El príncipe Carlos Felipe, hijo de Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, fue el foco de atención de los periodistas suecos durante la «Porsche Carrera Cup».
La prensa escandinava analiza este lunes el debut del príncipe Carlos Felipe en la Porsche Carrera Cup celebrada este fin de semana. A bordo de su flamante bólido, el atractivo hijo de los reyes de Suecia ocupó la última plaza en la primera carrera y la 23 en la segunda, que constaba de un total de 25 participantes.
Entre amables y socarrones los periodistas suecos califican la participación de Carlos Felipe como valiente. El propio príncipe aduce que necesita algo más de experiencia y que al fin y al cabo ha mejorado algo desde que se metió en esta aventura.
En la primera carrera, nada más empezar, ahogó el motor de su Porsche de 400 CV. Aunque logró arrancarlo rápidamente, realizó todas las vueltas como farolillo rojo. En la segunda carrera al menos quedó antepenúltimo.
El hermano de la princesa heredera Victoria ha estado entrenando duro para este debut. Incluso se desplazó al célebre circuito de Hockenheim-Ring, en Alemania. Hasta allí le acompañó su padre, el rey Carlos Gustavo, que es otro entusiasta de las carreras automovilísticas.
El rey y la reina Silvia, una alemana de ascendencia brasileña, se conocieron durante los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972. Según relata la revista Bunte, mientras duró su noviazgo, el entonces príncipe viajó en varias ocasiones a Alemania en un potente Porsche para recoger a Silvia y llevarla a Suecia, sin hacer ningún caso de las limitaciones de velocidad.
