Si Maradona hubiese nacido en la época de Cristo «habría sido por lo menos uno de los santos, uno de los apóstoles», es la opinión de uno de sus más rotundos admiradores, el director Emir Kusturica, que ayer martes se reunió con la prensa en Cannes.
«Maradona es celestial, sí, pero solo en caso de respetar ciertas condiciones, pues un santo no se droga», precisó el director, que hoy estrenó en Cannes, fuera de competición, su documental sobre la legendaria figura del fútbol argentino.
Un filme que como indica su título, «Maradona by Kusturica», protagonizan, en cierta forma, los dos juntos, el divino ‘Pibe de Oro’ y él mismo, la estrella balcánica del Festival de Cannes, donde es uno de los raros directores que ha conquistado dos Palmas de Oro.
El punto de partida era, sin embargo, la vida de Maradona, desde su infancia como superdotado del balón, al despegue precoz y glorioso de ‘El Pelusa’; luego su caída en el infierno de la cocaína, el alcohol y las drogas y, por último, su ejemplar regeneración por la Cuba de Fidel.
Un resurgir de sus propias cenizas, como Ave Fénix, que hoy pudo comprobar en Cannes todo aquel que asistió a la rueda de prensa previa al estreno del filme, en la que el futbolista parecía sentirse bastante cómodo en compañía de su nuevo y gran amigo Emir, a quien conoció en el 2005, gracias a este proyecto.
Sobre el tema de la divinidad, que Kusturica tanto relaciona con el aura y la energía de su amigo y coprotagonista, subrayó que «Dios es un aparato que está sujeto a muchas condiciones y una vez que se le define se puede crear el sistema. Hoy es más fácil hacerlo que hace 2.000 años», señaló.
«Entonces crear a Dios era una cosa muy difícil, pero hoy se le puede crear a través de las cadenas de televisión y la gente se lo cree, aún cuando no se trate de personas con tanta fuerza como Maradona, quien reúne de verdad los requisitos que se necesitan para crear un aspecto religioso y decidir quien es el ser supremo», comentó el cineasta.
Tres momentos
Preguntado si el deseo de jugar al fútbol con Maradona se encuentra entre los motivos que le llevaron a querer hacer un filme, el realizador evocó la estructurada arquitectura de su obra en tres niveles: La historia de la marcha a Mar de Plata; la parte religiosa, sobre la iglesia maradoniana; y luego la parte más difícil, el por qué estoy yo tanto en la película.
El director subrayó las dificultadas de conseguir «una confesión realmente sincera de una persona tan contradictoria, cuanto se trata de hacer la biografía de Maradona».
«Es paradójico porque estaba muy contento de ser testigo de esa salida de Maradona de todas las drogas y de todos los tóxicos, y a lo largo de esas fases encontré en él personas diferentes que pensaban de formas diferentes, pero hice tres viajes a Buenos Aires para encontrarlo y no lo encontré», contó Kusturica.
«Así que ustedes se imaginarán como se queda uno en esos momentos», dijo el cineasta a los periodistas que creían haber ido al hotel Martínez de Cannes para entrevistar al futbolista y se encontraron solo frente a frente con el director.
«Luego, tras dos años de perseguirlo nos dio una muy buena entrevista y estaba borracho, y por eso justamente fue tan buena, porque Maradona no hablaba nunca, salió en varios programas de televisión pero no hablaba abiertamente de sí, y esta es la primera vez que lo hizo», señaló.
