice.
