La escritora mexicana Guadalupe Nettel rechaza que haya una literatura femenina

La escritora mexicana Guadalupe Nettel rechaza que haya una literatura femenina

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La escritora mexicana Guadalupe Nettel afirmó que la literatura femenina como tal «no existe» y que en su país, la escrita por mujeres «enfrenta prejuicios muy grandes», mayores a los que existen en el cine o el arte contemporáneo.

(EFE).-«A veces me invitan a festivales de literatura y me ponen en mesas donde sólo hay escritoras que van a hablar de ‘literatura femenina’. Y a mí me indigna porque eso no existe», sostuvo la novelista, quien acaba de regresar a México tras pasar tres años y medio viviendo en Barcelona.

Para Nettel, hablar de «literatura femenina» es un sinsentido, «como meter a puros hombres y decir ‘ahora hablen de literatura masculina’: ¿Qué es eso? Existen diferentes tipos de escritores, de estilos, de intereses, pero no se puede catalogar por género…».

Autora de novelas como «El huésped», que llegó en 2006 a ser finalista del Premio Herralde, presenta estos días en México la colección de relatos «Pétalos y otras historias incómodas» (Anagrama, 2008).

En la obra ha tratado de expresar, «iluminando la parte más extraña o poco convencional» de los protagonistas, que la belleza y singularidad de las personas radica «en ese aspecto aparentemente monstruoso» que todos tenemos dentro y ocultamos a los demás.

Un fotógrafo que retrata párpados, un hombre fascinado con las plantas que descubre afinidades con los cactus, otro que olfatea inodoros de mujeres, una voyeurista, otra mujer que se arranca el pelo compulsivamente, y una más que busca la verdadera soledad y se enfrenta por primera vez a la muerte son los protagonistas de la obra.

Las historias «describen ese momento de la vida de los personajes cuando asumen quiénes son» y cómo eso les afecta.

«La primera impresión es que todos son personas extrañas, o ‘freaks’. Pero lo que yo quería mostrar es que todos tenemos un aspecto de nuestra personalidad que es así», señaló Nettel (Ciudad de México, 1973).

La novelista señala que en esos rasgos ocultos es donde «radica nuestra singularidad, nuestra particularidad y, por tanto, nuestra belleza» como personas.

Considera que el mundo es verdaderamente una especie de «Valle de Lágrimas» en el cual «el dolor es la piedra angular del crecimiento espiritual» y lo que nos da la fuerza «para ser mejores personas y comprender más a los demás».

Nettel se rebela contra la idea de que los seres humanos tengan que parecerse a un patrón de belleza que nos vende la televisión, la publicidad o la moda, y señala que son los detalles ocultos lo que las vuelve a las personas en únicas e irrepetibles.

«Lo que yo quiero decir es que hay que atreverse a mirar eso que nos asusta tanto, de nosotros mismos y de los demás, y apreciarlo», apunta.

Para Nettel los seres humanos crecemos como tales cuando reconocemos esos aspectos monstruosos que atesoramos en lo más íntimo de nosotros y que a menudo pretendemos negar que existen.

«Me interesa inquietar y hacer que la gente reflexione sobre sus propios valores, se identifique sobre los personajes, ¿qué es la belleza para mí? ¿Qué busco dentro de mí mismo?», indicó.

Nettel confiesa que en «Pétalos» ha recurrido al relato corto, como ya hizo en otras ocasiones, porque le aburre la ficción demasiado descriptiva y prolija.

«Soy un poco obsesiva a la hora de corregir y me gusta cortar todo lo que es innecesario y tratar de que sea bastante concentrado (…) Trato que mi literatura vaya al grano», agrega.

Finalmente confiesa que uno de los cuentos, «Bonsái», está ambientado Japón, concretamente en el barrio de Aoyama de Tokio, en lo que considera una especie de homenaje a Haruki Murakami, un autor por el que siente especial predilección.

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Autor

Paul Monzón

Redactor de viajes de Periodista Digital desde sus orígenes. Actual editor del suplemento Travellers.

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