La cantante Amy Winehouse, de vuelta ya en Londres tras su polémica intervención en el Rock in Rio-Lisboa, ha asistido al comienzo del juicio contra su marido por los cargos de lesiones graves y obstrucción a la justicia.
El productor Blake Fielder-Civil, también enganchado a las drogas y al alcohol, lleva varios meses en prisión y se enfrenta a varios años de cárcel por un intento de soborno y la agresión al dueño de un pub en junio del 2006.
Hace menos de un mes, la cantante fue arrestada e interrogada por la policía por posesión de drogas y sospechosa de consumo de crack. La causa, el vídeo que en enero publicó el diario The Sun. Quedó el libertad bajo fianza.