Princesa española de incógnito se pone las botas comiendo faisán

El revuelo de este episodio enigmático se centra no en la identidad sino en la factura del taxi, que pasó de 600 euros, para enviar a otros cuatro pajaritos a su lujoso hotel de Londres.

Una «princesa española» pidió un taxi para enviarle una cena desde Melrose, al sur de Edimburgo, en Escocia, a un hotel de a más de 560 kilómetros de distancia. Este miembro de la Familia Real española cuyo nombre no se cita, había degustado antes una comida digna de reyes en la Cervecería Marmions -con una vista espléndida sobre la abadía de la ciudad – durante un recorrido turístico por la región.

La princesa optó por el faisán preparado al modo local, durante el almuerzo en el que el que parecía su compañero se divirtió muchísimo vestido de escocés. Este miembro de incógnito de la Familia Real disfrutó tanto de su comida, que pidió que le enviaran cuatro faisanes, a 60 euros la pieza, a su lujoso hotel de Londres, próxima estación de su viaje. Según otros medios británicos, el taxi costó casi 600 euros.

Chris Kurt, que dirige el Marmions con su mujer Nicola, contó al diario escocés Border Telegraph: «Ella no parecía una princesa, iba vestida de sport y no llevaba guardaespaldas». Chris añadió que todo el grupo se lo pasó en grande, estaban muy relajados y disfrutaron mucho de la comida. El dueño del Marmions insistió además que este no es su primer contacto con un miembro de la realeza.

Chris ya ha cocinado para la princesa Ana, única hija de la reina Isabel II, cuando trabajaba en un restaurante en Edinburgo. «La princesa y sus invitados estaban muy distendidos, no parecían una familia real, probablemente porque estaban en un país extranjero y pensaron que la gente no les reconocería», añadió. «Hablaban sobre todo de los lugares que habían visitado», afirmó.

«La gente viene aquí para disfrutar de las maravillosas vistas y de la buena comida, y nosotros les respetamos», concluyó. Según informa el periódico, el Ayuntamiento de Melrose había sido informado de la visita de la princesa.

La princesa, de la que no se sabe si sería la Infanta Elena o la Infanta Cristina, o algún otro miembro de la Familia Real al que los medios británicos podrían haber «concedido» el título, se alojó en un Bed and Breakfast de la localidad de Melrose. Allí llamó desde Londres para que enviaran un taxi a recoger otros cuatro faisanes del Marmions Brasserie para enviarlos a su hotel de Londres.

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