(PD).- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, renovará su estrategia de comunicación tras los malos resultados obtenidos en las elecciones locales durante el fin de semana, pero el Gobierno descartó importantes cambios en su línea política.
El Palacio del Elíseo dijo este lunes que se abandonarían las sesiones de prensa semanales que se iniciaron el año pasado, cuando Sarkozy llegó al poder, y que se formaría un nuevo equipo para remplazar a David Martinon, su portavoz oficial.
Menos Ala Oeste y más solemnidad
La decisión pone fin a un experimento con el tipo de sesiones de prensa regulares por parte de la oficina del presidente que son comunes en Estados Unidos, pero que en Francia son más conocidas por series de ficción televisivas estadounidenses como El Ala Oeste.
Los analistas franceses creen que las remodelaciones en el equipo de comunicación irán acompañadas de un cambio de estrategia destinado a dar más credibilidad al jefe de Estado, criticado por los franceses en los sondeos por la exposición de su vida privada.
La importancia que dio el presidente a la muerte del último veterano de la primera guerra mundial podría ser una buena indicación sobre el tipo de intervenciones en las que se centraría el presidente y el tono, más solemne, que podría adoptar en el futuro.
En la designación de Martinon había influido la entonces esposa del presidente, Cécilia Ciganer. Las tensiones entre ambos se hicieron públicas cuando Nicolas Sarkozy llamó «imbécil» a Martinon por haber aceptado una entrevista con el canal de televisión estadounidense CBS en la que la periodista le preguntó varias veces sobre su relación con Cécilia.
De hecho, Martinon ganó su fama ante la prensa internacional cuando tuvo que informar, y, sobre todo, no comentar los rumores del divorcio presidencial. Martinon, de 36 años, también falló desastrosamente en su intento por convertirse en alcalde de Neuilly, una de las ciudades más ricas de Francia, y de que Sarkozy fue el primer edil durante 19 años.
El primer ministro, François Fillon, prometió el domingo por la noche, tras el cierre de los comicios, continuar con la agenda de reforma económica del Gobierno, y varios funcionarios de alto rango descartaron cualquier importante reorganización de gabinete.
En general, se esperaban algunos cambios en el personal de la oficina del presidente en el Palacio del Elíseo tras el duro golpe sufrido por el partido gobernante de centroderecha UMP. Al parecer, una consecuencia de la derrota en los comicios podría ser una imagen más apagada de Sarkozy.
