Es el hombre más admirado de Estados Unidos, su gesta en Pekín logrando lo que se había propuesto, ganar ocho medallas de oro, se ve empañada por la actitud de su progenitor.
El llamado «rey del Cubo de Agua», Michael Phelps, se ha convertido en el ídolo no sólo de Estados Unidos, sino de millones de fans en todo el mundo. Durante sus carreras hacia los ocho oros veíamos a su madre Debbie jaleándole desde la grada, y orgullosísima y emocionada cuando su hijo subía a lo más alto del podio para colgarse la medalla del cuello y escuchar el himno de EEUU.
Después de que Michael ganara la octava medalla de oro y superara la gesta de Mark Spitz en los JJOO de Múnich ´72, como informó El Semanal Digital, Debbie fue entrevistada por los gurús de la NBC como Bob Costas, Matt Lauer o Meredith Viera. Las hermanas de Michael, Hilary y Whitney también fueron constantemente enfocadas por las cámaras de televisión mientras animaban al nadador. Sin embargo, todo el mundo se preguntaba ¿dónde estará Mr. Phelps?
Debbie y Fred Phelps se divorciaron cuando Michael tenía 9 años. Fred vive en un suburbio de Baltimore y ha rehecho su vida con otra mujer. Según el Baltimore Sun, Fred ha pasado toda la semana delante del televisor, siguiendo muy nervioso las hazañas de su hijo. Sin embargo, según informa el New York Post todavía no ha tenido el detalle de llamar a su hijo para felicitarle.
Según estos medios, Michael ha tenido muy poco contacto con su padre después del divorcio de los Phelps en 1993. Antes de los JJOO de Atenas ´04, Michael ya se lamentó de que su padre no le felicitara ni siquiera cuando batió su primer récord del mundo.
Sin embargo, padre e hijo parecían haberse reconciliado después y Fred hizo el esfuerzo de viajar a Grecia para ver ganar a su hijo sus seis primeros oros olímpicos. Y después, la relación volvió a quedar congelada. Hasta el día de hoy.
