Potito Starace es hincha de Napoli y su mayor ídolo fue Diego Maradona. Ya lo había mostrado en estos días, cuando entre los partidos que jugó por la Copa Telmex visitó la Bombonera, o cuando declaró su admiración por el Diez y confesó que quería tomarse una foto con él. Pero de Buenos Aires, el italiano, eliminado anteanoche por David Nalbandian, se llevó un recuerdo amargo y un quiebre en esa relación emocional con su ícono.
Starace se hartó del hostigamiento verbal que el astro le dirigió desde su palco durante ese cotejo. «Me insultó durante un set y medio. Debí pedirle al árbitro que lo hiciese callar. Le dije que si no lo sacaba iba y le pegaba un raquetazo en los dientes», le dijo a una radio napolitana. Al diablo con su condición de admirador de Maradona.
«Ya no lo soy. Me desilusionó su comportamiento», aseguró. A tal punto que cuando Diego entró en los vestuarios, el italiano, al verlo, tomó sus cosas y se fue sin ducharse ni saludarlo. «Estaba furioso», dijo.
Ayer, un compatriota suyo, Filippo Volandri, también se fastidió. Durante el cotejo con José Acasuso se sintió molestado por la gente; cuando tras el partido se retiraba, recibió aplausos, pero él contestó con un gesto de reproche, como queriendo decir ahora sí me aplauden. Los que lo vieron cambiaron la aprobación por insultos.
